El jaleo que montaron Sexy Zebras en Madrid. Hay en el epicentro del pogo un tipo con una mano apoyado en una muleta y en la otra una cerveza. Ansío ser él, tener esa determinación. Es la libertad guiando al pueblo. Alza la muleta aferrado a su cerveza. De repente anda y las hostias le circundan. Está abriendo los mares. Trasciende. Va hacia la luz. Quiere jaleo.
Y lo encuentra, claro. El que quiere Jaleo lo encuentra. La marabunta le engulle. Lázaro llora elevado de puta felicidad. Ya evaluaremos mañana esos tobillos o lo que sea que tengamos roto. Esta noche estamos para el encuentro físico. Carnal. Hígado contra rodilla, codo contra cuello. Somos un perfecto cuadro de Picasso. Ese cuadro de Picasso, pero de amor.
En los bares aledaños el concierto iba ya a toda hostia. A chupitos con la gente gritando ‘Nena‘. Pero lo que viene siendo el concierto en sí, empezó con ‘Jaleo’. Y ya de primeras una cosa os voy a decir. Esta: No preocuparse porque Red Hot Chili Peppers hayan sacado el enésimo disco de mierda. En Hortaleza tienen la solución los putos Sexy Zebras.
Porque si este disco, si ‘Calle liberación’, te lo firman los cuatro flipaos millonarios de Californication, estamos hablando de la biblia. Pero no, aquellos no lo tienen. Ya no lo van a tener. Ahora lo tenemos aquí, en casa. Y es perfecto así. Se acercan Gaby y Jose y son Flea y John Frusciante: tocan así, cerquita, nariz con nariz. Y llevan todo su rollazo y molan más porque son de los nuestros.
Ah, sí, que hay que hablar del concierto. La gente loquísima, ya lo dijimos. Empellones por todas partes, cervezas volando. Si hasta vimos a los tullidos caminar. Claro que todo eso ocurre por algo. Porque ‘Calle liberación’, el nuevo disco que Sexy Zebras presentaban en Madrid, es un cañón. Lo es. Se abre el suelo bajo tus pies.
Siempre defiendo que enumerar las canciones que el grupo tocó es la manera más rápida de matar al cronista. Os puedo decir algunas, eh, estuve allí pegándome con todos los demás. Pero es que se me cayeron las notas y las pisoteó un notas con ahínco. Lejos de enfadarme, le empujé contra el siguiente bulto humano y luego todos juntos nos abrazamos. De fondo, por encima, entre nuestras vísceras, vibraban Sexy Zebras.
UN HIT QUE TE CAGAS
Pero sí quiero decir un par de cosas. ‘Nena’ es un hit que te cagas y si fuera de El Canto del Loco, que podría, sería maravilloso. Pero es más maravilloso con nosotros. ‘Amanecer galáctico’ es un viaje sideral con twang. John Frusciante mataría por ‘Una canción para resucitar’, pero no es suya. Es nuestra. La que se lía con ‘Sexo y marihuana’ hace justicia a semejante título. ‘Marte’ tiene un silbido Morricone totalmente molón y mucho corazón.
‘Quiero follar contigo’ suena cuando tiene que sonar y puede que te cambie la vida. Y, detalle freak, un concierto que empieza con ‘Jaleo’ y acaba con ‘Jaleo’ me lleva a gritarle a la oreja a Riverita (el autor de la foto de esta crónica) que eso es como el Vertigo Tour de U2 en 2005. Hay sudor, calaveras japos reducidas, cristales rotos por el suelo, rímel corrido, mascarillas pisoteadas. El puto destino regresó convertido en pogo tormentoso. Pero, por encima de todo, sexy. Y zebra. Y cojo de por vida. Pero una noche abrí los pogos por ti.
