Vídeos de conciertos: Guns n’ Roses el 6 de julio de 1993 en el Vicente Calderón de Madrid

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Venga, pues vamos a continuar con la serie de Vídeos de conciertos, es decir, compartir por aquí viejos vídeos de grandes conciertos que hayan tenido lugar en nuestro país. Recitales en los que muchos hemos estado y de los que compartimos recuerdos y que básicamente por aquí pincho como cuando se los pongo a los colegas en casa (AQUÍ la sección correspondiente).

La nueva entrega de la serie tiene a Guns n’ Roses como protagonistas y en la cima de su popularidad, el 6 de julio de 1993 en el Vicente Calderón de Madrid -otro post con crónicas de aquel día está AQUÍ-. Un estadio que, no me cansaré de decirlo, aunque ya no está sigue atronando cuando pasamos todos cerca.

Tengo recuerdos vagos en general pero algunos bastante nítidos, como el retraso del copón, de casi una hora, en el inicio del show. Y recuerdo cómo de repente apareció el careto de Axl Rose en las pantallas gigantes desde el camerino y, ante el estruendo ensordecedor, se hacía carne segundos después correteando al ritmo de It’s so Easy. Un golpe de efecto que hacía olvidar el tiempo de espera.

Recuerdo también que el estadio no estaba lleno pero seríamos unos 50.000, una cifra considerable pero lejos del aforo de 60.000 de entonces, cuando las gradas eran de cemento con ‘aluminosis’. Y tras intentar ubicarme en algún sitio en el que pudiera ver bien a mis 14 años, acabamos mi hermano y yo colocándonos en plena rampa de un vomitorio en el lado derecho del estadio según mirábamos al escenario. Bien cerquita. En la rampa, sí, la que unía la grada al césped, algo que ahora está totalmente prohibido pero en 1993 pues bueno, se hacía sin más.



En estado de éxtasis gocé todo el recital, con Slash en unos pantacas de cuero morado imposibles y Axl Rose con su atuendo estándar de entonces con camiseta roja de Charles Manson. La parte acústica fue un poco coñazo con la banda tirada en un sofá tratando de buscar intimidad en plan colegueo, incluso comiendo pizza. Podría haber quedado divertido pero fue un poco bluff y aunque yo lo disfruté, las críticas no fueron del todo positivas.

La traca final, en cualquier caso, con You could be mine, Sweet child o’mine y Paradise city dejó el pabellón muy alto y al gentío satisfecho. De hecho, si vemos el vídeo piratón que compartimos a continuación, en realidad se escucha constantemente al público jaleando y dándolo todo, supliendo con su ímpetu el posible cansancio de un grupo que llevaba toda su existencia girando sin descanso, con especial intensidad entre 1991 y 1993.

Tengo por casa un VHS con el vídeo completo. Pero en YouTube solo tenemos un par de vídeos de muestra. No es mucho y además la calidad es la de la época, pero quizás por eso mola aún más. Porque antes no todo el mundo grababa con su telefonino dichoso y luego las grabaciones piratonas te daban la vida por muy chungas que fueran.

Por eso me ha apetecido compartir estos vídeos que, aunque tienen una calidad bastante pobre, he visto bastantes veces porque tiene un valor sentimental
incalculable para mí. Porque si pudiera verme ahí entre el gentío,
vería a un chaval mogollón de feliz que soñaba con un porrón de movidas
locas. De eso va el rocanrol, en definitiva.





Ah, la época de los Illusions, de las carpetas de instituto y las camisetas de Guns n’ Roses en ebullición. Muchos recuerdos de un concierto que costó 4.000 pelas y que abrieron Suicidal Tendencies (con Robert Trujillo, hoy en Metallica) y The Brian May Band (dando un bolazo que fue muy aplaudido, por ejemplo en pasajes como Hammer to fall, pues no en vano Freddie Mercury había muerto apenas un año y medio antes).

En 2017, como bien sabéis, ajustamos cuentas debidamente volviendo con Guns n’ Roses al Calderón 24 años después y, como un bis, volvimos a estar con ellos en el Download Festival Madrid en 2018.

En este otro post de Mercadeo Pop podéis encontrar algunos detalles más y crónicas de prensa de aquel lejano día de 1993, por si seguís con algo de curiosidad en esto de la arqueología ‘gunner’. Ah, qué noche la de aquel verano.

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