U2 (2010) Estadio de Anoeta. San Sebastián

Crónicas

Lugar: Estadio de Anoeta. San Sebastián
Fecha: 26 septiembre 2010
Asistencia: 40.000 personas
Artistas Invitados: Interpol
Precio: 62,50 euros
Músicos: Bono (voz, guitarra y armónica), The Edge (guitarras, coros y teclados), Adam Clayton (bajo) y Larry Mullen Jnr (batería y coros)

Setlist: Return Of The Stingray Guitar, Beautiful Day, I Will Follow, Get On Your Boots, Magnificent, Mysterious Ways, Elevation, Until The End Of The World, I Still Haven’t Found What I’m Looking For, Spanish Eyes, Mercy, In A Little While, Miss Sarajevo, City Of Blinding Lights, Vertigo, Crazy Tonight / Relax, Sunday Bloody Sunday, MLK, Walk On / You’ll Never Walk Alone, One, Amazing Grace (snippet) / Where The Streets Have No Name, Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me, With Or Without You, Moment of Surrender





Joder, pero si yo lo tenía todo ya decidido. Había pensado muy bien las palabras y lo había ensayado varias veces. Sería difícil, pero la nuestra era una relación ya desgastada por el paso del tiempo, que había perdido la magia y no tenía sentido prolongarla más. Ya sabes, el típico «es que ya no me emocionas como antes, es que necesito probar otras experiencias, con otra gente, pero podemos seguir siendo amigos…» Incluso he llegado en varias ocasiones a negarle varias veces, a decir que había otros que me gustaban más, y tal vez incluso lo haya pensado de verdad.

Precisamente por eso acudí a Donosti con la firme intención de dejar atrás todos estos años que tienen a U2 como banda sonora para lo bueno y para absolutamente todo lo malo. Como quien abandona a su novia de toda la vida. Pero es que esto fue como acudir a cortar con alguien y terminar echando el polvo del maldito siglo, el polvo de los polvos, el jodido armaggedon, una pérdida de papeles como nunca hubiera sospechado, una orgía con kilos de drogas, travestis y sombreros de cowboy. No hizo falta ni que saliera Bono al escenario, fue apagarse las luces y por algún motivo desconocido allí había un pollo desconsolado en mitad de la pista, pero es que con temblores y sollozos incluso, en un éxtasis de alegría total.

Porque nunca. Y cuando digo nunca quiero decir nunca, quiero que me falte esa ilusión infantil por la llegada de los reyes magos que da sentido a la vida. Porque la vida es lo que pasa entre un concierto de U2 y otro, y lo peor de todo es que yo tenía la firme intención de finiquitarlo todo, de bajarles del pedestal y poner en su lugar a sólo dios sabe quien, Por eso justamente la explosión catárquica tuvo las dimensiones del estado de Arkansas. Menos mal que ahí estaba Jacobito para consolar como si realmente pasara algo chungo, que no era el caso ni mucho menos. Es simplemente que los talibonos somos así de underground y cuando todo aflora se produce una riada de proporciones bíblicas.

No fue hasta I Will Follow cuando al menos pude recuperar la dignidad de alguna manera, unos minutos después, para perderla posteriormente otras múltiples veces y por diversos motivos. Los de seguridad de las vallas flipaban. ¿Pero quién coño es ese tío de la cazadora de cuero ahí arrodillado tapándose la cara con las manos? Oh dios mío, pero por el amor de Dios. O sea, oh my god, por el amor de Paul Hewson. Ya todo da igual, fuera caretas, se acabó el rubor, actuemos como las putitas histéricas que siempre hemos sabido que éramos. Bono, mi cantante, cántame por el camino, no necesariamente al oído, pero cántame. A mi.

Y cumplamos nuestras promesas y corramos a buscar a Diego entre la gente para plantarle un beso en los morros mientras suena Mercy. Y lo mejor de todo es que encima el tipo también te buscaba y no tiene ningún problema, aunque Silvia pensara que era todo una fanfarronada típica del histrión que la proponía. Ay amiga, no sabías tu con quien te estabas jugando a tu flamante y recién estrenado esposo. Y bailemos con Misterious Ways con belly dancer incluida, y hagamos cucamonas, y agarrémonos las mangas de la chupa, pongamos caras sentidas, miremos al cielo, abracemos a todos y cada uno de nuestros amigos, querámosnos todos. Porque cantar With or Without You a pleno pulmón te hace mejor persona.

Elevation parte la pana de una manera descomunal. Es una canción capaz de hacer explotar cualquier estadio. Más que Vertigo, que también gana en vivo exponencialmente. Until the End of the World deja sin aliento, Magnificent le gusta a todo el mundo, nos tocan Spanish Eyes, una pequeña sorpresa no por esperada menos guay, City of Blinding Lights es nuestra canción y tu lo sabes, por eso nos gusta tanto, Walk On está genial, Where the streets have no name es definitivamente la mejor canción de la historia de la música pop… estamos entregados sin más. Tanto querer buscar sustitutos generacionales para U2 y resulta que éstos no tienen ni la más mínima intención de dejar que nadie ocupe su lugar. ¡A años luz está el resto, a años luz, hostia!








Porque ir a un concierto de U2 te hace mejor persona, porque sales rejuvenecido, bendecido, liberado de todos tus pecados, que son muchos, rebosante de amor para regalar sin pedir nada a cambio. Seeeeeñor me has mirado a los oooooojos, soooorieeeeendo has dicho mi noooombre, in a little while estaremos ahí, habremos encontrado los 40.000 justo lo que habíamos buscado y veremos pasar toda nuestra vida por delante como dicen que sucede justo antes de morir. Because, because, because! Por favor. Porque si esta web existe es única y exclusivamente porque Bono así lo quiso en su momento.

