– Van Halen (1995) Palacio Deportes. Madrid

Crónicas

Lugar: Palacio de los Deportes (Madrid)
Fecha: 14 junio 1995
Asistencia: 6.000 – 7.000 personas
Artistas Invitados: Pretenders, Lizard
Precio: 3.000 pesetas

Músicos: Sammy Hagar (voz y guitarras), Eddie Van Halen (guitarras), Michael Anthony (bajo), Alex Van Halen (batería)

Set list: Intro, The Seventh Seal, Runaround, Best Of Both Worlds, When It’s Love, Dreams, Ultra Bass – Michael, Aftershock, Drum Solo – Alex, Can’t Stop Lovin’ You, Panama, Feelin’, Eagles Fly, You Really Got Me, 316 – Edward Guitar Solo, Why Can’t This Be Love, There’s Only One Way To Rock, Jump, Don’t Tell Me (What Love Can Do), Right Now
(fuente:
http://metalpriest.wanadooadsl.net/Setlists/VanHalen1990.htm#Jun14,1995)

Madrid tuvo que esperar veinte años -hasta 1995- para acoger por primera vez un concierto de los norteamericanos, quienes aprovecharon la edición de su disco ‘Balance’ para alejarse de Estados Unidos, donde son auténticas leyendas, y adentrarse en la lejana Europa. A lo largo y ancho del continente protagonizaron una especie de festival itinerante junto a Ugly Kid Joe (disfrutando del éxito de ‘Everything About You’ por aquel entonces) y a Bon Jovi, que ejercían como cabezas de cartel debido a su incontestable tirón.

La de Madrid, sin embargo, fue una apuesta personal de Van Halen, puesto que para esta fecha se desmarcaron de las dos bandas mencionadas y se montaron su propio concierto, en esta ocasión junto a Pretenders y Lizard.
Creo que esta ha sido la única ocasión en la que he comprado alguna camiseta del ‘merchandising’ oficial de un grupo, por la nada despreciable cantidad de 3.500 pesetas. Todavía hoy la conservo en relativo buen estado…


Al día siguiente, EL MUNDO, publicaba una interesante crónica sobre lo que se pudo ver en un Palacio de los Deportes con poco más de media entrada.

LIZARD / PRETENDERS / VAN HALEN (***)
Pesos pesados
MAURILIO DE MIGUEL

DOS grupos insignia de la década anterior se daban cita ayer ante el público de la capital. Hace no mucho, tanto Pretenders como Van Halen se hubieran bastado a sí mismos para batirse como gladiadores en la arena, sin más cabezas o colas de cartel. Ahora, aparte de tener que ceder el protagonismo de la feria a gentes como Bon Jovi (lo hicieron en Barcelona), ya no disfrutan de las generosísimas capacidades de convocatoria de antaño. El negocio del espectáculo está en crisis y prueba de ello es que, ya sin Bon Jovi, Van Halen y Pretenders juntos no llenaron a rebosar el Palacio.

Tras la actuación del grupo Lizard como telonero, Pretenders se encargó de abrir fuegos pop, para calentar los ánimos a los huestes de los hermanos Van Halen. Fue el suyo un concierto en el que la gente entró al trapo coreando los estribillos del más refinado pop que se escribió en los años 80. Sonó el vibrante órgano en las oberturas de sus himnos, sus «riffs» lucieron tan frescos como si acabaran de ser ideados y la voz de Chrissie Hynde se elevó a los cielos rasos del Palacio como en los mejores tiempos, como cuando hace años tocaron en un estadio de fútbol madrileño hasta ganarle aplausos a los mismísimos U2. Por Chrissie Hynde y sus viejas canciones parecen no haber pasado los años. Lo suyo fue, ha sido y será mucho más que pop-rock vegetariano…

Tarro de esencias melódicas, inflexiones increíbles de voz e incluso bases rítmicas cristalinas. No había tiempo para bises y Pretenders se despidieron con apenas una hora de concierto, los puntos sobre las íes a cerca de como acuñar canciones para los anales y toda una demostración de ligereza de movimientos por parte de su vocalista. Por su dieta nutritiva y sus preocupaciones medioambientales, catalizadoras de un sonido «ecológico» de cara a la oreja, Chrissie Hynde parece dispuesta a esperar sin prisas su momento de no envejecer… A la vuelta de los años, veremos si las generaciones más jóvenes la sobreviven.

Y eso va también por Eddie Van Halen, un pionero de la guitarra eléctrica. El holandés errante y su hermano Alex trataron de dejar bien alto el apellido, con el mínimo de parafernalia y efectos, en cuarteto. Su tanqueta Hard se sostuvo, mientras Eddie buscaba deslindarse de la guitarra rítmica para apoyarse en dibujos.

La gimnasia y la gesticulación la puso en el concierto de Van Halen su cantante, Sammy Haggar. Por su parte, Eddie, con espacio para saltar de vez en cuando en su particular «rayuela», puso la ciencia. Lo suyo es flema y virtuosos toques marca de la casa, que para vender imagen troglodita ya está su bajista, por cierto, nada manirroto. No se trataba de hacer temblar la tierra con el poder del «metal», sino de ofrecer un buen concierto, de sonido fluido y justo en decibelios.

En la revista musical gratuita Los+Mejores, prácticamente decana en Madrid, se publicó toda una página sobre este concierto (gracias a Jon Marin por el documento):

La web oficial de Van Halen: http://www.van-halen.com/

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