Rufus T. Firefly: «El éxito no tiene que ver mucho con los números, sino con las emociones y los sentimientos»

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RUFUS T. FIREFLY (FOTO DE IRIS BANEGAS)

Viven Rufus T. Firefly un momento especialmente dulce con crítica y público tras el lanzamiento a principios de 2017 de su quinto álbum, Magnolia. No han dejado de tocar en directo por todo el país desde entonces y, derrochando inspiración creativa, ahora prolongan el idilio con una segunda parte no inicialmente prevista, Loto (2018).

«Entre ideas que se quedaron un poco por desarrollar antes de Magnolia y otras que hemos ido desarrollando durante este año y medio, nos vimos con ocho temas y nos pareció una buena idea sacarlos para cerrar este círculo antes de pasar a otra cosa», resume a Mercadeo Pop el vocalista y guitarrista Víctor Cabezuelo.

Y aún añade a este respecto: «Nada es premeditado en esta banda, todo va surgiendo. Pero es verdad que cuando las cosas pasan te das cuenta de que forman parte de un todo. También nos gusta que sea así, que pasen las cosas y luego darnos cuenta de que han pasado, en lugar de al revés».

Asimismo, destaca que musicalmente en Loto han «conseguido llegar a lugares» a los que no habían llegado con Magnolia, «por miedo» o porque estaban «medio probando todavía con la psicodelia setentera». «Ahora sí hemos abarcado todo lo que queríamos en este aspecto y Loto es la continuación de un disco que sorprendentemente nos dio muchas alegrías», remacha.



«LIBERTAD ABSOLUTA»

De la misma opinión es la batería Julia Martín-Maestro, quien afirma que Loto «es más libre que Magnolia» y plantea: «Hemos dejado libertad absoluta a todas las influencias que teníamos y a todo lo aprendido. Ahora, partes de temas que iban a quedar fuera las hemos terminado metiendo porque nos encantan. En estudio Magnolia tenía una preproducción más trabajada y en Loto muchas partes están improvisadas en el estudio».

Dejándose llevar por esa libertad del rock psicodélico sin normas, el poder evocador de la música del grupo -formado en Aranjuez en 2006- aumenta en este nuevo lanzamiento. Un poder que lleva a Víctor a señalar que «Rufus es el vehículo que te lleva hacia donde quieras, sin importar el destino». «Ni siquiera nosotros sabemos dónde hemos llegado haciendo estos discos, pero sabemos que el camino ha sido fantástico», apostilla.

Toma la palabra Julia para destacar para sus canciones «son como películas» y por eso «te pueden llevar a una imagen o un paisaje». Además, resalta que también es su «intención que cuando escuches las canciones, más que pensar en lo que estás escuchando, visualices lo que escuchas», al tiempo que remata: «Esa es siempre nuestra intención y por eso tenemos tantas influencias del cine y demás».

Encuentra incluso la batería, encargada también del diseño del álbum, un significado más profundo en Loto: «Con las imágenes me pasa que muchas de las partes del diseño que he hecho son como espejos y de repente Magnolia tiene su espejo, que antes no lo tenía. Es su segunda mitad, su alma gemela. El puzzle se va componiendo de repente solo y nosotros no lo pensamos».

Asiente su compañero para reconocer que lanzar ambos trabajos como un disco doble sería un «sueño» porque alcanzan su máxima expresión al ir de la mano: «Me los puse juntos el otro día y sentí cosas muy bonitas. Creo que hemos hecho algo muy digno. Me sentí muy bien al escuchar los dos seguidos y ver las dos portadas».



COLABORADORES DE LUJO

Para este viaje, se han sumado a los ya habituales en sus discos -Manuel Cabezalí (producción), Dany Richter (ingeniero de estudio) y Hay Zeelen (mastering)- otros amigos como Martí Perarnau, Julián Maeso, Lyndon Parish y Brian Hunt, con la intención de llevar las canciones a un nivel más orgánico. «Sin ellos no habríamos llegado a estos lugares tan increíbles», concede Víctor.

Unos lugares, todo sea dicho, que no se buscan premeditadamente, pues es evidente que Rufus T. Firefly sigue su propia senda, como apunta el vocalista y guitarrista. «Este disco va a su aire y pasa de las modas porque las modas son peligrosas, se pasan todo el rato y te quedas fuera», reflexiona Víctor, y ahora apostilla Julia: «Las modas pasan porque tienen que pasar no porque no haya gente que no quiera seguir haciendo eso».

Y aún profundiza Víctor un poco más en esta cuestión afirmando que «pensamos demasiado en las últimas tendencias pero no nos damos cuenta de que hay todo tipo de gente en este mundo». «Hay gente que incluso no tiene Facebook», bromea, para luego retomar su discurso: «Hay público para todo, lo difícil es conseguir su atención. Tú tienes que hacer lo que creas porque haciéndolo con una fórmula buscando el éxito solo te aseguraría tristeza, lo consiguieras o no».

Por eso, remarca que la «imaginación es muy importante» en el universo del grupo: «No ponerse nunca demasiadas trabas a la hora de hacer canciones, no tener muchos prejuicios, intentar todo el rato hacer que el universo sea más grande. Esa un poco la premisa que siempre tenemos, no quedarnos en un sitio pequeñito sino dejarnos llevar y que todo se coloque solo».

«Si vas por un camino alternativo puedes seguir haciendo lo que te dé la gana. Ahora ha coincidido que estamos como un poco de moda. Dentro de ir por nuestro camino resulta que estamos un poco de moda pero es una casualidad», admite entre risas, para luego anticipar que el próximo disco será «diferente y puede que no le guste a nadie, pero tampoco pasará nada».



EN GIRA PERMANENTE

Antes de abrir esa nueva etapa, los planes del grupo pasan por seguir en la carretera encadenando la gira de Loto a la de Magnolia, con la idea de ir añadiendo a los directo las nuevas canciones poco a poco. «Terminaremos el año tocando los dos discos juntos, que es un poco la idea de todo esto», anticipa Víctor.

«Estamos deseando volver a las salas», apunta Julia, antes de que su compañero vuelva a tomar la palabra: «Nuestra idea es pasar otra vez por todos los sitios por los que pasó Magnolia y sumar algunos más. Pero ya estamos empezando a sentir que queremos hacer cosas nuevas. Las canciones de Loto las estamos tocando ahora, pero ya tienen casi un año. Somos como muy impacientes en ese sentido, nos aburrimos enseguida de nosotros mismos y ya estamos pensando en cosas nuevas para el futuro».

Mirando siempre a ese futuro, resume Víctor que para ellos el éxito tiene que ver con «seguir haciendo canciones» que les hagan «sentir algo» cuando las escuchen y que «no sean un trámite». «Todo lo demás me parecen regalos que nos está dando la vida y que por supuesto agradecemos. Pero creo que el éxito no tiene mucho que ver con los números, sino con las emociones y los sentimientos», concluye.

En ruta permanente, Rufus T. Firefly tiene presentaciones por todo el país, y tras haber estado recientemente en festivales como Polifonik Sound o Mad Cool, tienen por delante otros como No Sin Música Festival (Cádiz), Ezcaray Fest (La Rioja), Cooltural Fest (Almería) o Granada Sound. 

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