Muse (2010) Vicente Calderón. Madrid

Crónicas

Lugar: Estadio Vicente Calderón. Madrid
Fecha: 16 junio 2010
Asistencia: 45.000 personas
Artistas Invitados: Editors, The Big Pink
Precio: 50 euros
Músicos: Matthew Bellamy (voz, guitarra, teclado y piano), Christopher Wolstenholme (bajo, teclados y coros), Dominic Howard (batería y percusión)

Setlist: Uprising, Supermassive Black Hole, New Born, Map of the Problematique, Neutron Star Collision (Love is Forever), Guiding Light, Bliss, Interlude, Hysteria, Nishe, United States of Eurasia, Feeling Good, MK Jam, Undisclosed Desires, The Resistance, Starlight, (House of the Rising Sun) Time is Running Out, Unnatural Selection
Bis: Unintended, Exogenesis: Symphony Part 1 Overture, Stockholm Syndrome
Bis II: Take a Bow, Plug in Baby, Knights of Cydonia


EL PAÍS


EL MUNDO


ABC



Algún dia Muse y Hacendado dominarán el mundo. Será el día en el que U2, AC/DC, Bruce Springsteen y los Rolling Stones definitivamente se miren al espejo y se vean viejos. Entonces Matthew tendrá vía libre para empalar a unos sin huevos como Coldplay, sus únicos rivales generacionales, y dar vía libre absoluta a todas y cada una de las excentricidades que a sus chicos se les pasen por la cabeza. Excesivos, barrocos, mastodónticos, desmedidos, brutalistas, demenciales, oligofrénicos, son la banda de la generación del 78 de Carabanchel, quien se lo iba a decir, ni ellos mismos se creen que ayer se pudieran jugar la carta del Calderón. No la ganaron del todo, pero allí metieron a más de 45.000 personas cuando hace siete meses apenas reunieron a 15.000 en el Palacio de los Deportes, hace siete a 2.500 en La Riviera. No estuvimos en su desagelado estreno en una carpa cualquiera en un festival asturiano creemos que en 2001, pero da igual, tampoco los que allí tocaron y escucharon se creen lo vivido anoche.



Porque Muse cogen la movida justo donde U2 la dejaron en 1997 con su delirante Popmart (sólo faltaron los cerdos volantes de los Floyd). Sí, aquel de los limones, de las Discotheques, de los Mofos, de las gafas imposibles, de los trajes de burbujas, aquel que casi acaba con la banda debido a la incomprensión de los fans. Los irlandeses venían de muy arriba y se la jugaron. Muse se la juegan dentro de su lógica línea ascendente y, claro, ganan, ya que siguen, como siempre, haciendo un popurrí bastardo que suena a Pink Floyd, a Black Sabbath, a Queen, a Rage Against the Machine, a música electrónica de antro levantino, todo ello aderezado con una epicidad colosal y desbordante. La propuesta es tan basta y tan abarcatodo que necesita el mayor auditorio posible.

Pero claro, es que comienzan con Uprising y, como no podría ser de otra manera, toca venirse arriba. Es una pena que no haya algún lugar alto en el que encaramarse, porque esa es la costumbre (hey, lo pudimos hacer después en La Bodeguilla, bar anexo al Calderón que nos recibió con los brazos abiertos, tenéis que ir). Es que esa es la canción, esa lo resume todo, eso es post comunismo, esa es la canción de la secta, esa es la canción de los que queremos formar parte del delirio, esa es la jodida canción que querría haber compuesto Stalin para subyugar a los suyos y a los no tan suyos.



Un estadio podría quedarles grande, pero eso es imposible cuando ya de por sí pones las cartas sobre la mesa con un escenario marciano que se vierte sobre el personal. Es como «pensábais que no éramos capaces, pues mirad, resulta que sí». They will not control us, we will beeee victoooooooorious. Naa naaaaa. Matthew es un hortera, aunque prefiero pensar que es cachondo. Como bien alguien apuntó, podría habérsela sacado y mearnos, nos habría dado igual. Es más, nos habría venido bien, porque eso de que sólo vendieran cerveza sin alcohol fue una broma macabra. Para algunos fue el tocomocho, pues el mochila man le aseguró que era birra de la buena. ¡Pero no! La cosa podría haber finalizado en tragedia, mas por algún motivo simplemente la gente toleró.

