Veintiuno: «Las grandes historias de la música son de gente que se obsesionó hasta crear un sonido propio»

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Veintiuno es una joven banda toledana que publicó en otoño su primer álbum, Nada parecido, con el que ya han recorrido buena parte del territorio español presentando su rock épico sin etiquetas y sobrado de músculo. «Nos gusta sonar grandes», admite a Mercadeo Pop el vocalista y teclista Diego Arroyo.

«Si te gusta hacer música grande… es peor ser un grupo grande que tiene que sonar a estadios porque sí, que no hacer música grandilocuente que te guste porque no vas a sonar en esos sitios grandes», plantea, para añadir: «Es más puro intentarlo de base que buscarlo porque tienes que satisfacer a cierto tipo de público».

Y así es, con la música que les sale, con la que Veintiuno han ido creciendo concierto a concierto hasta llenar a llenar dos noches consecutivas la Sala El Sótano de Madridel pasado mes de febrero. Un punto al que han llegado gracias a una indudable «cabezonería» que roza lo suicida.

«Cuando eres un grupo pequeño o te encabezonas o te dan golpes por todos lados», recalca con una sonrisa seria el batería Pepe Narváez, antes de que tome la palabra el bajista Yago Maister: «Siendo una banda de Toledo la verdad es que hemos salido muy bien parados de muchos concursos y llegamos a tocar también en el Arenal Sound».


Con esta premisa no sorprende que la dinámica del grupo sea la autogestión, algo que según Narváez «efectivamente quita muchas energías pero también da muchas alegrías cuando compruebas que las cosas funcionan». «Da pequeños triunfos. Si trabajas con mucha infraestructura es bonito, pero si lo haces tu solo, es aún más bonito», tercia Arroyo.

Volviendo sobre el sonido de la banda, todos admiten ciertas influencias de grupos como Bastille e Imagine Dragons (y Muse, aunque también otros más ‘clásicos’ como Queen, Simple Minds o incluso Spandau Ballet) en aspectos tan poderosos como la percusión, si bien apostilla que esto también está presente en los discos «producidos por Bob Clearmountain en los ochenta».

Además, apunta a influencias «negroides como el sonido Motown o el de Mineápolis también en los ochenta», para después plantear que en España quizás estemos un poco consumidos por cierto tipo de música indie que, junto a los «ritmos ska, el ‘garage’ sucio y los sintes y palmeras, lo copa casi todo». «Pero se pueden hacer otras cosas», apostilla Arroyo.

«Es que las grandes historias de la música están minadas de gente que se obsesionó hasta el punto de crear un sonido propio y ser ellos mismos, sin ser como nadie», recalca el vocalista recordando a Sting y Bruce Springsteen, para después añadir que «el éxito a los 22 años es para la boyband de cada época». «El éxito es hacer lo que te gusta y conseguir seguir haciéndolo», sentencia.

Con este lema como bandera, Veintiuno sigue en la carretera con una gira que sin prisa pero sin pausa acaba de visitar el SanSan Festival de Gandía y que tendrá otra parada en Talavera de la Reina (8 de abril en el Beerlin).


ENTREVISTA PUBLICADA ORIGINALMENTE POR David Gallardo EN EUROPA PRESS
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