Este jueves se inaugura en Barcelona el primer Museo del Rock de toda Europa. Situado en el centro comercial Las Arenas, su impulsor es el periodista y melómano Joan Tardá, quien tiene una colección de más de un millón de documentos musicales de todo tipo. El museo, que podrá comenzar a visitarse desde este viernes 1 de abril, es un paraíso para los amantes de la mitología del rock.
Por ejemplo, podrán contemplar el certificado de defunción de Freddie Mercury y la guitarra que Brian May tocó en el último concierto del vocalista -en Knebworth en 1986-, la entrada número 1 del concierto que en 1976 los Rolling Stones debían celebrar precisamente en Las Arenas y que terminó haciéndose en La Monumental -firmada por ellos-, o la chaqueta de Michael Jackson en la época de ‘Bad’ (hay muchas más chaquetas, entradas y pósters).
También se pueden ver unas baquetas del batería de Metallica, Lars Ulrich, manuscritos inéditos y originales de Bruce Springsteen escritos por él mismo, y un disco único con temas de los Beatles por una cara y de los Stones por otra que Decca decidió a última hora no publicar. En el plano local, hay expuesta una cazadora de Loquillo.
No quedan aquí las curiosidades y sumamos: una cinta de pelo del líder de los Dire Straits, Mark Knoffler; una guitarra firmada por Robert Plant y Jimmy Page de Led Zeppelin; el disco de oro que el grupo The Doors consiguió en 1991, la chaqueta ‘House of Blues’ utilizada por Eric Clapton en el Sunset Streep de Los Ángeles, un cartel promocional de la publicación del disco ‘The Joshua Tree’ de U2, y una pelota de fútbol firmada por Rod Stewart.
A lo largo de sus 2.000 metros cuadrados de superficie, cuenta con seis salas diferentes, un auditorio y un restaurante que tiene una bañera de Elton John reconvertida en mesa para doce personas. Las entradas cuestan 10 euros, aunque hay precios especiales según diversos casos.