Guiding Light es un truñaco de tema. Pero el público se viene arriba para sorpresa del que escribe. Aprovecho para constatar que la batería de Dominique casi suena tan tan potente como la de Lars (habría sido mucho que llegara a ese nivel). Suena distinta, suena muy alta, pero no tiene esa pegada de dios del metal del canijo danés hijoputa. Christopher, al otro lado, un tanto estático pero sin duda feliz, sigue profundizando en esa forma de tocar el bajo tan sucia que tanto le gusta, eclipsado aposta por el carisma de Matthew, también canijo cabrón aunque no danés, supuestamente operado de la nariz para redondear un tanto sus formas (dicen, eh, dicen) y tal vez adaptarse al éxito masivo.





Éxito masivo del que buena parte de culpa tiene la saga esa mierdera de libros de vampiros para adolescentes acomplejados. Y claro, nos la clavan. Love is Forever es una medianía no digna de Muse, pero es el peaje que todos tenemos que pagar por estar en un estadio. Bueno, supongamos que allí no suena tan fofa y desprovista de chicha como en casa. Porque tu comparás esa con Map of the Problematique (que mi novia dice que no es un temón, pero ahí entonces yo la retiro el saludo una vez más, y ya van… ¡a mi ni me hables ni me ofrezcas agua nunca más!), Bliss (desmejorada) o New Born, así por hablar de tres que colindantes en el repertorio, y se descubren las verguenzas de cada uno.

Hysteria sí, hysteria sí, coño, esa tampoco te va a fallar nunca, aunque ahora a los Muse les tiren supermassive underclothes como si fueran referentes sexuales. Que bueno, Matt lo es, porque a mi me puede hacer lo que quiera otra vez, que yo me dejo. Sobre todo porque volvió a dedicarnos a la familia Mercadeo Pop un Feeling Good de cagarse la perra con megáfono incluído (nunca, he dicho nunca, me regaléis uno… vamos, que sí, que lo quiero para terminar de enfrentarme cara a cara con mis vecinos). Pero a ver a ver, que es justo a partir de ahora cuando comienza la astracanada, tolerada por todos y sin duda necesaria. Porque para Muse el tamaño sí importa.





Dando una vuelta de tuerca al tan criticado y menospreciado limón de U2 (ese en el que iban montados desde el escenario grande para desplazarse hasta el pequeño del centro del campo), Muse se montan en una plataforma elevadiza con la que viajan hasta el círculo central, a varios metros sobre nuestras cabezas, mientras Matt toca un teclado de esos ochenteros colgados cual guitarras. La peña saca los móviles para grabarlo pero no, no es eso, lo que hay que hacer es descojonarse porque eso es lo que buscan, sacarte del concierto, pillarte a contrapié. No se trata de impresionar, se trata de demostrar que son capaces de llevar a la práctica cualquier estúpida idea. Eso y no otra cosa es lo que hace grandes a los grupos: no ya el riesgo, sino la demencia.



A partir de aquí ya sí, ya todo va rodado. Porque reconozcámoslo, hubo momentos antes en los que a aquello le faltó músculo. El músculo se lo puso la gente. Oh, no, esperad, entre el público también había mucho fofo. Pero claro, es que claro, es que a ver, joder, la hostia, apuntad: The Resistance, Starlight, Time is Running Out, Unnatural Selection. Con semejante plantel nadie, excepto la selección española de fútbol, puede fracasar. Ahora sí, en la tan estudiada segunda parte del show, es cuando sí estamos ante una banda con empaque para enfrentarse a lo que sea. Estribillos de estadio, canturreo esquimal llevado al paroxismo, puños arriba. ¿Dónde demonios habéis dejado las canciones por las que la peña votó en vuestra web? ¿Qué queríais, ganar visitas y que os clickáramos en los banners? Para eso no hace falta tanto lío. ¿Dónde está Butterflies and Hurricanes?

Para los bises todavía queda más y más delirio. Esta vez con un platillo volante hinchable que sale por un lateral, se pasea sobre las cabezas de la gente de pista y del que, enderrepente, sale un acróbata que se pone a hacer el mico para estupor del personal. Mientras tanto suena ese exceso que es Exogenesys y que jamás he sido capaz de escuchar en la soledad del hogar. Es para quedarse con la boca abierta, para carcajearse a pleno pulmón, es en cierto modo fascinante. Ellos lo han pillado, han visto muchos videos legendarios y ahora que tienen pasta no dudan en plasmarlo, en mezclarlo todo e ir ese necesario paso más allá. ¿Hemos comentado ya lo dura que suena la batería de Dominique? Puto cabrón.



Matt para entonces ya está totalmente desatado. No comentaremos sus lamentables intentos de tocar flamenco y los consideraremos un bonito guiño al público español. Igual que es un guiño a nosotros ese ‘traje de luces’ (literal en este caso) con el que no dudó en vestirse para los bises. Incómodo de pelotas, pero molón a tope. Imagínate entrando en tu bar de referencia luciendo tales prendas y sintiendo la admiración de la gente sin huevos. Un síndrome de Estocolmo propio de alguna banda angelina de hardcore pone punto y seguido a una actuación que ahora está funcionando a toda máquina.

Take a bow, incomprensiblemente, encabeza el segundo bis. Sin duda, la elección se debe a que el último momento freak de la noche necesita una canción a medida, con Matthew de nuevo elevándose hasta el centro del campo sobre la plataforma elevadora (esta vez él solito, sin batería electrónica y sin Chris dándole cañita al bajo). Después, ojos en blanco con Plug in Baby y Knights of Cydonia, dos canciones que bien valen todo un concierto, toda una carrera discográfica (si acaso todavía existen), decenas de portadas de revistas, miles de brindis, cientos de saltos emocionados, air guitars a todo trapo. A-co-jo-nan-te.



Salimos del Calderón sabiendo que tenemos vía libre para brindar todo lo que no hemos podido brindar dentro por culpa de la pésima organización de mierda (no ya por las bebidas, que ese es un tema aparte, sino por lo de los baños, pues en pista apenas había 15 cabinas para 10.000 personas, malditos cabrones, obligáis a la gente a cerdear y a sufrir para ahorraros cuatro perras), con el objetivo de pulirnos a toda prisa los casi 200 euros de bote generado.

Una señora de esas del Facebook, setentona ella, nos recibe con los brazos abiertos en La Bodeguilla (Paseo de Los Melancólicos esquina con Paseo Pontones, apuntad, demonios) y nos asegura que el concierto ha estado muy bien, que ella vive en el sexto (en algún sexto) y que tenía muchas lucecitas y colorines. Ella es la verdadera máquina del rock, alguna década más vieja que Mick y Keith, lleva a sus espaldas un buen puñado de conciertos y sabe mejor que nadie cuando la cosa ha funcionado. «Los chicos están emocionados», apostilla. Los chicos somos nosotros.

O no, esperad, que los chicos deben ser sus hijos, sobre todo ese de la camiseta de Simple Minds que pone cubalibres imposibles para un miércoles (ah no, ¡que mañana sí es sábado!) y que asegura haber visto a los Muse hace varios años, antes de ser tan famosos. Siempre hay alguien así, un capullo adorable, like us. El debate se enciende con la polémica sobre si fue mejor el concierto del Palacio de los Deportes en noviembre o este. Personalmente, como yo escribo yo opino primero y afirmo que me gustó más aquel, más allá de motivos contextuales, simplemente porque el montaje con las tres torres me pareció demoledor. Lo de estadios es una locura, es genial, es colosal, es necesario para montar una buena fiesta y que la gente de las tribunas se sienta parte del movimiento, pero es otra cosa. Es menos fino, no es tan sublime.

El de la camiseta de Simple Minds nos pone Uprising avisando de que nos tenemos que ir porque al final la poli se va a poner chunga. No sabe lo que ha hecho. Nos metemos todos en un local de apenas diez metros cuadrados (así es el sitio) y por supuesto, ahora sí, nos subimos a las mesas. ¡Cuidado con las hélices del ventilador! Repartiendo abrazos fletamos varios taxis para llegar hasta ese referente rockero que es El Refugio de la calle Conde Duque donde nos para en seco el camarero al negarse a poner a Muse. ¡Pero tíiiio! Pues si no quieres problemas y que un miércoles tranquilo se te tuerza, tienes que poner lo siguiente: Bon Jovi, Metallica, Guns n Roses, The Doors, Rage Against the Machine y tal y cual. Uuuuuuh she’s a little runnaway… y así de nuevo hasta el amanecer. Otra vez la misma mierda de siempre. Pero hoy con motivo.



Conciertos relacionados en Mercadeo Pop:
– Muse (2004) Palacio Vistalegre. Madrid
Otras crónicas (con fotitos y videos):
Qué!

PD: Editamos para hablar de los Editors, claro que sí, que nos gustan mucho y que se marcaron un set muy compacto con sus temas más relevantes (An end has a start, The Racing Rats, Smokers outside de hospital doors, Papillon, la grandísima Eat raw meat…) y que sonaron, a pesar de su papel de teloneros, incluso mejor que en su reciente visita al Palacio Vistalegre. Un notable para estos chicos a pesar de que, como suele ser habitual, el respetable no estaba muy por la labor de prestarles la merecida atención.

