Primero tomaremos Cartagena, entonces tomaremos Madrid
Incinérame, mézclate conmigo, Arde Bogotá en Madrid contigo. Arda Madrid con nosotros dentro y que nos dé absolutamente igual. Total, ya ardió Bogotá. Y esta noche de viernes, en la ciudad, que salga el sol por Antequera. Solo seremos cenizas al viento susurrando canciones. Uuuuh. Oooooh. Aaaaah. Ya moriremos mañana.
Incéndiame. Merodéame. Ronronéame. Estamos solos tú y yo en mitad de un concierto. La gente grita vivas a Cartagena. Bésame, atorníllame pero, sobre todo, no me dejes escapar. Porque nadie sale vivo de aquí está noche. Tenemos todo el tiempo del mundo mientras aúllan allá abajo.
No os voy a contar las canciones que tocaron. ¿Desde cuándo un concierto es un repertorio? No para ti, ni para mí. El repertorio lo marcamos nosotros mientras patinamos por el pasillo de casa y escuchamos, otra vez, las canciones de anoche. ‘Dangerous’, ‘Cariño’, ‘Tan alto como tus dudas’. Espera, que te bajo la puta luna. Sopla. Ya.
SONGS OF FAITH AND CORONATION
Se coronaron Arde Bogotá en Madrid. Pero a un nivel muy alto. De esto que te ves rodeado de gente que excede tu inquietud con su ímpetu. Y te sumas. Y te dices «pero qué». Qué cosa es la música en vivo. El rock. No sé. Pasan tantas cosas por la noche. De eso va esta banda. Cómo lo flipa la peña. Esta es la pandemia pop.
Lo de ‘Mi carro’, tengo que decirlo, es así, tan raro. El coplero que todos llevamos dentro sale con una cerveza en la mano y no tiene más importancia pero, sabes, es que su repertorio tiene más consistencia. ¿Más que Manolo Escobar? Sí esta noche. Es la noche. La noche. Noche.
Y tú y yo en el coche, acelerando el Nissan por la M-30 en la noche. Haciendo círculos a Madrid para no entrar porque no quiero casarme contigo. Pero a ti te gusta más lo de no aprender mi nombre. Y eso ya duele. Nos estrellamos. Viene la puta pasma. Se viene movida. La noche.
Jamás vamos a cambiar. Nadie nos va a hacer cambiar. Mucho menos ellos. Ahora sí, os digo tres canciones: ‘Exoplaneta’, ‘Antiaéreo’ y ‘Abajo’. Vamos de otro rollo, vamos a lo nuestro. Vamos a cagarla hoy con todo el equipo para que nos recuerden mañana. Siempre.
