U2 (2015) Palau Sant Jordi (4). Barcelona

Crónicas

Lugar: Palau Sant Jordi. Barcelona
Fecha: 10 octubre 2015
Asistencia: 18.000 personas
Músicos: Bono (voz, guitarra y armónica), The Edge (guitarras, coros y teclados), Adam Clayton (bajo) y Larry Mullen Jnr (batería y coros)

Un lugar al que llamar hogar

Ha pasado algo. El control Z no ha podido salvarlo, así que empiezo otra vez. Ha sido un drama pero como ya os conozco más, lo aguanto mejor. A veces las ‘cosas’ son más complejas que las sonrisas. Esto es enrevesado, porque las sonrisas son sinceras, igual que los abrazos. Pero ocurre que en ocasiones pasan cosas que no son de verdad. Como el control Z. Pero no es el caso.

Y qué alegría subir ese Montjuic que subiría cada día de mi maldita vida escuchando a lo lejos ‘Spanish eyes’. Y bueno, les dices a tus colegas ‘os lo dije’ o bueno ya sabes que quieras o no te va a gustar. De hecho es una soleá contoneante y encantadora. Va venga estamos deseando este tipo de gestitos que, no por conocidos, nos gustan menos.

Ya la habéis conocido: yo sonrío y ella es mi roca. Pero la historia es que cada cual tiene un hogar. El mío es es el coche, cuando salimos del cole y cantamos Bono. Porque lo llamamos así. Y pego puños al techo del coche. Y nos cruzamos contigo en la M30 y hace luz y es una vida abierta en canal. La mía, vaya. Y yo odio eso porque tengo que comerme ‘Songs of Innocence’ sin parar. Y lo piden ellos, yo no, lo juro. Y demasiados días no están.

La uno, la dos, la cuatro, la cinco, la seis, la siete y ya. Punto. Superad eso, la valoración de unos notas evidentemente chalados que levantan medio metro y ya saben que esas son las buenas. Las demás hemos conseguido que pidan por favor que las quitemos. Como crítico me vengo abajo porque esto evidencia que no hay que saber, hay que palpitar. Si te late el antro, me peleo en el barro. Es un lugar al que llamar hogar.

Esto lo escribo para mi. Una hora en pie en la salida de Bono. Como en los toriles pero con mucho más respeto pues esto debe ser amor, como dice Roxette (el dúo sueco para hablar de Bono, los tengo cuadrados o qué). Salió nuestro amigo y levantar el puño junto a sus pisadas no nos hace dignos pero nos da algún tipo de vida estúpida. No sé, en serio, a partir de unos días retomamos la cosa pero, hasta entonces, por estas horas, hemos hecho lo que teníamos que hacer.

Es un momento raro pues tengo 36 años pero sabes que con alzar el brazo vale. Y tras temblores de manos, claqueteos de genitales (clin clin clin) y llámalo x, sale el bajito irlandés, te alza el puño y sientes que igual ‘Songs of Innocence’ no es un disco tan coñazo como cada dos semanas la vida te indica. Y eso que nuestro amigo el segurata nos dice que la subcontrata es la norma y que esto es un marrón pero que nos va a cuidar porque somos reales. Igual somos demasiado de verdad, intuyo. Nos canta el minuto y el resultado y hay abrazos una vez consumado. Aunque sus palabras literales sean:: «Odio a este Bono de los huevos». Bah, al final le ama porque lo ve en los ojos de la gente que tiene el poder.

Lo dicho, subir Montjuic otra vez es la peregrinación hacia una vida mejor. Aunque según subas recibas la noticia de que Bono ya entró. Sé que hablo de Bono en singular pero es que la movida es suya. No llegamos por un cuarto de hora al paseíllo de la puerta de atrás, que no tiene hora pero ocurre de cotidio. ¿Alguien me dice otro artista al nivel que sea que al entrar a su concierto diga hola a su gente? No sé, igual alguien hay, pero es que ni Bruce Springsteen me suena. Opino que somos como somos de pirados por este tipo de gestos.

Hoy, en la noche, ya sabemos, empezamos igual. Voy a intentar decir cosas malas porque las buenas son obvias. ‘The Miracle of Joey Ramone’ es una canción regulera, pero claro, como está pensada para exactamente esto, funciona que te mueres. La cosa es que luego se suceden ‘Gloria’ (oh), ‘Vertigo’ y ‘I lwill follow’ y el mundo se está acabando, el sudor se apodera de uno y creo que este inicio es lo mejor que he visto jamás. Y yo soy muy de Zooropa, como todos. Pero si nos ponemos post punks nos ponemos en línea.

El siguiente tramo es lo más enorme que vas a ver en un pabellón. Enorme por ejecución y por concepción. El grupo se mete literalmente en la pantalla e interactúa con los visuales. La pantalla está de canto, de fondo a fondo (aquí esta frase se queda corta porque el Palau es abismal). Y las canciones se engrandecen: ‘Iris’, la milagrosa ‘Cedarwood road’, ‘Song for Somone’, ‘Sunday bloody sunday’. Por supuesto que las canciones no me dan igual, pues son la base de la jugada, pero las disfrutamos en línea. Esta es la parte en plan musical de Broadway que Bono siempre quiso y ya tiene itinerante.

