Los asistentes este fin de semana a los dos conciertos de Raphael en el WiZink Center, los más multitudinarios que se hacen en España desde que empezó la pandemia, tienen a su disposición una serie de recomendaciones.
Así, desde el pabellón madrileño se anima a adelantar la llegada para «poder escalonar el acceso para evitar cualquier tipo de aglomeración». Para facilitar esto, las puertas se abren a las 17:30 horas tanto el sábado 19 como el domingo 20 (el recital es a las 19:00).
«Compruebe en su entrada su número de puerta, y diríjase directamente a esa puerta al llegar. Hemos habilitado un total de 52 puertas de acceso, para garantizar un tránsito fluido», apunta el WiZink Center.
Y añade: «En todos nuestros accesos encontrará personal de información que le ayudará a ubicarse. Se le facilitará gel hidroalcohólico, pasará por alfombras que desinfectarán la suela de sus zapatos, y se le hará un test de temperatura«.
El uso de mascarilla será «obligatorio en todo momento», incluso sentados en la butaca. «Se promoverá el distanciamiento personal mediante la sectorización del recinto en cinco sectores, cada uno de ellos con baño y servicio de hostelería, para evitar el flujo del público; y se establecerá una distancia entre grupos de al menos dos butacas», remarca.
Además, aunque el aforo permitido es del 40%, solamente está habilitado un 30%. Alrededor de 5.000 por noche, aunque podrían ser 6.000. Para mayor «comodidad y seguridad». Como medidas adicionales de seguridad sanitaria, todo el personal del pabellón se someterá a un test de antígenos previo al evento.
En esta línea, el recinto ha establecido un sistema de ventilación «extraordinario» para garantizar que todo el aire de su interior, en vez de «recircular, se renueva al 100% cada 12 minutos».
REAPERTURA EN JULIO
«Este sistema de ventilación forzada nos permitirá obtener durante la actuación de Raphael en el WiZink Center unos niveles de CO2 muy semejantes a los del exterior», termina la organización.
Tras su cierre en marzo, el WiZink Center reabrió el 3 de julio con un concierto de Loquillo para alrededor de 2.000 personas, que fueron repartidas por todo el pabellón con capacidad máxima para unas 17.000.
Después, durante el verano prosiguió programando algunos conciertos con aforo reducido dentro del Madriz Music Fest. Ahora los recitales de Raphael son los más multitudinarios desde marzo y el pistoletazo de salida a otra nueva etapa de lucha contra el coronavirus.
