Biznaga publica su nuevo disco de estudio, el cuarto, con el título de ‘Bremen no existe’ (Montgri, 2022). Ya disponible en las plataformas habituales. Y es, vamos que sí, uno de los discos del rock español de 2022.
El nuevo disco de Biznaga llega después de cuatro singles de adelanto. A saber: ‘Contra Mi Generación‘, ‘Domingo Especialmente Triste’, ‘La Escuela Nocturna’ y ‘Madrid Nos Pertenece‘.
‘Bremen No Existe’ también podrá ser disfrutado en concierto. Estas son las primeras fechas que ofrecerá la banda, que ya pasó este jueves por Córdoba, el viernes por Granada, y actúa este mismo sábado 23 en Málaga:
29 ABRIL – Bilbao – Santana 27 (Fever)
6 MAYO – El Prat de Llobregat – La Capsa
7 MAYO – Valencia – Auditori de Burjassot
20 MAYO – Madrid – Tomavistas Fest
21 MAYO – Cáceres – Underground Weekend
26 JUNIO – Calvía – Mallorca Live Fest
15 JULIO – Santo Domingo de la Calzada – Rockland Art Fest
23 JULIO – Vinuesa – Motorbeach Festival
30 JULIO – Benidorm – Low Festival
El texto promocional de Sixto MD (La Trinidad) resume a la perfección el espíritu de este nuevo disco de Biznaga:
«Chavales bebiendo litros y escupiendo pipas mientras escuchan música en un móvil. Un grupo de amigas sale al amanecer de una discoteca en las afueras. Una pareja se está besando y los figurantes de siempre permanecen acodados en los bares de toda la vida.
Podría haber sido ayer o hace diez años desde la última vez que estas escenas tuvieron lugar. Todos ellos podrían tener veinte o treinta y tantos, tener un trabajo precario, estar en el paro o, menos probable, acomodados en un PAU. Todos ellos podrían ser también Álvaro, Jorge, Milky o Pablo, o lo que es lo mismo, Biznaga.
CUESTIONAMIENTO VITAL
Nacidos entre mediados de los ochenta y los noventa, se cuestionan esta vida que sienten sumida en un bucle intergeneracional. Que renquea y se gripa, mientras el mundo gira extraño, a una velocidad en la que se comenta y olvida por igual una guerra que un TikTok.
Lejos del frenesí vampírico y españolizado de Centro Dramático Nacional (2014), de la punción lumbar en clave de punk 77 que fue Sentido del Espectáculo (2017) y de la obra conceptual, opresiva y más cerebral que supuso Gran Pantalla (2020), es en este cuarto trabajo, Bremen No Existe (2022), donde Biznaga depuran todos sus movimientos tangenciales dentro del género hacia un sonido de pop luminoso y romántico.
La ruptura se percibe fresca y sin vicios. Como si de un primer disco se tratara: ahora son el grupo que quizá soñaron ser, aún en las primeras maquetas. Nada de canciones directamente volcadas del local de ensayo al disco. Por primera vez se escuchan guitarras acústicas, sintetizadores, armonías vocales y arreglos que brillan entre tempos menos frenéticos, para que melodía y texto funcionen como nunca.
En las entretelas de lo elegido y lo impuesto, Biznaga nos sitúa en medio del relato agorero sobre un futuro opuesto al de la nostalgia prefabricada. En la encrucijada entre el peterpanismo endémico, lo pueril y lo adulto; lo “normal”, los otros modos y lo posible en esta vida teledirigida, a la carta y llena de efectos especiales.
Como les sucede a Los Trotamúsicos de la portada (ahora reventados por el paso del tiempo), el interés se halla en el camino y después de rebelarse. La política se hace desde una pista de baile o una canción de hace diez años. La multiplicidad de lecturas está servida sin objeto de alcanzar una única respuesta porque, tal vez, como el destino de estos simpáticos personajes, no existe».
