Download Festival Madrid: Día 1 (2018) La Caja Mágica. Madrid

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Todas las fotos son de Alfredo Rodríguez


Marilyn Manson y Avenged Sevenfold abren Download Madrid con toda la fuerza del lado oscuro

Hay muchos sitios maravillosos para disfrutar del anochecer en Madrid pero solo el Download Festival tiene a Marilyn Manson como oficiante en el ruidoso ritual de la despedida del sol, que en la tarde de este jueves no es para nada rutinario.

Se abre así la primera jornada de la segunda edición en Madrid de la famosa franquicia rockera y metalera -más oscura, más dura, más potente que en 2017- con 34.000 personas congregadas en las instalaciones de La Caja Mágica, que luce ya bien repleta a eso de las 21 horas cuando Manson aparece en escena.

Derrochando oscuro carisma al ritmo del frenético Irresponsible Hate Anthem, que mete al gentío en materia por la vía rápida, y al que siguen Angel with the scabbed wings, Deep six, This is the new shit, Disposble teens y mOBSCENE, todo un recorrido por la extensa discografía del grupo.

También hay hueco, lógicamente, para la más reciente y certera Kill4Me -con un grupo de fans flipando y bailando en el escenario-, canción estrella del décimo y por ahora último disco de Marilyn Manson, con el que recobra la senda del acierto.

Sí que se aprecia que Brian Warner -nombre real del ‘reverendo’- a sus 49 años tiene cierta cadencia monótona, con mucha menos furia que antaño, con menos fuelle, pero manteniendo intacto un magnetismo escénico indudable que, de hecho, incluso crece con los años.

El repertorio ayuda además porque se suceden, con un sonido potente y limpio, The dope show -con intro de I don’t like the drugs but the drugs like me-, la coreada versión de Sweet dreams -perfecta ahora que ya casi nos arropa la noche- y Say10 antes del derroche final del inapelable bis.

Porque en el tramo final aún hay tiempo para Antichrist superstar y la fogosidad miliciana de The Beautiful People, que cierran una actuación compacta y disfrutada con gozo colectivo. Teniendo en cuenta que los conciertos de Marilyn Manson nunca han sido especialmente largos, en esta ocasión parece que hay satisfacción generalizada tras algo más de una hora.



No ha terminado de apagarse el escenario principal y ya están Rise Against empezando su set sin tiempo que perder. Y salen arrasando con todo el ímpetu rockero de Violence, tema de su más reciente álbum, Wolves (2017), mientras el público corre buscando posiciones después de la ceremonia de Manson.

En pocos minutos, mientras suena Satellite, ya está todo el mundo en orden y se monta el pogo de los últimos días. Que ya no para mientras el grupo estadounidense de hardcore melódico encadena una canción tras otra sin tregua.

Pregunta en un momento dado el líder Tim McIlrath cuanta gente estuvo en su último concierto en la capital en 2015 en el Palacio de los Deportes y un mar de brazos se alzan al cielo. Acto seguido, los chicos sin camiseta y las chicas sudorosas vuelven al derroche de energía.

Clásicos de su repertorio como Savior y Prayer of the refugee apuntalan una actuación agitada y acelerada, con toda la urgencia que ya de por sí contienen las canciones del grupo de Chicago, nombre esencial de la escena hardcore melódica desde hace algunos lustros.



Vuelta al escenario principal para Avenged Sevenfold, banda californiana ‘encargada’ de revitalizar la escena metalera del siglo XXI. Porque aglutinan todas las referencias imaginables, empezando por el vocalista M. Shadows con el estilismo y los movimientos de Axl Rose, así como con un punto vocal a lo Bruce Dickinson.

Empiezan su acometida con The Stage, tema que abre su aún último disco del mismo título, de 2016. Y el público más joven entra en modo éxtasis mientras el de más edad se muestra aún cauteloso y escéptico. Hay un salto generacional importante a pesar de que Avenged Sevenfold van camino ya de su veinte aniversario.

Sin embargo, al final se trata de metal y rock duro y, tras Afterlife, hay comunión generalizada gracias a su tema más popular, Hail to the King, que remite directamente a los Iron Maiden más legendarios, incluso con un gran muñeco en el fondo del escenario que evidentemente está inspirado por Eddie, la mascota de los ídolos del heavy.

Con una fuerza pulcra y un sonido portentoso, Avenged Sevenfold se meten al público en el bolsillo con los juegos de guitarras de Synyster Gates y Zacky Vengeance, el bajo musculoso de Johnny Christ y la incansable pegada del batería Brooks Wackerman.

Se suceden Welcome to the family y God damn antes de la fogosidad (literal) de Buried alive, que termina incendiando una de las lonas laterales del escenario, aunque la cosa queda en un susto imperceptible para la mayoría gracias a la rápida actuación del equipo de seguridad, extintor en mano.

Resulta inevitable recordar a Metallica -que para eso son pioneros- en momentos de gran pegada, pero también en temas más acústicos y reposados como So far away. Punto de inflexión resulta la muy coreada Nightmare, que da paso a la traca con Bat Country, Shepherd of fire, A little piece of heaven y el cierre por todo lo alto con Unholy Confessions.

Hay quien dice que Avenged Sevenfold son los Aliexpress del metal y, bueno, un poco de razón quizás, pero lo cierto es que convencen en directo. Porque suenan tan bien producidos como en disco y porque tienen dinero para un montaje a la altura de lo que se espera de unos reyes de género. Con algunas canciones pétreas, eso también, claro.



Para entonces ya están los clásicos del hardcore punk Pennywise en el tercer escenario, mientras a la vez A Perfect Circle aparecen en el segundo ((bueno, más o menos, pues unos terribles problemas de sonido retrasaron su salida y acortaron su show) y la noche se parte en dos entre los que se retiran y los que no tienen fin. La jornada fue larga y variada y empezó a las cinco con nombres tan potentes como Backyard Babies, Arch Enemy o Kreator. Y aún quedan otras dos, por lo que permanecer o no es una decisión crucial.

El público, en cualquier caso, tiene las pilas a tope y está más por la labor de disfrutar el momento que por pensar de más en lo que esté por venir. Pues bien, este viernes, segunda jornada, se esperan tres horas largas de concierto de Guns n’ Roses. A partir de ahí, otros tan importantes como Bullet for my Valentine, Thrice, Clutch, Parkway Drive o los españoles Viva Belgrado.

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