Todo esto de Rosalía

Artículos
ROSALIA EN EL WIZINK CENTER. FOTO: Ricardo Rubio

Todo esto de Rosalía que nos estamos marcando, ¿de qué demonios irá? Desconozco por qué, a mí, que me da igual, me ha llevado la vida a verla hasta cuatro veces en vivo en un año. Supongo que tiene que ver con que vivamos en una sociedad enloquecida.


Disparatada sin más. No me refiero a la música, me refiero a todo. Rosalía me gusta, me parece molona. Opino que tiene una voz privilegiada y que ahora que le dio por bailar, también resulta profundamente expresiva y desafiante. Mola, en serio, aunque cada single que saca menos.


Pero no termino de pillarlo. Indudablemente, no lo pillo porque afirmo sonriente sin durar que el concierto de Bryan Adams el día anterior la noche antes en el mismo lugar fue mucho mejor. Yo fui muy feliz con el canadiense y con la catalana me levanté un par de veces. Pero eh, que me levanté.


Comprendo que no es mi rollo, pero es que creo que no puede ser el rollo de todo un jodido país. No lo es. Tampoco creo que sea un hype absoluto, pero por supuesto que tiene parte. La vez que más me gustó Rosalía fue en Colón hace un año porque fue la primera. Desde entonces, pssseee.


Y hay algo que me molesta especialmente. A ver si lo logro explicar. En la redacción pues cada uno va a lo suyo. Y lo mío es la música. Y yo estoy pendiente que te cagas y nunca le importa una mierda a nadie. Hasta que pasa algo con Rosalía y parece que hay que hacer un operativo especial. Eso me toca muchísimo los cojones.


Me paso la vida pendiente de todo lo más mínimo que ocurra y publicamos tanto hasta donde puedo llegar, puesto que estoy prácticamente solo. El 90 por ciento de lo que se publica de música en Europa Press de música es mío. Y lo que resta de porcentaje es porque es finde o libro entre semana -¿qué? jaajaja no-.


Pero resulta que igual le van a dar un premio a Rosalía y te viene la peña a decirte ‘Oye, ¿esto lo tienes controlado?’ No es que sea educado y buena persona, es que tengo ganado el cielo que no quiero, pues si me dan a elegir yo señalo a lo que hay ahí bajo nuestros pies. Donde imagino que estará la madrugá a la que canta Rosalía.


Me resulta especialmente molesta Rosalía, indirectamente por tanto, en lo profesional rutinario. No ella. De hecho, lo que a todos nos parece excesivo es su maldita omnipresencia. Da coraje ya, copón. Vete a tu casa una temporada. Debe ser agotador ser Rosalía en 2019 y un domingo de mantita se lo merece cualquiera.


¿Sobre la actuación del WiZink? Lo mejor fue la interpretación ‘a capela’ -o sea sin música alrededor pero sí con micrófono- de ‘Catalina’. Ese pasaje fue claramente sobrecogedor porque es cuando se impone de manera rotunda la voz y el sentimiento. Que es impostado en parte, claro, porque así tiene que ser cada noche. Pero ahí está.


Luego está ‘El mal querer’, que me sigue pareciendo una locura de producción, original en su combinación de elementos que nadie veía que combinaran. ‘Pienso en tu mirá’, ‘Que no salga la luna’ o la grandilocuencia de ‘Bagdad’ son cosa seria.


Y no necesita ella de gran cosa para estar ahí sobre las tablas y llevar al personal al éxtasis cual aparición mariana. Necesita ser ella, que no lo somos nadie. Y por encima de las bases y los pregrabados que lanza El Guincho y todo eso de que nadie toca, en fin, no seáis puretillas: por encima de eso está una persona real como otra no hay. Eso ya lo hace único de por sí.


‘El mal querer’ es buena mierda y es muy original. Terminaremos claramente echando de menos a ‘Los Ángeles’, pues esa es la faceta de la barcelonesa que más me pone. No así con sus singles estos urbanos que si ‘Millonaria’ o que si ‘Con altura’. Que puede ser la canción más escuchada en el planeta Tierra, que yo sigo siendo de Carabanchel y aquí estoy a salvo de vuestras mierdas.


Aún así, pues claro, joder, un chico de barrio siempre baila si es lo que toca. Y la pava tiene mucho más rollo que cualesquiera de nosotros. De lo que no estoy para nada seguro es de que tenga más rollo que los Morgan y, justo por eso, me voy cagando leches a La Riviera a hacer de este sábado algo nuevo que recordar el domingo. Todo esto de Rosalía que os montáis, pues no sé, os lo resume Ricardo Rubio en la foto que ilustra todo esto y con la que nos hemos reído lo nuestro: Después de todo, Rosalía es una Rolling Stone.


Mi crónica de Rosalía en Europa Press está pues por aquí, donde el naranja.

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *