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Diana Krall (2022) Noches del Botánico. Madrid

Crónicas

Como un susurro que recorre las vigilias de verano

Diana Krall deja de tocar su piano y apoya sus manos sobre sus piernas mientras contempla a su banda. Embelesada se queda mientras ellos siguen tocando. Como una espectadora más sentada en la mejor y más cara de las 2.300 butacas de las Noches del Botánico, en esta última velada del ciclo ocupadas por posaderas de personitas autoinducidas a un silencio reverencial digno del más exclusivo club de jazz del Village neoyorkino.

Flota en el ambiente cierta sensación de futura nostalgia acunada por la gentil finura de una música que invita al embobamiento colectivo. Tiene algo de melancólico el cambio de mes de julio a agosto en esta noche de domingo que de alguna manera anticipa el otoño (aún) a lo lejos. Como a lo lejos suena la ciudad ajena a las sutilezas que acontecen en este selecto oasis, en el epicentro mismo del tosco urbanismo universitario.

Minutos antes aparecía Diana Krall en escena sin ceremonia alguna, directa a su piano para cantar como si tal cosa ‘When or when’. Cuando o donde. El 31 de julio, en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII. Es de día y de noche a la vez, los más rezagados se hacen molestos caminando entre los ya sentados. Cruje el graderío metálico, se queja ruidoso a cada pisada reclamando sigilo y mutismo para poder escuchar ‘I don’t know enough about you’, ‘All or nothing at all’ o la deliciosa ‘Let’s fall in love’. Vamos a enamorarnos contra todo pronóstico: ella lo susurra, nosotros lo suspiramos en las ardorosas e interminables vigilias de verano.

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No escatiman Robert Hurst (bajo), Karriem Riggins (batería) y Anthony Wilson (guitarra) en extensos desarrollos instrumentales que mantienen al respetable en cierto estado de paz narcótica. Una suerte de hipnótica y placentera duermevela de la que salimos todos de súbito cuando Riggins nos rocía con sus portentosos redobles. Jolgorio generalizado, aplausos de reconocimiento para unos músicos que parecen tocar todo lo bajo que sea posible para generar esa sensación de necesaria cercanía para estándares como ‘I’ve grown accustomed to his face’. Su empeño es acortar la distancias y convertir esto en un club: si dejaran fumar al personal como carreteros, lo tendrían hecho.

Lejos de la estructura más pop de sus discos, esta noche las canciones fluyen aquí y allá, merodean rincones inesperados y se alargan desafiando las limitaciones comerciales de las grabaciones convencionales. Hacen ‘In the wee small hours of the morning’ de Sinatra añadiéndole una coda de ‘Another day’ de Paul McCartney. ‘Jockey full of bourbon’ de Tom Waits, ‘Devil may care’ o ‘Boulevard of broken dreams’. El sonido es perfecto, la banda lo disfruta y el público se deja llevar durante dos horas de presentación y nudo hasta llegar al desenlace con ‘This dream of you’ de Bob Dylan. Apología del cortejo y la seducción: vamos a soñarnos.

Parca en palabras y en expresar sus emociones más allá de sus interpretaciones, verbaliza agradecimientos y esa sensación compartida de que es una noche bonita con ese algo para recordar. Diana Krall es un cierre por todo lo alto para esta inabarcable edición de las Noches del Botánico. Ovación final, epílogo necesario, público puesto en pie que repentinamente cae en la cuenta de que mañana es lunes. En época estival a muchos les da igual, pero a algunos se les acaba aquí la ensoñación dominical. Toca plegar, pero la letanía musical aún gustosamente les acompañará.

Fotos de Víctor Moreno – Noches del Botánico

Se acaban las Noches del Botánico, decíamos. Mes y medio de conciertos en un recinto ciertamente envidiable. De los mejores de Madrid, si no el mejor. Un lugar elástico que tan pronto es un garito de rock con Burning y Los Enemigos como un club de jazz con Diana Krall o Herbie Hancock. O un hotel de Las Vegas con Tom Jones o un festival con Wilco. Ha habido de todo. Las Noches del Botánico pueden ser cualquier cosa porque no les gobierna un estilo en particular, sino una aspiración difícil de empatar: la calidad. El año que viene, más.

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