Revólver: «Venderemos lo que tengamos que vender, pero hemos hecho un trabajo acojonante»

Sin categoría

«Jamás se había juntado rock y música magrebí de esta manera»

Argán es el nombre de un árbol que sólo crece en determinadas zonas de Marruecos y del que se extrae un aceite único. Pero no es sólo eso. También es el título del nuevo disco de Revólver, claramente influenciado por la relación casi mística que une a su líder con la ciudad de Marrakech desde hace unos años. De este descubrimiento surge un disco diferente y que, según afirma Carlos Goñi no sin cautela, «junta rock con música magrebí» como «jamás» se había hecho antes.

«Hace como diez años que empecé a escuchar raí y lo incorporé a mi bagaje cultural personal. Desde pequeño tengo tres ciudades que me fascinan, que son Marrakech, Samarkanda y Damasco, por sus nombres evocadores, y hace tres años fui a Marrakech y nada más quedar quedé fascinado. Desde entonces he vuelto a esa ciudad como 16 veces. No me voy a vivir allí por una cuestión de logística, pero lo haré sin duda en algún momento, aunque sea una temporada», explica Goñi.

– ¿Qué pasó en algún momento de tu vida para ahora tengamos este disco entre las manos?
Hace como diez años empecé a escuchar raí y lo incorporé a mi bagaje cultural personal. Desde pequeño tengo tres ciudades que me fascinan, que son Marrakech, Samarkanda y Damasco, por sus nombres evocadores, y hace tres años fui a Marrakech y nada más llegar quedé fascinado. Desde esa primera primera vez hace tres años, he vuelto a Marrakech como 16 veces. No me voy a vivir allí por una cuestión de logística, pero lo haré sin duda en algún momento, aunque sea una temporada.

– ¿Será el Mediterráneo, que lo une todo?
Totalmente. Es una piscina en la que todo está conectado y de país a país cambia un milímetro. Todo tiene sentido absolutamente. Cuando llegué a Marrakech me dejó impactado la luz, como a todo el mundo, pero sobre todo a la gente más cariñosa, dulce y educada que he conocido nunca, la menos egoísta. Es un país así, o lo adoras o no, no te deja indiferente.

– Desde España hay gente que ama Marruecos y otra que lo detesta…
No sé que coño nos pasa últimamente a los españoles pero tenemos dos nucas, le damos la espalda a nuestros vecinos del norte y a los del sur, y esto así no puede seguir, por nosotros, porque nos lo estamos perdiendo. Este disco está hecho bajo el respeto y la admiración de su cultura, de su conocimiento y de cómo me tratan cuando voy, y no es una cuestión de servilismo, ya que de serviles los árabes no tienen nada. Pero el sentido de la hospitalidad lo tienen muy claro y te hacen sentir bien.

– Ahora que tienes tanto contacto con el norte de África, tendrás una opinión sobre las revueltas de esa zona.
Cualquier pueblo tiene derecho a elegir. Una muestra perfecta de cómo tienen que ser las cosas es lo que pasó en Egipto. El día que vi a los militares diciendo que no dispararían contra su pueblo se me calleron dos lagrimones ante el televisor. Eso fue una torta en la cara a todo occidente, que comete un error demasiado gordo cuando tiende a pensar en ‘democratizar’ Oriente Próximo bajo su propio punto de vista.

– ¿Lo que vale en occidente puede no valer en otros lugares del mundo?
Es que no aprendemos, se intentó hacer en Yugoslavia, donde se diseñaron los países con escuadra y cartagón, y estaba claro que eran un polvorín e iba a pasar algo. África funciona mal porque el continente se dividió encima de una mesa. Lo que me preocupa de todo el tema del mundo árabe es que occidente intente apoyar estas revoluciones pero desde nuestro punto de vista, y eso es un error, porque el concepto de democracia que tenemos nosotros no tiene por qué valer para ellos. Hay que respetar derechos humanos y la igualdad entre el hombre y la mujer, pero el concepto político de cómo debe ser no creo que tenga que ser desde nuestro punto de vista.

– ¿Y lo de Libia?
Yo lo veo y me quedo flipado, nadie ha dicho cual es la acción como tal, observar, no, destruir, qué, para qué. ¿Van a coger a Gadaffi? Nadie ha marcado un rumbo claro, y nadie sabe nada. ¿De qué va esto? Demasiado complicado.

– Nos estamos liando con otros temas pero tendremos que hablar de tu disco. ¿Puedes definirlo? ¿Es rock africano? ¿Has pensado alguna etiqueta?
Al primero que se le ocurra ponerle un nombre va a darle nombre a un tipo nuevo de música, porque para bien o para mal, y aunque suene un poco egocéntrico, esto no se había hecho antes. Jamás se había juntado el rock con la música magrebí de esta manera, con todos estos instrumentos. Esto no es world music, esto es rock y me costó cuatro años, no fue llegar y besar el santo.

– Cuatro años son muchos años para componer un disco…
No se trataba de juntarlo y ya está, sino de encontrar donde estaba el puente entre las dos cosas, y cuando descubrí que había unas cuantas notas en la escala de blues que se comparten con la árabe, por ahí me colé. El problema era que no sabía donde colocar la voz, y encontré el lugar gracias a las notas de blues.

– Sangre, sudor y blues.
Es que no me gusta decirlo a mi, pero he abierto una puertecita, y digo esto con toda la humildad de mundo. Puedes tirarte toda la vida haciendo discos sin encontrar uno distinto en tu propia carrera. Nadie me gusta en el mundo más que John Hyatt ahora mismo, pero no tiene uno distinto, sino veinte maravillosos. En este caso me he encontrado un disco distinto, que a lo mejor no es ni mejor ni peor, eso sí. Yo con este disco ya he ganado porque he crecido.

– ¿Te preocupa cómo se lo tomen tus seguidores? Cierto que en realidad sigue sonando a Revólver, hay un sonido identificable, pero hay un giro claro.
Que no se ofenda nadie, pero no hago discos pensando en el público, porque es un error. No hay mayor muestra de honestidad que hacer los discos sin pensar en el público, sino según lo que dicta el corazón. Si cambias a unos les dejarás de gustar, si no cambias, dejarás de gustar porque haces lo mismo. Al final lo único que puedo hacer es mostrar mi propuesta y que suceda lo que tenga que suceder. Y ojo, porque al final el público es el que decide qué es un éxito a nivel comercial. Pero a nivel artístico lo decido yo.

– ¿Algún seguidor te ha dicho ya algo sobre el disco?
Al principio vi en Facebook comentarios como ‘Carlos se ha rallao’, pero a los pocos días ya iba entrando y la gente está encantada. Menos algunos cuyo problema es la xenofobia, que saca lo peor que llevo dentro. He llegado a enviar algún mensaje privado por internet a alguien que decía cosas como ‘no está mal pero no me gusta cuando entra a cantar el moro’.

– ¿No sería mejor dejar pasar ese tipo de comentarios?
No puedo. Le respondí y le dije: ‘Tu problema no es un problema musical, es otro, y si los que no te gustan son ellos, a mi tampoco me gustas tu y estoy encantado de que no te gusta. Estoy encantado de que no te guste’. Eso se lo he escrito a alguien, pero no me ha respondido, supongo que porque la xenofobia no tiene argumentos.

– ¿Qué sería un éxito para ti con este disco?
Estoy muy contento, porque además por algún motivo este disco ha interesado más que nunca a la prensa antes de salir, y eso ya es un éxito. Hasta ahora creo que era algo como ‘vaya otro disco más de Goñi’, pero ahora veo un interés real.

– La presentación del disco es muy buena y cuidada pero, ¿puede todavía un músico vivir de vender discos?
Desde luego que no, pero sí que merece la pena. El día que perdamos la ilusión lo que tenemos que hacer es cerrar. Por lo menos que nos quede a todos la sensación de que venderemos lo que tengamos que vender, pero hemos hecho un trabajo acojonante y que nos sintamos orgullosos de ello. Pero ojo, que este es el disco con menos presupuesto de mi carrera, y el artista que no entienda que estamos en un momento duro lo tiene fatal. Por eso lo que hay que hacer es pasión, pasión y pasión.

– Y qué papel tienen las redes sociales para los músicos ahora. ¿Y Spotify?
No sé a donde vamos, si lo supiera vendería la idea y estaría viviendo en Marrakech en un palacete. Creo que en España Spotify no va a funcionar porque aquí no nos gusta alquilar, nos gusta tener. Ojalá me equivoque pero creo que no va a triunfar.

– ¿Tienes planes de gira?
Empezamos el 30 de abril en San Fernando (Cádiz) y va a durar todo 2011 y seguramente 2012. Quiero tocar en Marruecos, seguro, de la manera que sea, y en España, donde pueda, traeré a muchos músicos marroquíes, porque son un espectáculo. Mi banda es la misma de las últimas giras, sólo somos cuatro, y tendremos que meter pregrabados, pero es que no quiero que deje de sonar. Estamos empezando los ensayos además y sonamos infinitamente más duros que en el disco, muy rocosos. Puede ser la gira a nivel de sonido más dura de todas… ¡será un directo muy cañero!

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *