Depedro: alma libre que no atiende a fronteras

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Es Jairo Zavala, aka Depedro, reflectante imagen de honestidad con la guitarra siempre al hombro mientras el sol castiga con la furia de los anhelos, cuando la luna emerge con los miedos agarraditos de la mano con la firmeza del que guía el tortuoso y desconocido camino.

Caminante infatigable que en realidad no quiere llegar a su destino, pues es precisamente en construir esa senda que pueda recorrer reside todo el empeño de un músico vocacional para el que conquistar una cima no es otra cosa que el impulso para comenzar a ascender la siguiente, tal y como él mismo relata en entrevista con ICON (que puedes leer AQUÍ).


Este espíritu inquieto y creativo bien puede desarrollarse a pie, si bien resulta en última instancia recomendable pensar en hacerlo también a lomos del Kia Soul, un vehículo que, como Depedro, es joven de espíritu más allá de lo que marque el calendario, lo cual implica una actitud siempre activa, espontánea y abierta ante lo que tenga que venir en la vida.

La conexión no es en vano, pues Kia y la revista Icon han creado el concepto Emprendedores con Soul, con el que se identifican creadores de diversos ámbitos valientes y desprejuiciados que aportan algo diferente al mundo que todos compartimos y en el que, lamentablemente, no son tantos los que luchan contra la uniformidad imperante y somnolienta.

Adalid del sonido fronterizo, en realidad es la curiosidad la que le lleva a asomarse al otro lado de la línea geopolítica para, con la excitación de un crío, desparrarmar su alma en un intento desesperado de comprender, conectar y conocer. Sin prisa pero sin pausa, sin billete de vuelta, pues eso es lo que diferencia al turista del viajero.

HOMBRE BUENO

A ese viaje tan kilométrico como espiritual, nos incita Jairo con letras como «Era un hombre bueno de abrigo y sombrero, miraba a la calle y veía desiertos. Era una paloma buscando un marinero, llevarle el mensaje, que ya no había puerto».

TE SIGO SOÑANDO

Imposible el desatino del olvido cuando la presencia lejana persiste en hacerse real cual alucinación sudorosa que acompaña la excitación de los cinco sentidos.

LLORONA

Tan arenosa como sentida melancolía hacia un cuerpo otrora dependiente, ahora díscolo en la insoportable distancia. Imposible el desatino del olvido.

COMO EL VIENTO

Ligero como una pluma al cantar se siente nuestro trovador: «Sólo contigo, sólo soy feliz si yo te miro, basta tu aliento para que me sienta como el viento. Como el viento, como el viento… mece mi cuerpo…»

DE CÓMO EMPEZAMOS

Empezar en el barro a construir sueños lejanos, contando estrellas e historias repletas de inalcanzables ilusiones que, sin saberlo, son los primeros ladrillos de una casa que no se ha empezado por el tejado.



ME VA LA VIDA EN ELLO

Mientras se prepara para escalar el Himalaya que es su próximo disco, según sus propias palabras al diario El País, Depedro saca tiempo para revisitar a Luis Eduardo Aute en su clásico Me va la vida en ello. ¿Coincidencia? No en su caso.

ETERNAMENTE

De lo más nuevo a lo primero, pues en su infatigable búsqueda de canciones, bien podría ‘Eternamente’, la canción que abría su debut ‘Nubes de papel’ allá por 2008, referirse a esas musas remolonas: «Algunos deciden estar ausente, yo quiero estar presente, cuando ella venga a por mi. Sin dar con prisas. De pronto a dormir eternamente».


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