Izal: «No queremos acostumbrarnos nunca a pasarlo tan bien sobre el escenario»

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Dos años después de Agujeros de gusano (2013) y tras un lustro de andadura, Izal regresan este viernes con Copacabana, su tercer largo, convertidos en la banda española independiente del momento, después de haber crecido exponencialmente durante las últimas dos temporadas y haber actuado en el BarclayCard Center de Madrid ante 12.000 fieles.

«No creo que haya habido un punto de inflexión en nuestro éxito», plantea el vocalista y guitarrista Mikel Izal, para después agregar que más bien han sido «todo pasos y más pasos». «Alguien podría pensar que fue el Palacio de los Deportes (BarclayCard Center), pero eso no es un punto de inflexión porque llegar allí lleva mucho trabajo», apostilla.

Tras un instante de reflexión, tercia el bajista Emanuel Pérez ‘Gato’ para señalar que un punto de inflexión «igual fue la actuación en la Plaza del Trigo del Sonorama, porque tiene la mística de donde van los grupos emergentes a tocar y después llegan al escenario principal», ya que, además, afirma que el vídeo que allí grabaron «enganchó a mucha gente».

Sin embargo, el teclista Iván Mella añade que también pudo ser su primer concierto en Joy Eslava, «porque se llenó y la gente estaba emocionadísima cantando los temas». No conforme con esto, el batería Alejandro Jordá bromea al apuntar que también pudieron ser sus primeras visitas a la Sala El Sol, al Café de La Palma e incluso su «primer ensayo». «Al final encuentras muchos puntos de inflexión, porque en realidad no hay», zanja entre risas.

De nuevo Mikel toma la palabra para subrayar que ellos no son un grupo aupado por «un señor de una discográfica» que les puso a tocar en Las Ventas: «Ese sí habría sido un punto de inflexión, pero nuestra historia es la de gente que empieza y poco a poco, si tienes la suerte de que el boca a boca te acompañe, vas tirando. Twitter y Facebook es un boca a boca muy potente y a nosotros nos ha funcionado».


En este proceso de consolidación como banda para mayorías, resulta inevitable contar con fieles fanáticos en un lado y con detractores irredentos en el otro, algo con lo que conviven con naturalidad, pues tal y como apunta ‘Gato’, cuando «asomas la cabeza le gustas a cien personas pero a otras cien no». «Está muy de moda ser hater y por ahora nos estamos salvando un poco de eso», remacha entre carcajadas de todo el quinteto.

Iván Mella ahonda en la cuestión con una reflexión: «Es curioso que muchos de nuestros haters nos encumbraron al principio. Lo vemos en Twitter. Gente que antes comentaba a favor y ahora no, pero nosotros seguimos siendo los mismos tocando nuestras canciones. Lo único que ha cambiado es que nuestro poder de convocatoria es mayor y por alguna extraña razón ya no les gustamos por eso… es una buena señal que cada vez tengamos más comentarios negativos».

A este respecto, Mikel recalca que «cuanta más gente te conoce, más gente te ama y más gente te odia», y agrega con una sonrisa maliciosa que incluso «hay gente que se hace camisetas para insultar». «Pero eso todavía no nos ha pasado. Cuando pase, seremos grandes», asegura de nuevo provocando la hilaridad de sus compañeros, lo cual le anima a lanzar una última sentencia: «Chicos, ¡no seais haters!»

Y cuando llega el final del día, detrás de las risas, de estas miradas al pasado y de la consolidación como banda, están las canciones de Copacabana, un disco que no es precisamente tropical, a pesar de lo que pueda parecer. «Éramos plenamente conscientes del juego y del despiste. Nos hacía gracia que vieran el diseño del disco, jugando con esa sordidez, porque Copacabana lo mismo es una playa como un puticlub. Es un concepto con luces y sombras, que es además lo mismo que tiene siempre nuestra música», explica Mikel.

Luces y sombras que en esta ocasión han contado con la producción de los reputados Santos & Fluren(que en el pasado han trabajado con Sidonie, Love of Lesbian, Quique González o Iván Ferreiro), quienes han proporcionado nuevos bríos a la música del quinteto, que se ha atrevido incluso a incorporar samplers y cajas de ritmos. «¡Me están queriendo decir algo!», salta el batería Alejandro al sacar el tema.

«Santos & Fluren nos ayudaron muchísimo en las canciones más electrónicas, para que la base rítmica funcionara a nivel de samplers, porque nosotros solos no conseguíamos que tuvieran toda la fuerza ysonaban un poco a chichinabo», confiesa Mikel, para después avanzar que en el futuro quieren seguir «tocando palos diferentes». «Unos nos saldrán mejor y otros peor, pero estará bien mientras sigamos divirtiéndonos», señala.

Con el disco ya casi en la calle (este mismo jueves estarán a medianoche en Fnac Callao de Madrid presentándolo), los planes inmediatos de Izal pasan por echarse a la carretera para acumular kilómetros de sala en sala, para después poder disfrutar la próxima temporada de «todo un veraneo de festivales».

«También tenemos previsto una visita a México, porque nos llega mucho feedback en las redes sociales y queremos probar», desvela el guitarrista Alberto Pérez, antes de que Mikel exprese abiertamente el deseo del grupo de «seguir bailando mucho tiempo», citando una de sus nuevas canciones que dice ‘bailando hasta que todo acabe».

«Bailar ahora es muy fácil, pero nosotros también bailábamos aunque no hubiera nadie viéndonos bailar y nadie se acercaba a vernos. Esa es la clave. Esperamos no acostumbrarnos nunca a pasarlo tan bien como lo pasamos ahora sobre el escenario, porque perderíamos esencia», sentencia.

PRIMERAS FECHAS DE LA GIRA

18 septiembre – Granada Sound Festival
26 septiembre – Azuqueca Live Festival
10 octubre – Espacio Interpeñas – Zaragoza
17 octubre – Plaza de Toros – Alicante
20 octubre – Sala Capitol – Santiago de Compostela
23 octubre – Centro Andaluz de Arte Contemporáneo – Sevilla
11 diciembre – Sant Jordi Club – Barcelona

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