One sigue siendo de paletos udoseros, pero sólo con la introducción me vengo abajo literalmente una vez más, aunque tengo mucha gente en quien apoyarme. Llorar con One está muy visto y ya no mola tanto desde que Axl Rose reconociera que siempre lo hace cuando la escucha, pero te quedas la hostia de agusto, aunque después no puedas ni aplaudir y eso sea injusto para con los cuatro. Para ti que mides el tiempo en función de los cortes de pelo, las cazadoras y las gafas de Bono. Para ti que eres joven. Para ti que de repente te das cuenta de que ha pasado mucho tiempo y eres entonces consciente de tu fragilidad y te sientes completamente desamparado.

En el repertorio no echas nada en falta. En realidad te da igual lo que toquen, a ti ya te han tocado justo en el G-Point y te tiras dos horas disfrutándolo a conciencia. Entrando y saliendo de la zona de las primeras filas, a la que entraste a eso de las ocho de la tarde y, por una vez, sin hacer cola ni nada. Es que cuando todo tiene que salir bien, sale bien con naturalidad. Y corres, y haces kilómetros porque tienes espacio para ello, y ves a los muñecos esos que tienes en el salón de tu casa pasarte a cinco metros y no puedes creer que sean reales. No te tocan Ultraviolet, se decantan por la opción mala, lo sabías, pero casi lo prefieres pues esa canción te toca muy directamente y esta noche que estás especialmente gilipollitas y vulnerable ya puede ser demasiado para cualquiera.

Moment of Surrender la ves desde detrás, mientras la gente se agolpa en la valla para poder saludar de cerca por última vez a Bono y compañía cuando bajen las escaleras del escenario y se encaminen hacia el vomitorio de salida. Apoyado en otra valla ves a Larry Mullen de espaldas aporreando sus tambores y tarareas. Ya no puedes ni cantar, te duele el pecho y te gusta la sensación de estar roto. Se despiden pero prefieres guardar las distancias y no agolparte con los que tienes delante. Les dejas un espacio para verlo con mejor perspectiva. Y se piran. Y uno de seguridad se acerca y le dice algo a Bono mientras desaparecen de tu vista y se encienden las luces del estadio y sabes que la felicidad absoluta es algo parecido a esto, a compartilo además con una compañía insuperable, a compartirlo con ella, que a pesar de todo te quiere. Es momento no de rendición. Es momento de abrazarse, de reírse con los videos que nunca verán la luz porque somos adultos. Bueno, porque se supone que somos adultos. Y porque los chicos no lloran. Ni si quiera ante las guitarras de The Edge.







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21 thoughts on “U2 (2010) Estadio de Anoeta. San Sebastián

  1. Acabo de ver tu twitter. Y si llegas a poner la crónica antes hubiese hecho referencia a ella. Pocos como tu para hablar de U2. Algunos vivimos el fenómeno U2 desde la distancia (una distancia que se hace mayor con el paso del tiempo) pero tu lo haces desde dentro y los ves desde otro prisma.

    Un saludo, master.

  2. Un saludo desde Euskadi.
    Muy buena crónica 🙂 La verdad que es una alegría salir con una sonrisa de Anoeta, ya podían dar conciertos de estos cada 15 días …

  3. Esta vez si que sí, CONCIERTACO, sin peros y sin nada. Sin colas, sin peña atacada, sin estres, sin violencia, sin gilipollas que se te cuelan delante y no te dejan ver y por supuesto con U2, grandes no, GRANDIOSOS. Esto es lo que llamo yo disfrutar de un concierto. Me atrevería a decir que ha sido el mejor concierto de mi vida.
    Galko eres el mejor del mundo y el que diga lo contrario es un envidioso, jaja.

  4. Fue histórico y algo sublime. Tu crónica debería ser estudiada más que leída, pobres de aquellos que no sintieran como tú y yo lo que se vivió allí porque serán menos humanos y menos felices. Eres genial Galko.

  5. Me encantan tus crónicas de los conciertos Sr, Galco sigo tu block desde hace tiempo y me parece que haces un trabajo excepcional. Yo fué mi segunda experiencia con U2 en San Sebastian. En esa maravillosa ciudad pude ver sus dos últimas giras y reconozco que me emocioné con Walk on ya que me trae recuerdos de un amigo perdido en un terrible accidente. Ver a U2 en directo siempre te trae muchos recuerdos y saca lo mejor de cada uno ya que suele formar parte de esa banda sonora tan importante en la vida .Un saludo y no dejes de hacer esas crónicas tan buenas.

  6. Muy, muy, MUY grande esta crónica, quizá la mejor que te he leído jamás… Y soy un lector muy asiduo! Pero se nota a la legua que ésta fue escrita desde lo más profundo del músculo rojo, y eso es MUY grande.

    Felicidades por haberte dado cuenta de que esta senda, nuestra senda, no se puede abandonar así como así. Juuuuuuuusto cuando parece que el desencanto está ahi knocking at your door, viene la magia otra vez, sea en forma de I Will Follow o de la pantalla roja de Streets o del solo de Until The End Of The World o de una sonrisa de Edge cuando le gritas 'Thank you for giving us a great life' o en forma de lo que sea… La magia siempre vuelve. El amor y la devoción por U2 no es algo de lo que se pueda escapar.

    Welcome back, Galko.

    SalU2!

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