The Cranberries (2012) Palacio Vistalegre. Madrid

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Apología del gorgorito y el estribillo comunal con The Cranberries en Vistalegre

Lugar: Palacio Vistalegre. Madrid
Fecha: 5 octubre 2012
Asistencia: 6.000 personas
Artistas Invitados: Lazy
Precio: Desde 35 euros
Músicos: Dolores Mary Eileen O’Riordan Burton (voz y guitarras), Michael Gerard Hogan (bajista), Noel Anthony Hogan (guitarras), Fergal Patrick Lawler (baterista)

Setlist: Analyse, Animal Instict, How, Just My Imagination, When You’re Gone, Wanted, Waltzing Back, Schizophrenic Playboys, Put Me Down, Ordinary Day, The Journey, Ridiculous Thoughts, Shattered, Empty, Twenty One, Losing My Mind, Linger, Tomorrow, Show Me, Salvation, I Can’t Be With You, Promises, Conduct, Zombie, Dreams

No son los Cranberries el grupo del que todo el mundo habla hoy en día, obviamente su momento de gloria ya pasó, pero siempre tendrán una base de fans que les apoye hasta el cinematográfico final a lo Thelma y Louise en el que decidan despeñarse por algún anguloso precipicio de la siempre brava costa irlandesa. Directitos al vuelo final van, pero antes pasaron este viernes por Madrid para deleite de las 6.000 personas que no llenaron el Palacio Vistalegre.

Separados en 2002, el tirón de su anterior visita con la gira de reunión, en marzo de 2010, fue superior, registrando en este mismo recinto madrileño una entrada con menos asientos verdes sin ocupar en las gradas. Y eso a pesar, o tal vez precisamente por eso, que en febrero de este año editaron un nuevo trabajo de estudio, ‘Roses’, el primero en toda una señora década. A tenor de la respuesta del público al nuevo material, ciertamente se podrían haber ahorrado el tiempo y el esfuerzo.

Porque Cranberries marcaron la última década en la que el pop significada melodías y buen gusto. En los noventa encadenaron un éxito tras otro y dominaban la radiofórmula con insultante soltura. Tan salvaje fue su reinado que ya nunca podrán escapar de él, y por mucho que quieran progresar como músicos, estarán para siempre atados a la gramola de canciones coreables que casi sin darse cuenta fueron creando en sus mejores días. En esta gira se dedican a tocar sin transmitir gran cosa, la verdad, con una profesionalidad intachable pero una falta de chicha también evidente. Por momentos Dolores se pasea por el escenario cantando como quien pasa el plumero por el salón de su casa un sábado por la mañana pensando en sus cosas.

Y es que plantear un concierto para un grupo de hits como los Cranberries son debe ser la leche de sencillo. Poco más o menos como planear matar a alguien disparándole a bocajarro con una pistola a medio metro del pecho. Si fallas sabes que será porque en ese momento se cruzó un ángel, o simplemente porque no era su momento. El rodillo de los hits avanza inapelable, y así tiene que ser para un público esencialmente treinteañero de ese que se tira encima minis de cerveza de a ocho euros y van a pedirse otro de recambio sin perder la sonrisa.

Es viernes en la noche y la gente quiere corear, la gente quiere escapar, algo que sencillamente ocurre gracias a ‘Analyse’, ‘Animal Instict’, ‘Just My Imagination’ o la sentida ‘When You’re Gone’. El material nuevo provoca una inquietante indiferencia a partir de la sexta fila de apiñados fanáticos, a pesar de que ‘Tomorrow’, ‘Losing My Mind’ o ‘Schizophrenic Playboy’ para nada deslucen el repertorio. Más sangrante es que Dolores Mary Eileen O’Riordan Burton meta dos canciones de sus escarceos en solitario, ‘Ordinary Day’ y ‘The Journey’, dejando fuera algunos himnos sin duda necesarios (como ‘Ode to my Family’ o ‘Free to Decide’).


El sonido en Vistalegre es tan saturado como de costumbre, aunque al menos esta noche no es peor que el tubarro trucado de una Bultaco. Tras una primera hora relativamente anodina que mantuvo al público en el concierto por los pelos a base de coletazos, la velada se parte en dos a partir de ‘Ridiculous Thoughts’, ‘Empty’ y ‘Twenty One’, cuando más de uno se pone premeditadamente intenso. El techo de Vistalegre es verdaderamente horrible, pero aún así hay quien mira hacia arriba y trata de hacer pucheros con pose sentida mientras recita ‘Linger’ suavemente. El grado de realismo ya es cosa de cada cual.

El tramo final lo dominan ‘Salvation’, ‘I Can’t Be With You’ y la épica desatada de ‘Promises’, ‘Zombie’ y ‘Dreams’. Toda una lección de rock de estadio que te hace corear o qué mierda haces aquí hijo de la gran puta, con manitas al aire y toda esa parafernalia no por mil veces repetida menos cierta y efectiva. Cerca de dos horas para un recital correcto, que por una vez en la pista sonó decente, aunque dejó un tufo a profesionalidad que no mola nada, pues la música en vivo no es eso, sino que es miedo y asco, desfile en el alambre, vísceras y sudor frío. Con olor a arándanos en este caso.

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3 thoughts on “The Cranberries (2012) Palacio Vistalegre. Madrid

  1. ¿¿Miedo y asco?? Jajaja, claro que pusieron pasión en el concierto, y por supuesto PROFESIONALIDAD de la necesaria en los GRANDES GRUPOS. Aunque creo que el exceso de profesionalidad es el tuyo con esta crónica, tan injusta como irreal.. Pero claro, para hacer una crónica guay hay que ser un tipo duro e incorrecto. En fín…
    ¿Qué le importará cómo es le techo de Vistalegre a quienes quieran saber cómo estuvieron The Cranberries ayer? ¿Estás seguro que estuviste en el mismo concierto que las otras 6000 personas que salieron encantadas con el RECITAL de Dolores y compañía? Ella no paro de animar en toda la noche al público, bailando desde la primera a la última nota, teniendo decenas de guiños con todos los que se lo pedían desde 1a fila.
    Si te gustan las cutradas improvisadas o metaleras.. te equivocaste de sitio David Gallardo.
    Si te gusta el sonido de un grupo que siente lo que hace y que lo ejecuta de la mejor manera posible, entonces no entiendo esta crónica tan irreal.
    Por cierto, The Cranberries no son el grupo del que actualmente se hable… por suerte! Pero si un grupo que siempre estará en la HISTORIA DE LA BUENA MÚSICA, con un sonido tan actual como cuidado.
    Una ultima cosa… Roses… evitable?? Número 6 en la primera semana en Canada, Top 20 en Reino Unido e Irlanda, Top 10 en Polonia… Pregunta por ahí, y no limites tu razonamiento a lo local… Gracias!

  2. Yo no veo esta crónica lejos de la realidad. Para mí este grupo es como de la familia, toquen el setlist que toquen (ciertamente sus escarceos en solitario o el nuevo disco me dan bastante igual, sobretodo si tienes tantísimo material anterior que es la santa hostia) me va a parecer bien, pero a Dolores se la notaba plof, sin querer gastar más energía que la justa, y con el ánimo justo. No cantó desde una cama ni desde una silla, pero para quien ha visto a esta gente en otros conciertos otros años (aquí la menda) la diferencia fue abismal.

    Aún así las cosas como son: "Empty" o "Twenty One" fueron SORPRESAZAS cojonudas.

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