Algo ha sucedido con Love of Lesbian en el último año. Algo ha sucedido y se han convertido en una de las bandas punteras del pop independiente español, con cuatro llenos consecutivos en la madrileña Joy Eslava y tres en el Razzmatazz de Barcelona el pasado invierno. ¿Puede su líder y vocalista, Santi Balmes, dar una explicación? Por supuesto que puede y se la da a Europa Press: «Tiramos agua a los fans, como en los Gremlins».
– Cuéntanos bien qué demonios ha pasado con vuestro perfil de Facebook.
Creo que ha sido una venganza de varias páginas web porno a las que bloqueábamos cuando invadían nuestra página con spam.
– Después de lo que os pasado con Facebook, ¿seguís confiando en las redes sociales?
Sí, por supuesto, lo único que, a partir de ahora, tienes que hacerte una copia de seguridad de todo lo que uno deposita en ellas, no sea que desaparezcan, se vendan…
– ¿Cómo se consigue que te lo reabran después de cerrarlo? Por si nos pasa en el futuro…
Jaja, veamos, uno tiene que intentar meter cierta presión. El caso es que ellos tienen muchísimas, miles, creo, de incidencias y tú pasas a la cola. Pero, claro, a nosotros nos preocupaba mucho el tema de haber perdido 100.000 fans, no es fácil. Y la de fotos que tenemos allí colgadas, ni te cuento. Una gira de dos años muy intensa, experiencias de todo el mundo, tanto de la banda como de nuestros seguidores.
– Para el concierto del Low Cost habéis dejado que sean vuestros seguidores los que elijan el repertorio. ¿De dónde surgió la idea? ¿Os gusta cómo ha quedado? ¿Os esperábais el resultado?
Lo hicimos para que fuera más interactivo el asunto, un poco como cuando accionas una juke box. Y el resultado… lo respeto. Yo hubiera variado algunas cosas pero ahora no hay vuelta atrás. En este caso, la decisión del público es más soberana que nunca, jaja.
– Nos podéis decir dos temas que os de mucha rabia tocar y dos que os de mucha rabia escuchar?
Rabia no es la palabra. Seleccionamos mucho antes de plasmar una canción en un disco, así que te podría decir canciones que quizás, al tiempo de tocarlas, empiezas a cansarte de ellas, como, en mi caso «Villancico para mi cuñado Fernando» y «Los niños del mañana». ¿Dos temas que nos de mucha rabia escuchar? ¿De otros? Pues «living on a prayer» de Bon Jovi o «You are beatutiful» de James Blunt. Creo que es por su sobre exposición.
– A finales de 2009 no llenasteis La Riviera, pero un año después llenábais cuatro noches seguidas la Joy. ¿Qué ha pasado?
Tiramos agua a los fans, como en los Gremlins. No sé, supongo que todo adquirió un rollo exponencial. Por ir de pavo de ciencias puras, que no lo soy.
– ¿Seguís siendo un grupo indie u os gusta ser engullidos por el mainstream?
No creo que nos haya engullido nadie, hay mucho gordo en la banda, gente mal alimentada. Si el mainstream nos engulle rápidamente nos vomitará.
– Y cómo veis el éxito de Vetusta Morla.
Me alegro, son honestos, se lo toman muy en serio, y son gente muy cercana.
– ¿Cuanto de pose hay en el indie español y cuanto de música?
Claro que hay pose. Si llevas tiempo en ésto desarrollas un ojo clínico para detectarlo.
– ¿Compartís la idea de que el público indie va a muchos conciertos porque hay que ir para figurar y por el ‘yo estuve allí’?
Seguramente, pero siempre hablando de ese tercio que hoy está, y mañana estará en otro lado, según el viento. Son cosas que una banda no puede controlar, en realidad, ni el momento de triunfar ni el momento de pasar de moda, que a toda banda le llega.
– ¿No se satura uno de tocar en tantos festivales? y de tocar más cuatro o cinco veces en una misma ciudad en un año?
Hasta ahora no, pero he de reconocerte que no me veo más de dos años a este ritmo tan frenético. Mi cuerpo y psique están empezando a pedirme calma. Lo que no se sabe es la cantidad de cosas a las que hemos tenido que decir que «no». El triple de lo que hemos dicho que sí.
– ¿Haréis algún parón? ¿Desapareceréis de los escenarios en algún momento para descansar y componer nuevos temas?
Sí, claro, es necesario, aunque solamente sea para que no sea la demanda quien te domine a tí. Hay que volver a llevar una vida normal, regulada por horarios, fundirte entre las calles y volver a observar lo que sucede afuera y adentro.
– ¿No hay demasiados John Boy por el mundo?
El fenómeno John Boy no lo hubiéramos imaginado jamás. Supongo que al hablar de un ídolo de masas que puede ser tanta gente, todo el mundo utiliza a John Boy para proyectar a una persona que admiras. La ironía es que John Boy es un desgraciado, hay partes de la letra que lo remarcan.
– El espectáculo y la teatralidad son una constante en vuestros directos, es parte indisoluble de Love of Lesbian, ¿pensáis que por eso se os puede considerar menos en serio?
Mira, eso de tomarnos más o menos en serio dependerá del sentido del humor de la audiencia. A mí los grupos que parece que caguen mármol acaban aburriéndome. En la vida hay momentos para todo. Yo creo que nuestro humor, mezclado con nuestras canciones emotivas, demuestran que se puede ser versátil. Y luego hay los que pueden llegar a criticarnos por esa parte humorística y en cambio flipan con los Flaming Lips. Ya estamos curados de espantos en ese sentido. Nos la suda, en definitiva, vamos a lo nuestro. Pasarlo bien. Ésto son dos días, amigo.
– Siempre encabezáis iniciativas originales, ¿que os parecería protagonizar un concierto nudista, de cara al veranito? ¿Tenéis alguna otra idea divertida para poner en marcha en los próximos meses?
– ¿Tinto de Verano o Cerveza?
Clara. O Bea. O Sonia.
