Aquí tienes a tu banda de rock
Que si el rock está muerto, que si es cosa de viejos. Cuando, en realidad, alguien tiene que decírtelo: el que vive enterrado eres tú. Pensaba que no podría estar en este concierto, te surrondean las responsabilidades más impensables e irrenunciables a partir de cierta edad. Y tan rock es lo que pasa fuera de una sala de conciertos como lo que ocurre durante ese rato sobre el escenario. La vida es rocanrol, yo así lo creo, solo que hay noches en las que una banda sublima eso con canciones y es entonces cuando todo cobra sentido. Si acaso algo lo tiene.
La cosa es que llegué. Escuchando ‘Big city nights’ de Scorpions con las luces de la ciudad difuminándose por la calle Princesa. Un sábado de locos, uno de tantos. Con un concierto de Whisky Caravan como colofón. Fiesta mayor. Así deberían ser todos los sábados de nuestras vidas. Un compendio de energías y emociones que explotan en un instante determinado hechas canciones cantadas con unas y con otros. Es, palabras más, palabras menos, una definición acertada de estar vivos.
Himnos, determinación, la hondura de las Gibson Les Paul y algún teclado. ‘Nosotros contra el resto’ (esta noche con Emi de Lavida como invitado). Héroes del Silencio, sí, también, imposible quitarme eso de la cabeza, pero tampoco quiero hacerlo, porque es bueno. Que nadie se me enfade, porque entonces me enfado yo, estamos hablando con códigos compartidos. Igual ha llegado el momento, igual, digo, de que tomemos por bandera a todas las nuevas bandas que están dejándose la vida haciendo canciones y que suenan a lo que sonaba el mundo cuando así lo aprendimos. Whisky Caravan es una de ellas y su nuevo disco, ‘Imaginaciones‘, sigue lo que quedó pendiente después de la avalancha. Igual, digo, es una afirmación inapropiada por elevada y comparativa, pero a mí aquellos me cambiaron la vida y estoy dispuesto a darles la oportunidad a estos para que me la cambien.
¿Habéis estado en los cerros de Úbeda? Se ve todo con cierta perspectiva desde aquí. Y como alguien anoche sacó cierto tema de las bandas tributo, quiero aclararos que esas no os van a hacer sentir lo que sentíais. Tu ex tampoco va a hacerte sentir una noche disparatada lo que sentías. Os engañan. Nos cuelan trolas. Solo van a conseguir que os sintáis todavía más viejos. Muertos. La única posibilidad que tenemos de recuperar aquello que fuimos es reflejarnos en las bandas que bebieron de la misma fuente que nosotros. Construir una relacion duradera con otras nuevas canciones es lo que nos hará libres. Que nos recuerden de donde venimos, vale. Y que nos alumbrarán, de camino desde el camerino al escenario, con una linterna el suelo oscuro sobre el que caminamos. Vivir así es morir de rock.
Whisky Caravan son tu próxima banda de rock, solo que no lo sabes. Nunca sabes nada porque crees que lo sabes todo. Es el signo de los tiempos descreídos. Y presentan su nuevo disco, ‘Imaginaciones’. Están en ruta desde ya y, a tenor de lo visto en Madrid, deberías considerar la posibilidad de incluirlos en tu agenda. Un huequito. Un ratito. Un suspirito. Quizás un temarraco como ‘Escombros’. O ‘Días de niebla’, ‘Larga carretera’, ‘Aviones’. Todos necesitamos ‘Algo en que creer’ que, por cierto, aparte de una frase hecha, en este caso es un pelotazo muy serio.
Suena la banda más que contundente. El volumen está altísimo, algo enmarañado a ratos. El gentío entregadísimo. Porque son estos uno de esos grupos que igual, digo, igual, no conoces todavía, pero quienes ya conocen lo hacen muy a fondo. Hay una comunidad fiel y variopinta en edades y estilismos. Gente que levanta el puño, se toca el corazón, se menea percutivamente y trasiega cervezas con holgura. Encuentros inesperados, algún que otro descubrimiento tarareando en los baños. Nada de eso pasa en el salón de tu sofá donde nunca pasa nada porque, claro, no tienes una banda de rock. Apadrina una banda de rock y luego me cuentas. Lo hagas o no, nosotros seguiremos aquí, ‘Los últimos en pie’.
Jim Morrison nunca abandonó el edificio a lo Elvis, recorre el mundo en una caravana bebiendo whisky y riéndose de todos nosotros. Motivos tiene. Esta fue la primera vez que pude ver a Whisky Caravan, algo largamente inútilmente intentado. Sabía que iba a ser exactamente así, como imaginaba que sería y fue. Una banda de rock que sabe que lo es y como tal actúa, que se ha ganado todo lo que tiene y aún así sigue siendo insuficiente. ¿Sabes cuando te regalan una pelota y acto seguido pretenden que seas futbolista? Pues aquí tienes a tu nueva banda de rock. Decide tú lo que eres capaz de hacer con ella. Pero no digas que no existe, no digas gilipolleces. Concedo a muy regañadientes que el rock no sea el futuro, disiento, pero está vivo, yo lo he visto. Ven, tú.
