Iván Ferreiro: «Me niego mucho a pensar que la gente es imbécil»

Sin categoría

Han tenido que transcurrir tres años enteros para que Iván Ferreiro pueda finalmente llegar a Casa. Un hogar que no está en algún lugar físico, sino que se edifica sobre las doce canciones que integran su nuevo disco, titulado precisamente así, Casa, editado en octubre y que tendrá su gran presentación en Madrid este 22 de diciembre en el WiZink Center (antes BarclayCard y antes Palacio de los Deportes).

«Se supone que casa es el lugar donde estás seguro y tranquilo», plantea a Mercadeo Pop el músico gallego, quien añade: «No significa que cuando llegas a casa desaparezcan los problemas, pero sí quería poner algunos de esos problemas sobre la mesa dejando claro que no van a acabar conmigo».

Porque, según Iván, hay cierto denominador común en el contenido del álbum, que arranca con la frase ‘vuelvo a casa en la zozobra de mi corazón’, y en el que «parece que todo se está derrumbando» pero al final de cada canción «te das cuenta de que quien te lo está contando no está derrumbado, ni preocupado y que le da un poco igual».

Por eso aclara que no quería que Casa fuera un «disco triste, sino todo lo contrario». «No sé si alegre es la palabra, pero quizás sí luminoso. A la vez quería contar toda la porquería que quería contar. Mi idea era hablar de todas las cosas que no me gustan, las que no están bien, pero diciéndome a mi mismo da igual, está todo bien y no importa», resalta.

Esto le lleva a sentenciar que, a su juicio, «no puede existir la felicidad negando las cosas horribles del mundo», ya que «la única manera posible de ser feliz es siendo muy consciente de que hay cosas que son una puta mierda». «La forma de solucionar las cosas es saber lo que no funciona», remacha.

En cualquier caso, afirma que le parece «horroroso eso de los artistas torturados» y asegura que él personalmente nunca ha escrito «de bajona». De hecho, asgura que cuando tiene un mal día no tiene «ninguna gana de escribir nada», lo que le lleva a sentenciar que «para escribir hay que estar de puta madre».

«Sin embargo, cuando he tenido una mala temporada y de repente encuentro una buena melodía y el sitio desde el que quiero contar las cosas, ahí hay un equilibrio. Y una canción es como un perfume, que siempre siempre tiene que tener un poco de almizcle. No puede oler a lirios si no tiene un toquecito de mierda», explica.


Admite en este punto Iván, en cualquier caso, que tiene cierta «fama» de tristón, algo que achaca a que hay «mucha gente que no entiende demasiado bien» sus canciones: «Hay mucha gente que todavía no se ha dado cuenta de que las canciones pueden tener muchos puntos de vista y que las puedes hacer tuyas. Si decides que es feliz es feliz, y si es triste es triste».

«Hay distintos grados de profundidad en los que se escuchan las canciones. Me gusta pensar que la canción le sirve increíble al que está enamorado y echa de menos, igual que al que le dejaron y quiere sentirse un poco mejor. O al que dejó a alguien. Y también al que ni dejó ni le dejaron pero tiene una amante que ve cada dos semanas», reflexiona.

Después de resaltar que él hace discos donde cuenta su «verdad», apunta que en realidad no cree que «nadie necesite saber lo que pasa» en su vida. Y añade: «Hay una verdad, aunque trate de darle la vuelta o engañar. Lo importante es que alguien se ponga el disco por la mañana y se sienta bien o se sienta mal. Que se sienta como le dé la gana».

Después de haber presentado el disco ya en unos pocos conciertos, este jueves 22 de diciembre llega el turno de Madrid, siempre plaza importante por motivos obvios. Pero habrá muchas más, puesto que los planes del gallego pasan por «estar dos años de gira y tocar mucho». «Para mi lo ideal sería tocar siempre», sentencia.

Para poder estar en la carretera tanto tiempo se hace necesaria la apertura a otros territorios, pues como recalca Iván, tocar donde se pueda es «lo natural». Así, añade que en ocasiones desde España «no nos damos cuenta de que hay un continente entero donde nadie sabe quien es Belén Esteban», al tiempo que apunta que «hay que ir a América aunque solo sea por la experiencia».

«Me gusta viajar gracias a las canciones, ser turista no me va especialmente. Cuando he estado por allí de turismo no me lo he pasado tan bien como cuando hemos ido a tocar y hemos decidido quedarnos un poco más. Es increíble cuando grabas y escuchas una canción que después termina dándote de comer, te viste y te mueve por el mundo. Llegas a otro país gracias a esa canción, la gente canta y todo cobra sentido», reflexiona.

Porque lo importante para Iván Ferreiro, quien asegura creer «mucho en el ser humano», es la conexión a través de sus canciones. Por eso se planta ante los que piensan que «el público es imbécil» y subraya que puede ser «cualquier cosa menos imbécil». «Solemos pensar que el público es imbécil cuando no le gusta nuestro disco», lanza con pícara ironía.

Y plantea: «La gente no es tonta, hace mucho que trato de hacer discos en los que trato al oyente como un ser sensible e inteligente. Me niego mucho a pensar que la gente es imbécil. Eso no significa que no piense que hay gilipollas en el mundo, pero la gente sabe y entiende lo que escucha».

[Foto de Wilma Lorenzo]

Llegados a este punto, admite que para poder gustarle a alguien, «alguien te detestará», algo que no considera «ni dramático ni preocupante». «Me ha pasado, eso sí, de gente que deja de escucharme porque rompe con su pareja y no me soporta, lo cual me parece bien, aunque me da un poco de rabia porque yo no tengo la culpa», dice con sorna.

«Me parece bonito que no quieran escucharme porque se ponen tristes, pero espero que vuelvan en algún momento», concede, para después afirmar que él no pretende en absoluto dar consejos a nadie a través de los textos de sus canciones, ya que opina que «el mundo del consejito y la autoayuda es una mierda». «Habría que hacer un boicot, no te ayudes a tí mismo, jódete la vida», propone jocoso.

Y cuando parece que la conversación ha terminado, lanza todavía una pequeña gran confesión personal que sin querer sí es un consejo de los buenos: «Con los años he conseguido hacer que toda la música que me gusta sea mía y trato de no relacionarla con las demás personas. Morrissey será siempre mío aunque lo haya compartido, aunque cuando rompí la última vez escuché ‘Now my heart is full’ y me sentó como el culo. Ahí me planté y dije esto no puede ser».

Estas son las próximas fechas de la presentación de ‘Casa’, en una gira que durará mucho más y que tiene ya bastantes fechas confirmadas en festivales de todo el país:

22 diciembre – BarclayCard Center – Madrid
27 enero – Sala Zentral – Pamplona
28 enero – Kafe Antzokia – Bilbao
03 febrero – Sala Pelícano – A Coruña
04 febrero – Sala Capitol – Santiago de Compostela
03 marzo – Sala El Hangar – Burgos


ENTREVISTA PUBLICADA ORIGINALMENTE POR David Gallardo EN EUROPA PRESS
.

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *