Ser ‘hijo de’ tiene un porrón de ventajas evidentes, pero también levanta mogollón de sospechas. Se abren de par en par muchas puertas, pero pueden cerrarse de golpe si la cosa no da de sí. Sin segundas oportunidades. De manera que se trata de aprovechar bien la primera.
Me enfurruña especialmente en estos casos cuando los hijos de turno aseguran que no han recibido ninguna ayuda de su padre o madre famoso. Me encabrona porque no se dan ni cuenta de que el punto de partida no es el mismo que para el resto de mortales. Y ese ya es un factor diferencial decisivo.
Porque vamos a ver: si eres el hijo de Bono de U2, eres el hijo de Bono de U2. Eres Elijah Hewson y cantas en un grupo. Eso ya de por sí va a despertar interés en mucha gente. Que entiendo que los muchachos de Inhaler, de quienes hablamos, quieran marcar distancia con eso para hacerse valer por sus méritos propios. Pero es lo que hay y les da ventaja.
Cuando tuve la oportunidad de charlar con ellos hace poco más de un año con motivo de su presentación en Madrid, desde Universal se nos sugirió que evitáramos hablar de U2. Pero no puedes obviar eso, aunque sea en la parte final. Así que me lo monté algo así:
«Ya que me dicen que no os pregunte por ellos, tengo una pregunta para el final: ¿No vais a escuchar a U2 nunca más?»
«¿Por qué no? Son una buena banda, ¡nos encantan!»
El concierto de aquella noche en la Sala Shoko, horas después de nuestro encuentro, estuvo bastante bien. Son correctos y tienen algunas buenas canciones. Y de las 800 personas en el lugar, por lo menos la mitad talluditos fans de U2. ¿Es o no es jugar con ventaja? Es lo que hay, para bien o para mal.
Y entonces, ¿es Inhaler algo más que la banda del hijo de Bono? El tiempo les pondrá en su lugar según lo que vayan haciendo. Pero desde luego son esperanzadores. Y están ahí comandando cierto movimiento en el rock de Dublín del siglo XXI junto a Fontaines D.C. Hay un componente generacional interesante ahí.
Una vez ganada nuestra atención por el componente genético, llega el momento de la verdad para ellos. Porque tras una serie de singles, el 16 de julio publicarán su álbum de debut: ‘It won’t always be like this’ (Polydor Records, Universal Music, 2021). Porque sí, así de primeras ya están en una multinacional. Por supuesto.
CHEER UP BABY
El disco recogerá algunos temas ya conocidos y ciertamente sugestivos como ‘It won’t always be like this’ o ‘My honest face’. Y acompañando el anuncio llega el single ‘Cheer up baby’, una de las composiciones más antiguas del cuarteto irlandés, ahora ya definitivamente terminada para su lanzamiento.
«Es una gran canción pop. Creo que realmente nos lleva de regreso a nuestras raíces como banda«, plantea Elijah Hewson, mientras el batería Ryan McMahon apostilla: «Tiene ese sentimiento clásico, de sentirse bien, himno y de esperanza con el que todo el mundo parece relacionarse en algún nivel».
El videoclip de ‘Cheer Up Baby’, que presenta una actuación en vivo totalmente enérgica y salpicada de pintura de la banda, está dirigido por Joe Connor, cuyos créditos como director incluyen a Biffy Clyro, The Rolling Stones y Coldplay. Casi nada para una banda que presenta su primer disco.
La nota promocional del álbum señala como influencias a Joy Division, The Stone Roses, Kings of Leon, The Strokes, Interpol y The Cure. Por supuesto, ni rastro de U2. Es algo curioso esto de querer matar al padre pero, al mismo tiempo, salir de gira como telonero de Noel Gallagher, uno de sus más grandes amigos y, a su vez, telonero de U2.
Pero entonces, en cualquier caso, ¿es Inhaler algo más que la banda del hijo de Bono? Es normal ser escéptico, pero sí que lo es. Elijah canta bastante bien y su voz resuena familiar en una banda solvente con un buen puñado de canciones convincentes. Y ‘Cheer up baby’ marca un camino prometedor.
Les va a acompañar siempre el nombre de U2, la consanguineidad con Bono. Sobre la marcha descubriremos si son capaces de coger suficiente altura para volar libres o ese ‘detalle sin importancia’ termina convirtiéndose en un peso insoportable. Con su primer álbum, llega el momento de que ellos nos respondan a la pregunta del millón.
