Noa: «Uno de los grandes problemas del mundo actual es que no se valora el conocimiento, el aprendizaje, la filosofía y la ciencia»

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Letters to Bach es el nuevo proyecto musical de Noa (Achinoam Nini, Tel Aviv, 1969), con 12 piezas de música instrumental escrita por Johann Sebastian Bach, para las cuales la israelí ha escrito letras en inglés y en hebreo, inspiradas en temas tan diversos como la tecnología y la religión, el calentamiento global, el feminismo, la eutanasia, el conflicto palestino-israelí y las relaciones en la era de los medios sociales.


Los arreglos para guitarra de estas composiciones los ha realizado el fiel y sempiterno colaborador musical de Noa, Gil Dor, guitarrista, compositor, arreglista y educador. Para la ocasión, la pareja ha contado con la producción del legendario Quincy Jones, con quien mantienen un contacto cercano desde 2003, siempre esperando la ocasión perfecta para una primera producción conjunta como esta.


«Bach es fantástico y esto es todo un reto», remarca Noa a Mercadeo Pop, para luego plantear que ella y Gil -usa el plural mayestático constantemente- siempre están «intentando hacer cosas nuevas para sorprender al público y retarle de alguna manera». «La idea es no quedarse quieto en el mismo sitio nunca», resume sobre este Letters to Bach, ya a la venta desde hace un mes.


Una vez hecha semejante declaración de intenciones, prosigue Noa explicando que son «muy fans de Bach, quien puede ser un instrumento para transmitir ideas muy contemporáneas». Esos elementos actuales están en las letras de estas doce canciones, que reflexionan sobre «la vida de hoy en 2019».


«Bach es un puente entre culturas y está en todas partes, es omnipresente», subraya la artista israelí, quien explica que se dieron cuenta de que habían tocado «una fibra muy sensible» cuando empezaron a tocar en vivo estas canciones: «Descubrimos que en todos los países la gente quedaba encantada con Bach, como críos con los ojos abiertos. Desde China hasta Vietnam, España, Italia o Estados Unidos».


Sobre esa reacción del público, apunta que se debe a que ella no es una «cantante clásica típica», por lo que no canta «de una forma que eche para atrás a la gente que no está muy metida en el clasicismo». Por eso, cree que, más bien «al contrario», ella puede atraer al público hacia «este tipo de música».


Tras volver a expresar su pasión por Bach afirmando que es «extremadamente popular», indica Noa que estamos ante un disco «muy corto y condensado en media hora», a pesar de lo cual «cada canción contiene mucho». A su juicio, eso «invita a escucharlo una y otra vez para ir descubriendo pequeños matices en esta música tan llena de secretos».


VALORAR EL CONOCIMIENTO


«En ese sentido, el álbum es muy vanguardista porque va en contra de la música que no te supone ningún desafío y que puedes escuchar fácilmente, contra la música de usar y tirar. Esta no es una música de usar y tirar, puede quedarse contigo veinte años igual que Bach lleva con nosotros 300 años. Esperemos que nuestra contribución a Bach pueda extender su magia a más generaciones», reflexiona.


Y añade: «Es maravilloso poder arrodillarte ante un maestro. Eso viene muy bien para el ego. Y viene muy bien en el mundo de hoy, en el que tanto necesitamos arrodillarnos ante los maestros. Uno de los grandes problemas del mundo actual es que todo el mundo se considera maestro y la gente no valora el conocimiento, el aprendizaje, la filosofía y la ciencia».


Para Noa, «en un mundo de noticias falsas» como el actual, en el que «incluso los gobiernos critican y devalúan la universidad, la ciencia y el arte», un álbum como Letters to Bach es su propia forma de decir todo lo contrario: «Nosotros tenemos un gran respeto por el arte, por la ciencia, por la filosofía, la literatura».


«Estamos orgullosos de ser artistas y creo que el gran arte te hace sentirte pequeño, no lo contrario», resalta, para acto seguido lanzar una última sentencia: «El arte no está para alimentar tu ego, sino todo lo contrario. Está para empequeñecerlo y darte un incentivo para mejorar, para aprender y para crecer».


PRESENTACIÓN EN ESPAÑA


De momento, Noa -por supuesto con Gil- tiene dos conciertos confirmados en España en Girona (27 de abril, Auditori) y Barcelona (28 de abril, Teatre Barts). «Intentamos siempre dar algo bonito y mágico. Interpretaremos una colección de canciones de toda nuestra carrera y, en el centro, un joyero con las cartas a Bach», avanza.


«Espero que no suene a falsa modestia, pero después de treinta años Gil y yo hemos creado un cierto estilo, que no es pop, ni es world music, ni es clásica. Es nuestro estilo y lo hacemos con pasión y creo que bastante bien», lanza con una amplia sonrisa que conjuga satisfacción e indisimulable orgullo.


En un momento tan dulce como este, asegura la israelí que el «mayor éxito» para ella es «seguir aquí treinta años después haciendo música». «Y además amando lo que hacemos, que no es algo trivial, porque los artistas muchas veces entran en una inercia que es como si hubieran perdido la curiosidad o la fascinación. Nosotros no, nos encanta lo que hacemos y hacemos lo que nos encanta», recalca.


Por eso, para terminar, subraya que ellos solo son «esclavos del intento de ser lo mejor» que puedan y del intento de «glorificar la música». Y remacha: «No de glorificar a nosotros como artistas, no, sino a la música. Esa es nuestra vida y nuestro mayor éxito. Afortunadamente, para mí el éxito nunca se ha medido con dinero».

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