temazos de 2020

Los temazos de 2020

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Las listas son un coñazo, es así. Pero resulta que las leéis. Y eso, de alguna manera, nos interpela. De manera que, venga, hagámoslo. Vamos con los temazos de 2020.

Teniendo claro, por supuesto, que no son los temazos absolutos. La lista definitiva no existe. Es tan solo, por tanto, una recopilación hasta donde yo personalmente puedo llegar.

Dicho lo cual, es solo un juego absolutamente subjetivo. Juguemos. Y no van en orden necesariamente.

EL COLUMPIO ASESINO: PREPARADA

Probablemente, la canción del año (que como single salió muy a último de 2019, pero el álbum en 2020). Toda esa nocturnidad homicida. Bailar por despecho mientras contemplas tu vida arder. «Voy desplumando lechuzas sonriendo ante el fuego, tu limpiando mi rastro ya empezamos de nuevo, un millón de botellas han llegando a la puerta con un mismo mensaje: miedo a vivir». Me quedo con ‘Preparada’ porque alguien está limpiando la sangre de la pista de baile, pero podrían valer perfectamente ‘Sirenas de mediodía’ o ‘Huir’.

THE KILLERS: DYING BREED

El comienzo es ‘Antes muerta que sencilla’ de María Isabel. Solo por eso, ya lo tenemos. Pero luego resulta que es un temazo en la mejor tradición de los Killers: cuando se mueven entre el sonido Manchester de New Order y el rock mayúsculo de Bruce Springsteen. ‘Imploding The MIrage’, su disco de este año, ha resultado ser todo lo bueno que ya ni esperábamos. De manera que fenomenal.

BIZNAGA: 2K20

«Dios. La pantalla es Dios. Y yo su apóstol». Un resumen airado de esta vida nuestra. «Yo soy lo que produzco. La democracia es democracia. Y yo soy solo información». Garajeo ruidoso con mensajes claros que sobresalen entre los decibelios. «¿Con quién estoy? ¿De dónde vengo a dónde voy? O qué color me impulsa a gastar dinero». El rock sigue diciendo cosas. Atended, caramba.

HAIM: THE STEPS

El contagioso estribillo de ‘The steps’ te lo firma Fleetwood Mac por la cara. Solo que aquí Stevie Nicks se triplica. Una canción ideal para conducir por las largas carreteras de California sacando las piernas por la ventanilla (allí se puede, allí los coches son automáticos por definición y todo eso). Tiene además, cierto punto a los Eagles en los arreglos de las guitarras. Todos superventas y a eso aspira.

THE WEEKND: BLINDING LIGHTS

No me suele pasar que la canción más escuchada del año me mole una mierda (y esta es de finales de 2019, yaaaa, pero se ha ganado estar aquí justo por eso, porque define a 2020). Convengamos que ‘Blinding lights’ mola porque suena a 2020 y al mismo tiempo a A-Ha. Vamos, que vale para un roto y para un descosío. Vale para jovencitos y pollaviejas. Es, en definitiva, un temazo que se te mete en la cabeza y ya no se te pira porque la melodía es así de buscona. Y los teclados ochenteros quedan fenomenal.

RESIDENTE: RENÉ

Un ejercicio descomunal de sinceridad. De honestidad brutal, como decía aquel. Una canción de autor contemporáneo. Así son los cantautores del siglo XXI. Tan abrumadoramente personal que termina resultando universal. La verborrea de René contiene su propia música que, en este caso, suena pero de alguna manera no la escuchamos porque queda silenciada bajo el poder de las palabras. El videoclip es absolutamente conmovedor.

THE STROKES: THE ADULTS ARE TALKING

La primera década de esta centuria suena a The Strokes. Muchas de aquellas bandas se perdieron pero, como les ha ocurrido a The Killers, estos han dado este año aciago con una colección de canciones que te quedas pensando ‘joder, sí que molaban, sí que molábamos, sí que molan, sí que molamos’. Porque seguimos todos aquí y este recitado de Julian Casablancas está musicado de manera formidable, con unas guitarras sencillitas pero muy bien puestas por Albert Hammond Jr.

HINDS: GOOD BAD TIMES

No me terminan de cuadrar las Hinds, básicamente porque lo que he visto y escuchado no me ha terminado de cuadrar. Valga la redundancia. Sin más. Pero resulta que su último disco, ‘The prettiest curse’, es cosa buena. Y se abre con un temazo en la línea HAIM-Fleetwood Mac que comentábamos antes: ‘Good bad times’. Un sonido muy conseguido, unas estrofas atrayentes y un estribillo que sí que lo clava esta vez.

MILEY CYRUS: WTF DO I KNOW

El bajo recuerda al ‘Bombtrack’ de los Rage Against the Machine, con dos cojones. Luego no tiene nada que ver, pues no deja de ser una canción pop revista de pose rockera. Pero es que eso siempre estuvo bien. Porque cuando una canción pop es buena, es buena de cojones. Y todo el disco de Miley, aunque se hace un poco largo, es bien molón. Podríamos pinchar ‘Prisoner’ con Dua Lipa, pero me gusta esta como apertura.

BRUCE SPRINGSTEEN: GHOSTS

Ya dijimos en su momento que el muy buen disco de Bruce Springsteen, ‘Letter to you’, tiene trampa porque recupera tres viejas composiciones de los años setenta, cuando este muchacho componía un himno detrás de otro. Vale, aceptamos ese truquillo de trilero porque todos ganamos. ‘Ghosts’ es de las nuevas, es de ahora, y quizás no sea exactamente la mejor del álbum, pero contiene todos los elementos que le pedimos a la vida. Esto es: Bruce Springsteen & The E Street Band en su máxima expresión en 2020.

LOS ESTANQUES: NO HAY VUELTA ATRÁS

Pop progresivo psicodélico. PPP. Una banda para el que el calificativo de ‘setentero’ se queda corto porque se pasan aquella década dorada del rock por la cara. Conocen los códigos y los traducen maravillosamente en forma de canción. Les vi el otro día en el Teatro Lara y, ciertamente, aquí hay un grupo bien plantado. Vamos a regarlo bien, a cantarle y a ponerle en un lugar con una luz bonita.

ÁLVARO SUITE: TODA ESA BELLEZA

Conmoción. Toda esa belleza. Se marca aquí Álvaro un dueto con Coque Malla que te obliga a mandar callar a tu alrededor. Bueno, eso suponiendo que alguien te arrebate la atención ante semejante composición. Un punto muy Lennon, una balada sentida que va de menos a más y cuyo desenlace te deja igualmente con ganas de más. «Parecían dos aviones y no pudieron alejarse más».

BUNBURY: LOS TÉRMINOS DE MI RENDICIÓN

Ya que mencionamos a Álvaro, guitarrista de Bunbury, seleccionemos una de los dos discos que publicado este año el aragonés. Otra balada intensa que crece: «Ahora que uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose, que los extraños te tratan como a un amigo. Antes era un coloso, ahora un vampiro. Y escribo con el desorden de la urgencia».

PEARL JAM: WHO EVER SAID

Los de Seattle tienen un don innato para abrir sus discos en plan emperador. No es una excepción ‘Gigaton’, su disco de 2020, que arranca separando océanos con ‘Who ever said’. Una canción rotunda con guitarras contundentes y un bajo que vibra libre al son del tambor. La continuación son ‘Superblood wolfmoon’ nos sitúa ante un álbum imponente que luego, como ya es tradición, decae de a poquito. Pero este arranque es acelerador a fondo en primera. Es tubarro.

LA M.O.D.A.: COLECTIVO NOSTALGIA

«Solo. Creo que lo he perdido todo. La vida es suficientemente contundente como para andar llorando por ahí». Dicho lo cual, ¿qué queda y por decir? La Maravillosa Orquesta del Alcohol se reinventa, se acerca quizás al piano lúgubre de Nick Cave sin salir de Burgos. Eso es lo que les hace tan particulares como universales. Porque cantan tan hondo que somos todos quedándonos sin voz.

VIVA BELGRADO: BELLAVISTA

Atiendan. Atended. Aquí hay una banda robusta. Un rock gordo, denso y progresivo de guitarras inapelables y desgañitos varios sin obviar cierto punto melódico. «Esta mierda no se puede salvar» como mantra vital, como mensaje en una camiseta, como inscripción en una nave espacial, como llamada de auxilio. Atiendan. Atended.

AC/DC: REALIZE

Lo llevo diciendo de broma todo el año, pero el mundo necesitaba la electricidad de AC/DC. Cortocircoito de miocardio al fin. Un disco monolítico, tan inmovilista como debe ser. Que se abre con la rotundidad de ‘Realize’, con esas guitarras serrucho, esa batería inalterable en el ritmo, esos aullidos, esos coros amenazantes a lo ‘Razors Edge’. La banda que regresó de la muerte para contarlo.

THE SMASHING PUMPKINS: CYR

Iba a decir públicamente lo que digo en privado: que el disco del año es ‘Mellon Collie and the Infinite Sadness’. Pero lo cierto es que, bueno, el nuevo, ‘CYR’, no es para nada una mala cosa. Billy Corgan nunca ha dejado de componer himnos, nunca ha cesado de esa responsabilidad. Pero este álbum, aún haciéndose excesivo porque su autor es excesivo, tiene canciones que de haber salido en los noventa atesorarían otra entidad. Como esta.

PLAYA CUBERRIS: GIGANTES

Los madrileños son la esperanza del pop rock bien hecho en España. Una de ellas. A este disco le tengo cariño, ha marcado bastante mi 2020 porque les escribí varias notas promocionales y lo llevo escuchando un porrón antes de que saliera. Me gusta ‘Turín’, me gusta ‘Marte’, me gusta ‘Alta tensión’. Pero creo que la carta ganadora es la canción titular: ‘Gigantes’. Coño, la estoy escuchando de nuevo y me parece formidable en su movida.

ARDE BOGOTÁ: ABAJO

Otra canción nocturna. O sea, hay canciones que son de noche y otras de día, ¿no? ¿O me ocurre solo a mí? Ya sé que no. Hay mimbres en Arde Bogotá para que pase algo. Lo que sea. ‘Abajo’ tiene cierto ritmo tribal porque tribales en definitiva somos. Tribus aparentemente sofisticadas. «Voy a tener que arder contigo».

SYSTEM OF A DOWN: GENOCIDAL HUMANOIDZ

Miles de años de después (bueno, quince), regresaron System of a Down con canciones inéditas. Dos, concretamente. Para denunciar la guerra perpetrada contra sus ancestros en Artsakh y Armenia por Azerbaiyán y Turquía, además. La ira que se les presupone encuentra ahora un motivo para canalizarse y reventar en forma de canción.

LOVE OF LESBIAN: COSMOS

A todo se acostumbra uno. Y, llegado el caso, se acostumbra igual a que Love of Lesbian sean ese tipo de banda sonora que apunta al lado más vulnerable que todos escondemos. Solo que ellos lo sacan y lo visten bonito. «Hay veces que una canción que habla de ti le gusta a todo el mundo, menos a mí. Sé la razón, la entenderás. El daño es tan rotundo, ellos quieren más. Se lo vas a dar. Se lo darás».

MARÍA RODÉS: CARTA AL DIABLO

Es algo así como una jota, pero pop. María Rodés reivindica a las brujas como mujeres libres y adelantadas a su tiempo. Que pactaban con el diablo porque eso es en realidad lo que deberíamos todos hacer. Puestos a vendernos en un cruce de caminos, siempre mejor al mal que al capital. Que al final son la misma cosa, pero eso ya lo clamaba la Bruja Avería. ‘Lilith’ es un disco bien bonito.

SEAN FRUTOS: TU OBRA DE ARTE

En 2020 se estrenó en solitario Sean Frutos. Con un par de canciones que aparentemente no caben en Second: ‘Ilustres opinadores’ y ‘Tu obra de arte’. La segunda, una plegaria romántica, me parece especialmente inspirada: «Utilízame, transfórmame. Pero dame un beso de una vez». Recuerdo una noche que me dio durísimo con esta canción, igual fueron treinta veces en bucle. ‘La culpa no fue mía, fue de aquel estribillo, señoría’.

SIDONIE: ME LLAMO ABBA

Tenemos entradas ya compradas en segunda fila para ver a Sidonie en enero en segunda fila en el Teatro Coliseum de Madrid. Es que Bruno, a sus tres años, aparte de fan irredento de Second, lo es también de Sidonie. De manera que ‘Me llamo ABBA’ pues, como podéis imaginar, suena día sí día también en casa. Y ahora otra vez. Y así de bien estamos haciendo muchísimo ruido en la cocina.

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