Muerdo (Pascual Cantero, Murcia, 1988) publica este viernes ‘La sangre del mundo’ (Warner Music, 2021). Un nuevo disco qué él mismo describe como un viaje por el sur de Europa y el sur de América, y en el que actualiza su sonido adentrándose en derroteros electrónicos. Charlamos de esto, de aquello, de lo de más allá y de lo que surge.
Hola, Pascual, hola Muerdo. ¿Qué tal vas? Para empezar, una que puede ser fácil o difícil según te líes tu solo, jeje. ¿Qué es esto de ‘La sangre del mundo?
Pues es complejo, es complejo… (risas). Es mi nuevo disco, eso sí. Que sale el 5 de marzo y lo presentamos por streaming para todo el mundo el 18 de abril. Lo hicimos durante todo el 2020 en Argentina, porque allí me tocó vivir toda esta historia pandémica. Hemos sacado varios adelantos y por fin lo vamos a entregar por completo.
Recuerdo lo que comentas de Argentina de hablarlo con gente de Warner, hace ya casi un año. Te pilló allí y allí te quedaste, ¿verdad?
Tenía dos conciertos grandes programados en Santiago de Chile y en Buenos Aires en marzo. Toda la pandemia me agarró en Argentina sin poder viajar ni volver a Europa. Me quedé entre comillas atrapado, de manera que me puse a grabar este disco. Que por eso ya de por sí tiene una historia muy particular detrás.
¿Es un disco argentino entonces?
Algunas canciones vienen de ideas anteriores, porque siempre voy acumulando. Pero la gran mayoría son escritas en 2020 allí, sí. No es que tengan una relación directa o hagan alusión a la pandemia, pero sí es cierto que a todos nos ha dado un tiempo y un espacio de introspección inusual. Y yo he podido volcarlo en estas canciones.
«Estamos ahora mismo bombardeados con negatividad y noticias chungas que nos bajan la energía, que nos hacen vibrar en una frecuencia bastante baja»
MUERDO
Que no hablan de la pandemia, eso es. Porque este disco aporta un punto diferente que viene muy bien ahora. ¿Dirías que es optimista? A mí me parece que aporta luz al momento actual de incertidumbre
Yo creo que sí también, que es muy luminoso. Aunque también tiene sus claroscuros, porque tiene tal profundidad que no queda exenta de cierta oscuridad. Pero es luminoso y positivo porque estamos necesitados de mensajes luminosos y positivos. Estamos ahora mismo bombardeados con negatividad y noticias chungas que nos bajan la energía, que nos hacen vibrar en una frecuencia bastante baja. Y eso hace que atraigamos también cosas en esa frecuencia baja. Este disco te pone a vibrar un poco más alto y trata de buscarle un sentido a los obstáculos. No se trata de obviar las movidas chungas, sino de darles una utilidad en nuestro camino.
Hay mucho mensaje de salir adelante en las letras que casan muy bien con el momento presente colectivo
No me gusta generalizar, siempre escribo en primera persona. Las canciones para mí son mi terapia. Pero a todos nos asaltan las mismas emociones, los mismos miedos y dolores, y eso hace que sean extrapolables. Espero que la gente resuene en esas historias que me pasan a mí.
Musicalmente, el disco es un viaje por el sur de Europa y el sur de América. Eso son muchos kilómetros por lugares muy diversos. Y ese es el resultado.
Es muy heterogéneo, pero con un denominador común: los géneros latinoamericanos vistos desde una perspectiva mediterránea. Ese viaje que ya hicieron muchas coplas desde el puerto de Cádiz en los primeros años colonizadores en los que los palos flamencos iban a América y volvían contaminados de guaracha o de son cubano. Ese concepto de los cantos de ida y vuelta es extrapolable a mi música, que es un pequeño acercamiento al folclore latinoamericano pasado por un filtro actual y con mi identidad propia del sur de España. Con todo lo que eso conlleva.
Y todo eso está muy equilibrado además con una producción que tiende más que nunca a la electrónica. Ese es otro lugar que intentas descubrir por vez primera
Ha sido un acierto incorporar sonidos más actuales, en el sentido de que son instrumentos sintéticos o virtuales. Nunca lo había hecho, hasta ahora todo eran instrumentos tocados por un ser humano, jaja. Ahora también los toca un ser humano pero parten de un punto más virtual. Nunca habíamos metido sintetizadores, programaciones electrónicas o loops. Yo he ido a bailar minimal tecno, he ido a raves a bailar drum & bass, pero no estaba reflejado en mi música.
Todos los que amamos la música, por lo general, escuchamos de todo y podemos disfrutar con géneros muy diversos. Pero es muy fácil encasillarse como oyente y también como intérprete.
Faltaba cierta coherencia entre la música que hago y la que escucho en el día a día. Creo que por eso nos hemos atrevido a hacerlo. Pero a nadie le va a asustar y va a decir ‘hostia el Muerdo se ha puesto a hacer trap’, eh. No es eso, jaja.
De los instrumentos más orgánicos, por así decirlo, enumérame los que recuerdes. Así, como un juego, sin pensarlo. Porque hay un montón…
Pues hay charangos, cuatro venezolano, bombo legüero, cabasa, incluso caracolas de estas tribales que soplas y suenan… A nivel de instrumentos de percusión hay muchísimos, hasta la quijada de un caballo. Y flautas andinas. También hay samplers de voces tribales, que forman parte de un trabajo de investigación del productor del disco, Diego Pérez, en comunidades guaraníes del norte de Argentina.
¡Es más complicado meter y ordenar todos estos instrumentos que los arreglos electrónicos!
¡Claro! Y hacer ese híbrido. Filtrar lo suficiente una caracola para que de repente parezca el sintetizador más cool del mercado. Partir de sonidos orgánicos para transformarlos en electrónicos ha sido también el procedimiento.
Hablemos de las colaboraciones. Muy diferentes
Muy diferentes y muy gourmet. Y sobre todo que son las que necesitaban las canciones, nada enfocado al marketing. Pero ciertas canciones pedían ciertos matices sonoros y todos están ahí por lo que aportan a nivel vocal y de identidad. Y todos son amigos, con lo que ha sido muy fácil reunir al Niño de Elche, Perota Chingó, Lido Pimienta…
¿Te sorprende la relación tan brutal que tienes con América Latina? Es que además parece que va a más
Lo que nos ha pasado ha sido muy loco. Nos pasamos ocho años picando piedra en Madrid para vender mil entradas, y luego llegamos a Buenos Aires en el tercer viaje y vendimos 2.000. Es bastante fuerte. Y ocurre paralelamente también en Chile y Colombia. Pero nos gustaría seguir ampliando.
«Muerdo no está pensado para tener un éxito masivo en España. Tiende más bien a un éxito global aunque sea moviéndose en la escena independiente»
MUERDO
Ahora mismo yo creo que habéis difuminado todas las fronteras
Muerdo es un proyecto global, no un proyecto local. No está pensado para tener un éxito masivo en España, tiende más bien a un éxito global aunque sea moviéndonos en la escena independiente o underground. Para final de 2021 tenemos una propuesta muy interesante en Estados Unidos que ojalá se pueda materializar. Queremos ir hacia la globalidad.
Igual es que Madrid no estaba preparada para Muerdo todavía, jeje
Madrid nos va de puta madre y también en otras ciudades españolas. Estoy muy contento con eso. Pero estoy más contento todavía con que me vaya bien no solo en España. Y me hace saber el poder que tiene el público: muchas veces te encuentras con la indiferencia de ciertos medios o plataformas, pero si cuentas con un público que te respalda es cuando te dices que igual hay gente que no está haciendo bien su trabajo.
Como proyecto global, supongo entonces que los planes pasan por llegar tan lejos como sea posible con este disco. Si nos podemos mover, claro
Tenemos varios festivales cerrados para el verano en España y la gira de salas cerrada a partir de octubre. Pero está todo muy condicionado por lo que pase con la pandemia. Los festivales no están anunciando nada ahora mismo, pero a ver qué pasa.
Por esta incertidumbre presentas el disco el 18 de abril en un concierto en streaming desde Estudio Uno, en Madrid. Es algo nuevo, supongo que por eso tiene su cosa también
Para que el streaming tenga sentido hay que aprovechar la oportunidad. Vamos a hacer algo que no hemos tenido tiempo hasta ahora, que es crear un concepto estético interesante que complemente lo musical. Al grabarlo desde Estudio Uno, podemos hacer más que un concierto un espectáculo. Con una gran producción audiovisual que hacen ‘Las del cine’ con varias cámaras. Es algo muy especial porque es tocar en vivo por primera vez las canciones del disco aunque sea sin público físico. Y nos encantaría que nos siguiera gente de todo el mundo. La idea es ver cuantos nos podemos juntar a través de internet.
Es otro tipo de desafío que puede ser interesante, pero que no tiene demasiado que ver con un concierto al uso
Claro. Estamos deseando volver a tocar como antes. Aquí donde me ves, rollo cantautor, yo me tiro al público y todo. Soy un canalla, jeje. Y yo quiero que vuelva eso, pero veremos. Los conciertos con la gente sentada tampoco son lo mismo, pero nos adaptamos.
Con este panorama en el que nos encontramos y con un disco nuevo que ofrecer al mundo, ¿qué sería un éxito para Muerdo en 2021?
Este es el quinto disco y ya he aprendido a manejar la expectativas. Uno tiene que saber lo que puede esperar, porque así lo que venga será una sorpresa maravillosa. En mi caso, creo que estoy haciendo una carrera muy de paso a paso, ganándome un respeto por lo que hago. Nunca he pretendido ser un artista masivo, por lo que no espero ser número 1. Pero sí espero que cada vez me conozca más gente y me genere trabajo. Poder seguir haciendo esto que es mi vida es el éxito.
