Fotos y relato del paso de Bono y Adam Clayton por Los 40 Music Awards

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Bono y Adam Clayton de U2 han pasado este viernes por Madrid para recoger un par de premios de esos que ‘pagan’ las discográficas y que se han entregado en Los 40 Music Awards, en una gala celebrada en el WiZink Center. Coincidiendo con su duodécimo número 1 en dicha emisora de radio, casualidades de la vida (ja).


Pero bueno, eso ciertamente da igual. Lo importante de esta visita para quien esto escribe era vivir uno de esos ratos infantiles en los que te dejas llevar por las emociones y consigues volver a sentirte fugazmente como un crío. Porque llevo algo así como 25 años queriendo tener mi fotito con Bono, que es la voz musical de mi vida.


Pero por unos motivos o por otros esto nunca terminaba de suceder. Y eso que en los Premios Amigo del año 2000 estuvo la cosa cerca, pero no hubo manera. Y se me quedó la espinita. Igual que después en las giras, siempre imposible. Porque uno es periodista pero, ante todo, es fan de la música.


Siempre digo a la gente que yo estudié periodismo para entrevistar a U2. Esta vez estuvo realmente cerca, pero el grupo pasó de conceder entrevistas. Eso habría sido verdaderamente un gol de oro. Tocó conformarse con acudir a cubrir la gala y jugarse toda la pasta a un único número por purita intuición.


La tarde ha sido intensa. Lo he pasado muy bien con U2 en España en la alfombra roja por la que no han aparecido (aunque ha desfilado un porrón de gente de la música española, pero esos están más vistos). Hemos hablado con el chófer de Bono discretamente que nos ha contado que andaba en una salita descansando. Una vez consumado el fail en la red carpet, a moverse a la zona de prensa.


Así, en la sala de prensa, larga espera con todos los medios tensos para pillar la instantánea de Bono y Adam Clayton. Bueno, de Bono, la verdad.  Y tras un par de conatos, nos avisan de que suben a hacerse la foto y que no van a hablar. La espera tiene un punto cómico cuando nos informan de que tardan dos minutos más porque Bono necesita echar un pis.


Y se desata la locura con los fotógrafos como de costumbre pegando gritos, mientras en un lado de la tarima del photocall nos arremolinamos unos cuantos con claras intenciones de asalto. Bono sube solo y se gira preguntando «where’s Adam?» El bajista aparece con Penélope Cruz y posan los tres apenas un minuto. Se mueven, se bajan, vienen hacia la salida en la que esperamos. Todo sucede después a toda prisa, pero logro captar a Bono durante unos segundos en los que estamos solos.


Es un poco de flipado esto que estoy diciendo, pero básicamente eso pasa. «Thank you for the music, Bono». Esa es la frase con la que capto su atención y se gira y me responde en perfecto inglés dublinés: «Gracias a ti por estar ahí». La foto ya es irremediable y de buen grado la acepta. Uno de esos momentos que estás pensando «vamos ya».


Me giro y la chica que se nos cuela detrás me pide que le mande la foto. Y yo, un tipo curtido en no pocas movidas, soy incapaz porque me tiemblan las manos que flipas. «Tranqui, tranqui, cuando dejes de temblar, jaja», me dice, justo antes de coger el móvil: «Va, trae, me la reenvío yo». Nos descojonamos.


Así que en definitiva, es una noche feliz en mi. He cumplido una de esas tonterías de adolescente cuando todo parecía como de otro maldito planeta. Pero resulta que la vida real a veces es tan divertida y emocionante como para verte ahí, todo un señor barbudo hecho y derecho, sintiendo cosas de quinceañero. Y mola mucho, os lo digo.


Mola mucho sentirte como un crío durante un rato aunque tengas 38 años. Sabiendo que es solo una anécdota pero también siendo capaz de disfrutarlo con todo su frikerío sin avergonzarte. Porque si esta web existe es gracias a U2. Y por cierto, todos preguntamos sin parar por conciertos en Madrid, a lo que Bono responde que «next summer». ¿Le creemos de una vez? 


Venga, a continuación un buen puñado de fotos del paso de Bono y Adam por la sala de prensa de Los 40 Music Awards. Puedes leer AQUÍ y AQUÍ las dos noticias que he escrito después para Europa Press. Porque al final hay que trabajar aunque sea un ratito. Y ahora, al llegar a casa, pues os lo cuento y os pongo todas las fotos que he hecho, sin filtro.


Algunas molas, otras son un poco mierder. La única que no es mía es la última, que es un feliz e inesperado regalo de Getty Images. Podéis clickar para ampliar.


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