‘Raised by wolves’ es una catedral que da gusto seguir asimilando, mientras que ‘Until the end of the world’ demuestra que el público medio de U2 no tiene ni-puta-idea, pues esta puede ser la mejor que nos-toquen-hoy. Con todo el respeto y el cariño, pues os amo. Ahí es cuando Bono planta la mano en la gran pantalla y literalmente sostiene a un diminuto The Edge en pleno frenesí guitarrero. Es un efecto efectivamente efectivo. Mucho. Tanto que, ay, nos abrazamos aunque ya lo sabemos. aunque es precisamente por eso. De hecho, justo por eso es bárbaro.

Si llega la intermission igual nos tomamos una en el bar porque nos vamos a retirar un poquito. Como si los hubiera parido, a ellas y a ellos, eso justo hacemos. No hay nada más divertido que la amistad entre idiotas. Porque es una exaltación salvaje. Y allá vamos y allá va ‘Invisible’ y esa bestia parda que es ‘Even better than the real thing’ con la que pasan del cielo a la tierra. Ya en el 93 leí una crónica que en aquel milenario Zooropa decía ‘mejor en la tierra que en el cielo’. Me lo apropio.

Este tramo me tiene enamorado, pues es el más desenfadado y aparentemente honesto. Este sí es el grupo del norte de Dublín que se reunió en 1976 diríase que de chiripa para juntarnos ahora. Es que hace 39 años, es mucho. Pero nosotros somos mucho, casi tanto como ellos. Se me ha vuelto a borrar lo que estaba escribiendo, debe ser la madrugada, es un rollo, pero me lo vuelvo a inventar.

‘Invisible’ mola bastante y ‘Even better than the real thing’ es el Achtung de nuestra vida. Y en plan bailón, mola aún más. He escrito muchas veces lo de esas manitas arriba pero, hey, es justo este el momento porque eso diríase que lo inventó Bono. Eso es lo que sucede con la pista del revés para ‘Misterious ways’ y ‘Desire’ con Javier Bardem y Penélope Cruz, momento confuso pues ya sabemos que los actores españoles no generan exactamente una brutal simpatía. Pero nosotros somos felices y ellos lo parecen. ¿No es esa la movida?

‘Spanish eyes’ iba a caer porque la ensayaron durante media hora y mientras la escuchaba rumiaba mi torpeza por no llegar veinte minutos antes. Pero mi destino no es encararme con Bono y casi lo prefiero, no sé, llamadme perfecto gilipollas. Igual es Madrid mi destino el año que viene, quien sabe. Pero bah, da igual, es ‘October’ y ‘Every breaking wave’, otro hit en mi hogar particular que se canta fonéticamente del principio al final, poses apocalípticas mediantes.

Hablando de poses, ahora es cuando hay que sacar el repertorio pues se suceden ‘Where the streets have no name’ (mátame camión), ‘Pride’ (mátame tractor) y ‘With or without you’ (mátate tú si eso). Ya que estamos en familia, no quisiera pasar por encima de esta triada que es la que en realidad nos congrega a todos, pues la primera es la canción de mi vida, la segunda es pura rabieta de estadio y la tercera, ay, es el coro de nuestras almas luchando por sentirlo de corazón.

Sí tengo que decir que ‘City of blinding lights’ y ‘Beautiful day’ no igualan el resto y no son dignas en este punto. Ahora siento eso. También voy a comentar que lo de la pantalla de canto mola mucho salvo para los que se dejaron la pasta y están en el fondo. Nadie dijo que fuera fácil, supongo, pero es una mierda, sin duda. Cantar que es un día maravilloso siempre será intrínsecamente eso, no hay nada como levantar los brazos y tirarle la cerveza al notas anexo que, enajenado, te pide perdón. Lo importante es que las manitas estén arriba y están.

Luego la cosa se pone ultra seria con ‘Bad’ y ’40’. Es muy marcial, de hecho. Somos la tribu, somos la secta. Es eso de que vas en el tren y le guiñas el ojo a los desconocidos. Eso al ir, claro. Al volver te quieres morir pero sonríes para no parecer estúpido. Si me he cruzado con vosotros espero que hayáis sentido mi verdad: soy estúpido. Lo único que me hace parecer normal es apoyarme en ella, en mi tótem, la que me explicó que mientras todo sea real, será real. No es tan obvio, nos rodea la irrelevancia.

Bueno que se me pira. Básicamente soy un tipo errático pero en este instante feliz porque quiero pensar que nos comunicamos. Sé que nos comunicamos, sé que lo estamos sintiendo duro. A muchos os he visto y me arrodillo porque dais más que recibís. Y yo ahora estoy donde solíamos gritar pero lo mejor es que seguiremos gritando. Me muero de ganas. Vamos a poner a Bono. Y sentirte como un niño. Con tu gente, en tu casa, en tu hogar.

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2 thoughts on “U2 (2015) Palau Sant Jordi (4). Barcelona

  1. Allí estuve hace un par de noches, por primera vez en mi vida, después de pasarme todo el día en una cola de la FNAC hace 10 años intentando coger entradas para el Vertigo Tour en Madrid. Todo, claro, para quedarme sin ellas. Así que Bono me debía una, y por fin pude cobrármela. Como espectáculo es indudable, pero estoy muy de acuerdo con lo que dices porque allí se forma una especie de comunión entre todos, un "estamos aquí, es especial y lo vamos a disfrutar al máximo". Y vaya sí lo hicimos.
    Ahora sólo espero que podamos volver a disfrutarles el año que viene en Madrid. Sería un gran regalo para todos.

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