Javier Gurruchaga: «Estamos en manos de políticos inútiles»

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La Orquesta Mondragón presenta sus nuevas canciones el 29 de abril en Madrid

‘El Maquinista de la General’ es el nuevo trabajo de la Orquesta Mondragón, fruto de dos años vividos intensamente en México por su líder, Javier Gurruchaga, quien partió hacia el país americano buscando un «cambio de aires». Desde la distancia reconoce que las cosas «se ven de otra manera» al regresar, y habla de «comportamientos ridículos en los políticos». «Sin decir nombres, estamos en manos de verdaderos e importantes inútiles en general», lamenta.

«Hay una clase política muy mediocre, gris y tontorrona, con guerras de párvulos absurdas. Desde lejos lo ves todo con otra distancia y relativizas, pero la clase política deja bastante que desear», afirma el donostiarra, que presentará sus nuevas canciones, siempre sin olvidar los viejos éxitos, el próximo 29 de abril en el Teatro La Latina de Madrid.

– ¿De dónde nace la idea de este disco? ¿Qué hay en él?
El proceso empezó en 2008 en México, adonde fui a cambiar un poco de aires. Surgieron ideas empapadas por la realidad mexicana, los trenes y por Buñuel, que es un puente entre México y España, y salió un disco con rock, tex mex, blues, ranchera e incluso el mambo más feroz. Pero la base es más rockera que nunca, y ahí hay canciones junto a Molotov, Rafael Mendoza y Jaime López. También tiene guiños a los Beatles, a Elvis. El disco es el producto de dos años viviendo en México, un país muy rico con gente muy apasionada, y que tiene mucha empatía con España.

– Has pasado un tiempo alejado del foco mediático español. ¿A qué te has dedicado, a qué te dedicas?
He hecho doblaje, cine, teatro… me gustaría hacer pronto un musical con estas nuevas y con canciones más viejas de la Orquesta. Pero lo más inmediato es una obra con Charo López, ‘La Carcajada Salvaje’. Hasta con Sara Montiel he coincidido en ‘Abrázame’, una película de Oscar Parra.

– Tu último disco hasta la fecha es ‘El blues de Don Quijote’, de 2005 ¿Sacar un disco es algo quijotesco hoy en día?
El disco lo he hecho porque tenía ganas de hacer canciones nuevas aún sabiendo que hay una gran crisis en el medio porque no se vende. Pero es una forma de presentarte en directo, contar cosas y estar en el escenario. Es mi disco más maduro, con cierto humor negro mexicano, y las canciones hablan de soledad y violencia, por ejemplo. Son temas que tocan otras fibras y es un disco reposado en su elaboración. También me marcó la muerte de mi padre y de amigos cercanos en este tiempo. No es sólo un pretexto para estar de nuevo en la carretera, sino que tenía algo que contar.



– ¿Tienes planes de gira más allá del concierto de Madrid?

Giras hacen los Rolling Stones… jaja. Si puedo haré una serie de conciertos, lo de las giras son otros tiempos para la lírica. El día 29 daremos lo mejor de nosotros en ese concierto. Estarán las canciones más reconocibles, estas nuevas, habrá versiones. En todo me ayudará Borja Cobeaga, en un homenaje a su tío, Juan Carlos Equillor, colaborador mío desde el principio en escenografías y dibujos animados con su pop disparatado de Bilbao, fallecido hace tres semanas.

– ¿Cómo ves el tema de internet y las descargas? Ha cambiado todo mucho desde que empezaste en esto del entretenimiento…
Ha cambiado todo mucho desde que empecé, es cierto. Debería codificarse, mirarse más con lupas todo el tema de las descargas. No hay una política contundente, y aunque hay gente con opiniones más abiertas, yo creo que debería codificarse un poquito mejor todo. Pero no sé decir cómo ni en qué cantidad. Estamos un poco desconcertados, desorientados y blandos.

– ¿Cómo se ven las cosas desde la distancia mexicana?

Cuando uno va y vuelve ciertas cosas se ven de otra manera. Por ejemplo veo comportamientos ridículos en los políticos, con una clase política muy mediocre, gris y tontorrona, con guerras de párvulos absurdas. Lo ves todo con otra distancia y relativizas. Sin decir nombres, estamos en manos de verdaderos e importantes inútiles en general, y la clase política deja bastante que desear.

– La televisión va de mal en peor. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

En la televisión hay de todo, pero ahora se hace un tipo de tele muy poco imaginativa. Interesa la preocupación morbosa, el destroyer general del ser humano, ver qué mal le va al otro. La tele no se puede ver, yo veo muy poca, desaparecen programas superados por realities de todo tipo, algo que pasa también en México y en otros países. Está cayendo una importante de lo políticamente correcto y cuanto más basuril mejor. Es un horror en general, aunque algunas islas hay por ahí.

– ¿Lo mismo pasa con la música?

Oigo algunas cositas interesantes, muchas no tanto, y poco más. Me gustan nuevos crooners como Michael Buble, pero este es un momento un tanto desorientado, en el que lo que se oye no es necesariamente lo que a mi me gusta, pero that’s life. Me sigo refugiando en David Bowie, Ella Fitzgerald, Billie Holliday, las orquestas de los cuarenta como la de Duke Ellington, o compositores rusos del siglo XIX.

– ¿Qué sería para ti un éxito con esta nueva etapa musical?
Uno busca que al público le agraden sus propuestas, que haya una respuesta recíproca y simpática, hacer un buen espectáculo. He hecho las canciones con la mejor de las voluntades. Al final se trata del mero disfrute de cantar sobre un escenario, que es maravilloso.

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