Las salas de conciertos de todo el mundo llevan ya casi dos meses cerradas, con la actividad de la industria de la música en vivo paralizada abrupta y tajantemente por culpa del coronavirus.
Y no hay una fecha de apertura que permita tener algo de esperanza, pues por ahora lo más cercano en el tiempo es la posibilidad de que puedan abrir a finales de mayo con un máximo de 50 personas en su interior, algo insostenible económicamente.
Por eso, salas con el público bien fidelizado como puede ser el caso de Gruta 77 en Madrid están siendo imaginativas para tratar de ofrecer bonos para que su gente pueda echarles un cable para aguantar el tirón hasta la ansiada reapertura.
Gruta 77 es un lugar especial, un templo del rock al nivel de otros muchos que, por estar lejos de nuestras casas, mitificamos y parece que valoramos mucho más. Pero en el Gruta he pasado incontables noches de música y desenfreno durante los últimos veinte años, como aquella con Marky Ramone que me viene a la cabeza sin más. Pero hay muchas otras más.
Antes más, cuando no tenía obligaciones familiares y era más joven y noctámbulo, como nos pasa a todos (pero no creáis, que no hace tanto de la penúltima). No pocas veces nos plantábamos en la puerta, pagábamos la entrada y entrábamos aunque no conociéramos al grupo. Es lo bueno de ser de Carabanchel en este caso y poder acudir (y regresar) caminando.
Así las cosas, lo que Gruta 77 ofrece son bonos que pagas ahora y podrás disfrutar cuando la sala vuelva a abrir. Una forma de mantener cierta actividad, de recibir algo de dinero y, en última instancia, aguantar. Sencillamente aguantar.
Por 11 euros se puede comprar ya una camiseta con el lema ‘Anoche el rock n’ roll me salvó la vida’. Puedes también adelantar 10 euros para el concierto futuro que quieras, o pagarte unas cerves por adelantado.
Está todo bien explicado AQUÍ en Moving Tickets, donde puedes también hacer tu compra si te apetece para, como dice el lema de la sala, ‘defender tu idea, apoyar al rock n’ roll’.
Hoy he leído también, por cierto, que el mítico Troubadour de Los Ángeles tiene abierta una campaña de crowdfunding que ya ha recaudado más de 50.000 dólares. Otra manera de mantenerse a flote apelando a los tuyos.
Y oye, que yo hablo del Gruta porque es lo que tengo más cerca, pero si conoces otras iniciativas similares de otras salas de por ahí, no dudes en decírmerlo en galko@mercadeopop.com.
