The Gaslight Anthem (2012) Sala Cats. Madrid

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The Gaslight Anthem en Madrid: la madura robustez de los sobrinos de Springsteen

Lugar: Sala La Riviera. Madrid
Fecha: 9 noviembre 2012
Asistencia: 800 personas
Artistas Invitados:
Precio: 23,50 euros
Músicos: Brian Fallon, Alex Rosamilia, Alex Levine, Benny Horowitz

Setlist: Mae, The spirit of Jazz, Old white Lincoln, The ’59 sound, 45, Handwritten, Even cowgirls get the blues, The diamond church street choir, Here comes my man, Angry Johnny and the radio, Film noir, Miles Davis and the cool, Keepsake, Casanova Baby!, The patient Ferris wheel, The queen of lower Chelsea, Here’s looking at you kid, The Backseat, She loves you, Mulholland Drive, American slang, Great expectatios

Yo es que es escuchar a The Gaslight Anthem y me vienen a la cabeza las imágenes de los sobrinos del pato Donald revoloteando traviesos a su alrededor. Sólo que en esta ocasión el tito no es un animalito de pico naranja, sino Bruce Springsteen en su faceta de sonriente amiguete brindando con cerveza por un futuro esperanzador plagado de guitarrazos furiosos con el rock como palpitante garante único de la vida humana misma. Así, sin comas.

Antes de que se me olvide, la verdad por delante: la Sala Cats hace llorar al niño Jesús. La gente de prensa encogiéndose de hombros con carita de ‘yo lo siento más que tú’ a la hora de explicar a los fotógrafos que esto es lo que hay. Coléricas discusiones a pie de escenario entre machacas del recinto y personal del grupo. Un escenario muy bajo, unos seguratas aún más estúpidos de lo habitual y, bueno, un lugar fétido en el que a pesar de todo la música se sobrepuso una vez más, demostrando su imbatible poder encauzador.

Arremangándonos y metiéndonos en harina, aceptemos que el grupo arrancó con cierto tedio y no precisamente dándolo todo. Tal vez influenciados por el hecho de estar tocando en un bar grande y no en una verdadera sala de conciertos, eso nunca lo sabremos, pero gracias al cielo el percal cogió forma rápidamente con ‘Old White Lincoln’ y ese temaco gladiador que es ‘The 59 Sound’.

Público entregadísimo a un lado. El ‘Jersey sound’ a tope del otro. Un par de fornidetes muchachos de seguridad sentados en el escenario aguantando la valla. Suenan ’45’ y la que da título a su más reciente trabajo ‘Handwritten’, joder qué buenas son, maldita sea, qué genial es el último disco de esta gente. Personalmente, mi álbum del semestre, claramente por encima de otros nombres más relucientes. Han hecho el álbum que debería haber parido Bruce en 1992 en lugar de ‘Lucky Town’ (de ‘Human Touch’ mejor ni hablamos, el silencio como mayor desprecio strikes back again).

Mogollón de gente anglosajona en la sala. Tanta que Brian Fallon pregunta por los españoles desde el escenario, después de entablar charla con una chiquita de Jersey a la que le dijo que tenía «acento español». No quieren dejar su pose punk pero cada vez suenan más maduros y robustos, más rockeros clásicos, veloces y emocionales después de todo, sin perder su puntito de raíces europeas y festivas.

Precisamente eso es ya el concierto, una fiesta que constata aquello de que un buen grupo no necesita más que un sitio de mierda donde tocar y un público que quiera escucharle. ‘Here comes my man’ se rebela como un himno de estadio necesariamente reivindicable, la canción exacta para la campaña electoral de Obama, que sí, que os lo digo yo. Oh sa la la, oh sa la la, please please understand me, ya está, cruzamos la frontera y todo fluye como tien que fluir. Oh sa la la oh, listen honey here comes my man. Ligera cadencia bailonga, sonrisas, miradas de aprobación, carreras a la barra como si no hubiera mañana y regalaran la cerveza.

Y bueno, mirad, podría dejarme ir, podría desatar una diatriba ilógica pero absolutamente emocional con el único fin de que dijérais «uy la leche, vamos a escuchar a estos pavos». Pero en realidad ese es vuestro íntimo problema, yo ahora mismo estoy degustando ‘Mulholland Drive’ y estoy a punto de arrojar el ordenador por la ventana y subirme a la mesa del salón a rasgar mi Fender Esquire con aspecto de Telecaster. Esto sí que es íntimo y personal, desatado, incontrolable, tan asquerosamente pasional como sentir constantemente que tienes noticias que contar pero no tiempo para hacerlo. Con ese nudo en el estómago vivo constantemente.


Pero voy a intentarlo, voy a centrarme, venga. Voy a concentrarme igual que anoche cuando achiné los ojos y dudé durante un rato si el fantoche de pelazo flequillano que tenía delante era Francis Lorenzo. Eh, que yo soy muy del tío Julito, ¿vale? Pero se hace raro encontrarte con ciertas leyendas catódicas en según qué lugares. Aunque bien pensado, tenía toda la pinta de ser un vampiro caza vírgenes habitual del local.

A ver, regreso, que me desvío. Decía que con ‘Handwritten’ estos chicos han dado un salto cualitativo en una fórmula que todavía puede dar de sí, aunque la crítica más habitual sea que se repiten un poquito. En el tramo final del concierto nos vamos al fondo de la sala para tener otra percepción y precisamente lo que constatamos es que está lleno hasta la bandera. Y aunque desde el fondo no se vea una mierda por ese escenario terrorista, ciertamente hay que admitir que sonaba que te cagas.

Buah, y el final, pues ‘American Slang’ y ‘Great Expectations’, júbilo rockero de muelle pesquero italoamericano. Ese punto de tonta felicidad en el que eres capaz de perdonarlo casi todo, en el que brindarías con tu peor enemigo, ese momento que te obsesiona mantener y en el que te gustaría vivir. «Y ha sonado fenomenal», que lo sepáis, palabra de ese pijazo perenne e inmortal de insolente flequillo, vividor follador, que es Francis Lorenzo.

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10 thoughts on “The Gaslight Anthem (2012) Sala Cats. Madrid

  1. Se te ha olvidado mencionar a la novia de Francis Lorenzo que estaba megabuena. ¿O acaso había más Francis Lorenzo?
    Gracias por la crónica. Coincidimos en el mismo lugar del concierto aunque desgraciadamente no soy Francis

  2. Genial crónica, como siempre. Coincido en la pestilencia de la sala Cats, me parece que Madrid tiene muchas salas mejores que ésta para llevar a una banda que en otras partes del mundo ya vende pequeños pabellones y encabeza festivales. De todas maneras, siempre es un puntazo estar a cosa de un metro de gente a la que admiras, y más aún poder esperarles a la salida y charlar tranquilamente con ellos (y que te confirmen que volverán en primavera).

  3. Muy buena la crónica!! Me he visto en una de las fotos con cara de embobada xD! Me pareció un gran concierto la verdad!
    Y confirmo lo de Sergio, fueron muy majos…me firmaron todo tipo de merchandising y Ian..majissimo hablando de fútbol y contándonos su vida como si nada! Gran grupo, grandes artistas y grandissimas personas!

  4. Me parece que, o no tienes ni idea de música o no estuvimos en el mismo concierto … Estoy de acuerdo contigo en que el Handwritten es bueno, eso sí, pero … lo que me parece inadmisible es que hables de estos chicos como el Jeresy Sound, has escuchado o sabes quién es por casualidad Southside Johnny?? O los patrones que siguen el verdadero Jersey Sound?? Además de decir que es el disco que debería haber sacado el boss en el 92` Es bueno, pero no te pases. No obstante, si para ti ese concierto memorable, uno de Tom Petty, por ejemplo, no se como debe ser. El sonido era penoso, se iban de tono con las guitarras y Brian, más seco que la chica del anuncio de Vaginesil, no llegaba a los altos.

    Lo dicho, si para ti eso fue un concierto bueno, pásame lo que te metes por favor. Lo mismo con el bueno de Francis Lorenzo o con las chicas de la barra no prestaste mucha atención a la decepcionante show dieron estos chicos.

  5. Lo de la Fender Esquire con aspecto de Telecaster ya te hace parecer todo un experto en la materia por cierto!! Me pregunto si también le habrás puesto la pastilla del mástil… Gran momento!

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