– Alter Bridge (2008) Sala Heineken. Madrid

Crónicas

Lugar: Sala Heineken
Fecha: 2 junio 2008
Asistencia: 500 personas
Artistas Invitados:
Precio: 24 euros
Músicos: Myles Kennedy (voz y guitarra), Mark Tremonti (guitarras), Brian Marshall (bajo), Scott Phillips (batería)

Setlist: Come to life, Find the real, Brand new start, Whiteknuckles, Buried Alive, Before Tomorrow, Ties that bind, Blackbird, Watch over you, Metalingus, Open your Eyes, Broken wings, Mudbone (travelling riverside blues), Rise today


Con más de una hora de retraso, a todo trapo y precedidos por el For those about to rock (we salute you) de AC/DC. Así se presentaron Alter Bridge por segunda vez en Madrid. Desde el primer momento quedó claro que aquello sería una demostración de fuerza, derroche de decibelios, festín guitarrero, con más metal que en una siderurgia asturiana. Suena el primer tema y eso es un batiburrillo descontrolado, un traca traca destructor. A Myles no se le distingue lo que canta, el bajista aporrea pero nada, que no hay manera. Tremonti dale que dale trastes para arriba, trastes para abajo, pero tal vez el técnico de sonido tendría que quitarse los tapones de cera de los oidos y escuchar esto a pelo, ¡porque madre mía, qué volumen!

El concierto comenzó más de una hora tarde por «problemas técnicos», tal y como el propio Myles se encargó de comentar desde las tablas para pedir perdón al público (gentío que, según me aseguraron, más que doblaba al congregado en este mismo lugar un par de años antes en el debut de la banda en los dominios madrileños). Tal vez precisamente por estos problemillas es por lo que la actuación comenzó así de aturullada. O tal vez fuera que, espoleados por el retraso y por el incremento de fans, quisieran salir a partir tímpanos. Sea por lo que sea, lo cierto es que atronaron. Y la gente, cómo no, encantada (por allí andaban Carlos Escobedo de Sober y Savia, y su hermano ahora de Skizoo, Jorge, sin duda cercanos musicalmente).

Gracias al cielo, según avanzó el show los instrumentos comenzaron a diferenciarse y la privilegiada voz de Myles para el rock se pudo escuchar con cierta nitidez. Todo esto no pareció importar demasiado al público de las primeras filas, que estaba dispuesto a darlo todo por esta banda surgida de las cenizas de los injustamente vilipendiados Creed, y que con su reciente segundo disco, Blackbird (2007), ha vuelto a ofrecer al mundo un trabajo notable, como ya lo fuera su debut, One Day Remains (2004), que cuenta a estas alturas con más de tres millones de copias vendidas ‘worldwide’ (en los USA llenan pabellones y en Madrid apenas 500 personas se juntan para disfrutarles… ¿cómo se sentirán ellos?).

Precisamente, especialmente celebrados fueron los temas de su primer trabajo, entre los que destacaron Find the real, Metalingus (canción que usa la mega estrella de la WWE Edge para salir al ring en plan tipo duro que te-va-a-partir-las-piernas-pero-de-mentira) y Open your eyes, tonadilla esta con la que me engancharon (incluso me acerqué a una tienda a comprar el cd… una de las últimas veces que lo he hecho) hace cerca de cuatro años y con la que cerraron la primera parte del concierto después de una hora pulverizadora. La ovación en este punto fue ciertamente emocionante.

Y es que hasta ese momento el respetable se comportó a la perfección, provocando constantes sonrisas de los miembros de la banda, abiertamente emocionados y tal vez superados por tanta entrega. De hecho, el cantante no paró de asegurar que nos amaba a todos por estar allí, mientras seguían desgranando temas y oscilando entre ese rock alternativo americano para estadios y para adultos (que copa las listas especializadas del Billboard) en plan Nickelback, esos momentos melódico-baladísticos con toques grunge en plan Pearl Jam, y una tralla que por momentos se acercaba, por qué no, a unos Black Sabbath actualizados y con retazos trash metaleros. En esta se parecen un poquito a los de Vedder:

Este concierto era la crónica de un éxito anunciado gracias al repertorio de la banda, al sobresaliente talento del vocalista (que sí, al final dio unas cuantas lecciones interesantes) y del resto de la banda (los solos de Tremonti no estuvieron nada mal), y que contó con el aderezo para mi inesperado de un sector del público enfervorecido. Rise today, temazo épico y molón donde los haya, puso el broche de oro.

Tras unos escasos 75 minutos llegó la despedida final, el reparto de puas, baquetas, saludos efusivos, choques de manos, la lucha de los más fanáticos por agarrar el papel del repertorio y agradecimientos varios. Personalmente, salí más que satisfecho y con ganas de descansar, pues los excesos provocados por Rage Against the Machine un par de días antes todavía me pasaban factura. Mientras la gente abandonaba la sala, sonaba el primer disco de los Rage, con Bombtrack y todas esas… ¡Cuidado, que vuelven!


Crónicas:
Diario Crítico

Enlaces relacionados:
http://es.wikipedia.org/wiki/Alter_Bridge
http://www.lastfm.es/event/550809
http://www.alterbridge.com
http://www.myspace.com/alterbridge

Comparte
Tagged

7 thoughts on “– Alter Bridge (2008) Sala Heineken. Madrid

  1. fue corto pero intenso. a mi me encantaron, los pude ver este año en inglaterra tb y, aunque sonaron mejor, no fue tan entregado como en madrid. yo lo vivi y me deje la garganta cantando.
    alter bridge se salen.

  2. ENHORABUENA POR LA CRONICA!!!!
    describe bastante bien lo que pasó. Buen concierto, y superó con creces al anterior, en el que creo que no pasabamos de las 50 personas. Lo dicho, muy bien!!!!!

  3. El fin del rock se acerca si éste fue un buen concierto. Al final será cierto que el mundo del rock/metal no se diferencia tanto del de Bisbales y Chikilicuatres. Caballeros, por 27 euros de entrada qué menos que exigir puntualidad, un técnico de sonido competente, una banda que comunique y tenga complicidad con su público y un mínimo de hora y media de concierto, que con lo enzarpados que salieron ya podrían haber tocado dos horas…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *