La Sala Boite Live de Madrid acoge este viernes la puesta de largo de Ciclocéano, banda madrileña comandada por Antonio Curros, compositor y vocalista de amplio registro con una larga experiencia en musicales y que actualmente interpreta a Timón en El Rey León en la Gran Vía de la capital.
Desde el Teatro Lope de Vega salta ahora hasta la cercana Boite Live para presentar las canciones de una banda que él mismo lidera, pero en la que está acompañado por Xavi Igual, antiguo guitarrista y productor de Skunk DF; Fer Vilar, ex bajista de la banda de ska-punk Oferta Especial; y Adrián Espinosa, músico en Pauline & The Big Kahunas.
Entre todos y con ayuda del productor Manuel Ángel Mart (Estirpe) dieron forma a Líneas de meta, un primer disco que bebe del rock de los noventa, coquetea con el pop y huye premeditadamente de las etiquetas: «Solo sirven para encasillarte y están demasiado cargadas de prejuicios», apunta Curros en entrevista con Mercadeo Pop.
– ¿Qué tal las cosas por el mundo de Ciclocéano desde la edición de vuestro álbum?
Todo alegrías, la verdad. No dejan de llegarnos mensajes y propuestas interesantes para seguir trabajando y dar a conocer Líneas de meta, y esperemos que siga así mucho tiempo.
– Vuestras letras hablan mucho de autoafirmación y superación vital. ¿Es eso para vosotros en última instancia también la música? ¿Y la banda?
La música tiene un componente muy grande de superación, cada canción y cada concierto intentamos que sea mejor que el anterior; es una línea de meta que nos marcamos. Pero sobre todo es un canal a través del cual podemos hablar y transmitir lo que nos dé la gana. Es lo bueno de ser un proyecto autogestionado, tenemos libertad total.
– Cantas en primera persona sobre tu forma de ver la vida. Esa personalidad lírica propia a veces se echa de menos en los músicos que empiezan, que buscan lugares más comunes para intentar conectar con el público antes… Aunque yo creo que siendo uno mismo la conexión se termina haciendo más fuerte…
Es verdad que usando un código que esté de moda en ese momento puede que hagas público más rápido, pero siendo honesto con lo que piensas y con lo que escribes los lazos se hacen mucho más intensos y te otorga mucha más credibilidad con la gente con la que conectas. Es todo más de verdad y me siento orgulloso de ello.
– ¿Es la vida diaria la más rica fuente de inspiración?
Creo que sí. Yo intento que me pasen cosas en la vida, buenas o malas, pero que pasen. Me la suelo jugar bastante.
– ¿Y Ciclocéano es rock o es pop?
Hoy en día definir qué es un cierto estilo musical es bastante complicado y cada vez más absurdo porque, afortunadamente, las tendencias y estilos se mezclan constantemente.
– ¿Incubus o Red Hot Chili Peppers? Para mí, tenéis una clara inspiración en el rock alternativo de los noventa, pero no sé cómo lo veis vosotros…
Yo crecí devorando la discografía de todas las bandas que se ponían a mi alcance durante los 90 y principios de los 00, así que por supuesto tenemos inspiración e influencia de aquellas bandas, tanto nacionales como internacionales.
– Desde la épica rock de El Manual hasta la delicadez acústica de Lo Invisible hay un interesante océano (ja) musical con diferentes sonoridades y sensibilidades. ¿En la diversidad está el gusto?
Creemos que sí. No es que haya sido algo buscado a propósito, simplemente no nos hemos puesto barreras ni etiquetas a la hora de componer. Como hemos comentado, es lo bueno de un proyecto que sólo depende de nosotros.
– ¿Es complicado cohesionarlo todo al final?
Por lo menos a mí me sale de una forma bastante natural. Creo que es un reflejo de los grupos y artistas tan diferentes que escucho. La labor del productor del disco M.A. Mart (Estirpe) también fue fundamental. Es uno de los músicos más eclécticos que conozco así que estaba claro que cada canción iba a tener un carácter propio.
– ¿Son las etiquetas un arma de la prensa cargada por el diablo?
Un poco sí y es prácticamente imposible escapar de ellas. Todo el mundo al que le hablas de la banda lo primero que te pregunta es ‘¿Pero, qué estilo de música hacéis?’ Necesitan ubicarte según las referencias musicales que tiene cada uno y eso a veces es un lastre. Hay medios en los que no puedes decir que te gusta el indie, otros en los que si dices que haces rock ya te ponen cara rara… Al final, es algo que sólo sirve para encasillarte y están demasiado cargadas de prejuicios.
– Al tratarse de un proyecto diferente, igual mucha gente no te ubica, Antonio. ¿De dónde vienes?
Tengo la inmensa suerte de haber participado en varios espectáculos y obras de teatro musical, todas ellas de gran formato y de mucho éxito. La verdad es que poder llevar tantos años ganándome la vida encima de un escenario es un regalo. Aún así, creo que me quedan muchos por pisar.
– Estáis este viernes en Boite. ¿Qué podemos esperar de esta velada?
Va a ser un concierto que estoy seguro recordaré toda la vida. Es la puesta de largo de una banda que acaba de nacer pero con la experiencia de quien lleva toda la vida así que está claro que la calidad del show está garantizada. Hemos preparado todo pensando mucho en disfrutar tanto nosotros encima de las tablas como el público saltando y coreando las canciones.
– ¿Supone algo especial presentar Líneas de meta en Madrid?
Jugar en casa siempre es especial. Hay un punto que es más fácil porque estaremos rodeados de muchos amigos y gente cercana, pero no te puedes relajar, esos mismo amigos también tienen muchas expectativas en el show que vamos a ofrecer y no podemos defraudarlos.
– Se dice que ahora es más fácil que nunca hacer música y llegar al público pero esto es un arma de doble filo. ¿Cuánto de difícil es para un grupo como Ciclocéano hacerse escuchar entre tanta oferta a golpe de click?
No vivimos muy obsesionados con darle al play, la verdad. Es cierto que hay como cierta “guerra” por conseguir cifras astronómicas de reproducciones pero para empezar eso se puede falsear, así que para nosotros no tiene demasiada credibilidad. Nos importan más los mensajes que nos llegan de la gente contándonos que realmente les ha emocionado una canción del disco o que están deseando que toquemos en su ciudad. Eso es más real.
– Claro. Y además, en vosotros se aprecia una vocación de continuidad y de trascendencia que no está en las novedades de Spotify de los viernes. Esto ya de por sí es también otra forma de ver el mundo y de afrontar el proyecto. ¿Más romántico pero más complicado todo?
Esto suena fatal pero supongo que en ese sentido somos más “vieja escuela”. Como te decía, no nos obsesionamos con aparecer en tal lista o tal otra, si nos quieren incluir bienvenido será, pero nos importan cosas más de verdad como hacer buenas canciones. Alguien dijo una vez que ‘no hay mejor promoción que un buen disco’ y no podemos estar más de acuerdo.
– ¿Qué planes hay para 2019?
Como te imaginarás, sobre todo tocar en directo. Tenemos fechas cerradas ya en Santiago (29 de marzo) y Córdoba (13 de abril), Valencia está también a punto de cerrarse… Iremos publicando todo en nuestras redes sociales y página web. También estamos empezando a crear material nuevo que nos gustaría estrenar en alguno de esos conciertos.
– ¿Qué es el éxito para Ciclocéano en enero de 2019?
Cada persona que vaya a venir al concierto de la sala Boite este viernes 25 de enero es una persona a la que hemos llegado y que cree en el grupo. Haber conseguido eso es un éxito rotundo para nosotros.
