Skunk Anansie (2011) La Riviera. Madrid

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Lugar: Sala La Riviera. Madrid
Fecha: 9 febrero 2011
Asistencia: 2.000 personas
Artistas Invitados: The Virginmarys
Precio: 30,50 euros
Músicos: Deborah Dyer ‘Skin’ (voz), Richard Keith Lewis ‘Cass’ (bajista), Martin Ivor Kent ‘Ace’ (guitarrista), Mark Richardson (baterista)

Setlist: Yes It’s Fuckin’ Political, Charlie Big Potato, Because of You, God Only Loves You, 100 Ways to be a Good Girl, Secretly, Over the Love, I Can Dream, The Sweetest Thing, My Ugly Boy, Weak, Brazen (Weep), My Love Will Fall, Twisted (Everyday Hurts), Feeling the Itch, On My Hotel TV, Tear the Place Up, The Skank Heads, Hedonism (Just Because You Feel Good), You Saved Me, Little Baby Swastikka.


Si Skin fuera mi uróloga yo tendría la próstata como la patena. Porque acojona llevarle la contraria, porque aquí se hace lo que ella dice y todo el mundo a cerrar el boquino, y si ella, como profesional médica, quiere citarme cada día para revisarme en salva sea la sensible parte, yo otra cosa no puedo hacer aparte de pedirme el día libre en el trabajo para acudir a la cita con la cabeza gacha. Todo sea por no llevarle la contraria a este animal descontrolado. Angelote caído enfundado en cuero negro cachondón, guau. Mejor no conocerla enfadada.

Aunque su reunificación en 2009 con disco de grandes éxitos y gira tras ocho años en el dique seco fue recibida con escepticismo por sus seguidores por aquello del ‘todo por la pasta’, pronto quedó claro que Skunk Anansie no son de ese tipo de gente. De hecho, probablemente son la única banda de rock de los noventa que puede regresar una década después y hacerlo mejor que entonces, retomando su carrera en el punto exacto donde lo dejaron, aunque, eso sí, todos, ellos y sus seguidores, diez años más viejos. Y más sabios también.

No hizo falta más que la apertura con ‘Yes It’s Fucking Political’ para aclarar que el tiempo pasa para todos menos para la felina vocalista británica Skin. Y es que, ante un público básicamente treinteañero y forjado musicalmente en aquellos años noventa del rock alternativo en los primeros puestos de las listas de ventas de medio mundo, Skin ha demostrado que 43 inviernos no son nada para ella que mantiene intacta su capacidad de atraer todas las miradas gracias a un incontestable carisma, sus movimientos de fiera enjaulada y una voz capaz de alcanzar registros estremecedores.

La de este miércoles fue la tercera actuación de Skin, Cass, Ace y Mark en La Riviera madrileña, después de las de 1999 y 2009, probablemente siempre con el mismo núcleo de seguidores a lo largo de los años -pocas caras nuevas verán en esta nueva etapa entre su público-. Ahora presentan su reciente cuarto disco de estudio, ‘Wonderlustre’, el primero en una década y que confirma que están de vuelta para quedarse y disfrutar el momento. Nuevas composiciones como ‘My Ugly Boy’, ‘God Only Loves You’, ‘Over the Love’ o ‘You Saved Me’ así lo atestiguan.

Nuevas canciones que, como suele suceder, fueron aplaudidas pero recibidas con cierta tibieza si se compara con sus mayores y más coreados éxitos, tales como ‘Hedonism’, ‘Brazen (Weep)’, ‘I Can Dream’, ‘Baby Little Swastikka’ (con la que cerraron), ‘Twisted’, ‘Secretly’, ‘Hedonism’ o ‘Weak’, todos ellos de sus discos ‘Paranoid & Sunburn’ (1995), ‘Stoosh’ (1996) y ‘Post Orgasmic Chill’ (1999).

Su prematura separación cuando estaban en clara progresión dio al traste con sus posibilidades de acceder a la primera división del rock mundial, pero hoy por hoy Skunk Anansie siguen ofreciendo un espectáculo vigorizante y revitalizador como pocos, siempre navegando entre la ruidosa furia desatada de sus temas más agresivos y otros momentos más tranquilos aunque de épica tampoco nada contenida.

¿A vosotros no os pasa que en ocasiones asistís a una demostración de talento tal que tenéis que hacer verdaderos esfuerzos para no tiraros al suelo a gritar y patalear de la emoción? Sucede que cuando Skin canta, hay instantes en los que todo se nubla, de repente se te cae la cerveza al suelo porque las manos no te responden, te flaquean las rodillas, te palpitan las sienes y te sientes la única persona en el mundo. Te sientes afortunado por poder vivir un momento tan sublime, pero también ciertamente enano por estar en esta vida de paso sin poder ofrecer algo ni de lejos tan hermoso al resto de los mortales.

Con ‘Baby Little Swastikka’ finiquitaron una actuación de algo más de hora y media de duración que obligó a los asistentes a emplearse a fondo para seguir el frenético ritmo marcado desde el escenario por una banda tan fiable como un Renault 5 de 1987, cuando los coches se fabricaban para durar para siempre. Como para siempre pueden durar también Skunk Anansie a poco que se lo propongan, pues cuerda para rato tienen. Y su público tan contento de acompañarles a lo largo de los años.

Pero no puedo menos que mencionar aquí y ahora a mis amigos Vanesa y Antonio, con quienes en su momento descubrí esta banda y con los que compartí colegio, instituto, universidad y entorno laboral. Anoche, siempre sabios, apostillaron: que esto era como estar en los noventa, como si el tiempo no hubiera pasado, como un viaje al pasado, y que está muy feo que no toquen ‘Intelectuallise my Blackness’ ni ‘Selling Jesus’. Pero yo, tía, de alguna manera te voy a querer siempre. Aunque no me toques ‘Squanded’.

Hemos encontrado por ahí un par de videos decentillos:




Ya les vimos antes:
Skunk Anansie (2009) La Riviera. Madrid
Skunk Anansie (1999) La Riviera. Madrid

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5 thoughts on “Skunk Anansie (2011) La Riviera. Madrid

  1. Muy buen articulo, crónica, o lo que sea! Conciertazo por todo lo alto! Aunque tb esperaba el Selling Jesus y el Intelectuallise pero ya lo bailamos en el concierto del 2009… q vuelvan pronto!

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