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30 thoughts on “Muse (2010) Vicente Calderón. Madrid

  1. Lo primero de todo felicitaros por el blog porque creo que es una gran fuente de informacion actual de musica, por contra, me parece que cuando haceis una critica de conciertos sois bastante inexactos en los aforos, en el caso de Muse no habia 40.000 personas, sino 50.000, como ademas dicen muchos medios. De hecho cualquiera que haya ido al concierto vio que si el calderon tiene un aforo de 55.000 personas (incluso antiguamente en los conciertos de hace 20 o 15 años se decia que tenia 60.000)estaba cesped y gradas llenisimo, excepto la parte del fondo contrario al escenario que faltaba por llenar una pequeña parte que maximo cabian 5.000 personas, incluso creo que esas 5.000 personas estaban repartidas entre el cesped y parte de grada que se veia demasiado llenos.

  2. No debería leer tus crónicas "in progress" antes de escribir las mías, porque me pisas todos los buenos chistes, cabrón.

    Me gustó el concierto, y no me arrepentí de haber elegido grada en lugar de pista, porque creo que tuve una visión de conjunto mejor (pude compararlo porque bajé abajo al final).

  3. Concierto espectacular, impresionante, enorme, muy bueno, pero a mi me resultó una pizca frio, a lo mejor esk la que tenía frio era yo. Mi novio el autor de Mercadeo Pop siempre me deja en sus crónicas como una tolili, pero me da igual porque tiene unos amigos que son los mejores. Os quiero.

  4. Gracias por tu crónica, ya he leído varias y me parecen muy divertidas… Solo falta que coincidamos en algún concierto a ver si estamos de acuerdo o no 😉

    Una verdadera lástima perderme éste, como yo pensaba y a pesar de mis dudas con el grupo, merecía la pena ir.

  5. Venga, voy a hacer caso a David y voy a poner 45.000 de asistencia, pero no más… no me convence lo de 50.000, yo creo que no llegaron, pero bueno, esto ya es lo de menos, jeje.

  6. Gran concierto, sí señor! y muy buena la crónica, coincido en la mayoría de las cosas. Además vuelvo a apuntar (como ya hice con el del Palacio de los Deportes): Undisclosed Desires sigue sin convencerme en directo. Por otro lado grata sorpresa escuchar Bliss y Unintended, aunque estoy de acuerdo en lo de las votaciones de la web: dónde cojones se quedó Invincible?? En fin, aunque estuve en grada y el ambiente me pareció algo más frío que en el Palacio, yo me lo pasé como un enano, y qué coño le voy a hacer si estos tíos me ponen los pelos como escarpias…

  7. Fue grandioso, aunque a mí me llegó más el del Palacio, quizás porque nos podíamos mover más y bueno yo, al menos, ver más.
    El traje de luces y las gafas son la caña!!

    Los de la Bodeguilla fueron majísimos y se unieron a nuestra causa.

    Ana no es tolili, Ana es LA HOSTIA

    Gran concierto, y mejor compañía, joder sí, os quiero!!

  8. La guitarra del Knights of Cydonia se ha hecho fuerte en mi cabeza… Creo que, mientras dormía, he seguido cabeceando… Larga vida al rock galáctico!!!

  9. Pues muchos me darían una paliza, pero yo a la hora y media de concierto me fui del estadio. Mucho escenario y marconadas pero musicalmente menuda mierda de set list. También es cierto que casi sabía a lo que iba y la entrada me la regalaron. Pero me dio mucha lástima ver lo que vi en comparacion con el concierto del 2004 en la gira absolution. El del calderón fue más hortera que un sacho con pegatinas. En fin, escuchando su último álbum, que se debería de llamar "Como juntar todos los cliches de los 70 y 80" ya lo veía venir. Espero que con el próximo disco mejoren, porque era mi grupo favorito y ahora me siento muy defraudado.

  10. E.S.P.E.C.T.A.C.U.L.A.R.E.S.

    Tocan como dios. A pesar de haberse dejado temazos, que para mi deberían ser obligatorios en cualquier concierto, da igual. Cualquier cosa que tocan la hacen bien, muy bien, acojonantemente bien.

    Palacio de los deportes, La Riviera, Calderón, que más da. Lo que está claro es que pueden hacer lo que les de la gana porque son la PUTA HOSTIA!!!

    … como todos vosotros cabrones!!!!

  11. Son los Dioses de la música y hagan lo que hagan estará bien. AMEN
    Creo que los repetidores, coincidimos en que el del Palacio nos llego más.
    La culpa?? si de la basura advenediza que no tienen ni puta idea de Muse y que sólo los conocen por el vampiro de los huevos, flaco favor ha hecho Stephenie Meyer dedicando sus libros a Muse, por q manda huevos cambiar butterflies and huracanes por Love is Forever. Pero en fin igual que han llegado se irán marchando y podremos disfrutar a solas de nuestra vuerdad

  12. Muy buena, ya tienes el enlace DIRECTO en: Muse en Madrid, el 16 de Junio
    La próxima, me quedo + en Madrid tras Rock in Rio…
    1 Saludo Galko
    (Borra la anterior si quieres)

  13. Primero decir que el concierto estuvo a buen nivel. Yo estuve en pista, cerquita del escenario. El sonido estuvo bastante bien, aunque algo descompensado en los laterales donde se notaba la falta de algunos bafles más. El escenario no estaba mal, aunque no era especialmente bonito ni llamativo. Quizá sí de frente (donde las fugas de las líneas horizontales dan una sensación extraña al conjunto), pero no tanto de cerca, donde resultaba algo feo y monótono. Las pantallas, muy pequeñas y demasiado separadas. Tendrían que haber colocado otras pantallas justo a la espalda del grupo. El resto (la plataforma giratoria, el ovni…) fueron sorpresas curiosas pero tampoco nada del otro mundo.

    En lo musical:
    – Editors demostró que es un grupo en auge y que tienen, a mi entender, a la mejor voz del panorama musical, y un guitarrista que cada vez me recuerda más a Edge. Su forma de interpretar y componer es sencilla, inteligente y sin aspavientos. Este grupo será muy grande.

    – Muse estuvo a su nivel, o sea, potentes, enérgicos… El setlist era bueno en conjunto, pero estaba mal repartido y hubo un exceso de canciones lentas (y algunas aburridas). Entre la genial "Map of the Problematique" (cuarto tema) y la entretenida y 'cameliana' "Resistance" (decimoquinto tema) metieron demasiadas baladas ("Neutron Star Collision", "Guiding Light", "United States of Eurasia"…) que hicieron que el ambiente se enfriara en demasía. Sólo la poderosa "Hysteria" levantó los animos.
    El final, con "Plug In Baby" y "Knights of Cydonia", tremendo!!!

    Sobre la afluencia: el Calderón estaba lejos del lleno. El escenario se comía gran parte de los laterales (al menos el 35% de los asientos) y un fondo entero, y aún así, la tribuna no llegaba al 50% y el fondo sur rondaría el 60%. La grada de preferencia estaría en un 75%. Todos aquellos que hablan de que U2 no hace SoldOuts, que compare. U2 fue capaz de llenar dos noches consecutivas el Camp Nou hasta arriba (sin gradas vacías por el 360º). Poco más que añadir.

    PD: Por cierto, Bellamy se estará Bonizando? El traje de leds rojos? Las imágenes solidarias?

  14. Después del lavado de cerebro al que me he visto sometida por Pablo, después de leer y escuchar lo espectacular que fue el concierto de noviembre de Muse, no dudé un segundo y me apunté con toda la tropa para el nuevo concierto y no es justo, pero me pasé toda la noche esperando a que sonara Butterflies & Hurricanes, salva la situación, que a mí Feeling Good, me hizo sentir, muy, pero que muy good…
    Me encantó ese escenario que te mareaba al principio, pero que era puro teatro, como lo fueron el ovni, las luces del traje, de la batería, etc… definitivamente el look ochentero está de moda
    Disfruté, pero ahora resulta que el de noviembre estuvo mejor, leches, eso no se hace!!! que si no voy al próximo ése será el mejor, así que me veo obligada a disfrutar del espectáculo una y otra vez con vosotros…

  15. el concierto: supremo. pro, aunque sean mi grupo preferido, todo hay que decirlo: son unos vendidos. hacían falta menos lucecitas y baladas crepusculeras, y más pasión, como la de antes, esa pasión que les llevaba a hacer trizas guitarras, saltar como si fuese el fin del mundo, gritar sin seguir el compás de la canción, porque lo único que les importaba era vivirlo, y no la basura comercial y con bonitos efectos.
    creo que el efecto twilight con sus vampiros de brillantina no les ha hecho más que daño, con muchas de sus nuevas seguidoras llenas de estupidez mental.
    ojalá vuelvan a ser lo que eran: dioses de la música, no marcianos con lucecitas.

    viva Muse!

  16. Yo fui,estaba en la grada de mi izquierda,la más llena,vaya y me lo pasé en grande.
    Yo también eché de menos Butterflies & Hurricanes y MK Ultra pero yo creo que fue un set list perfecto.Muy dosificadas las canciones lentas y las cañeras.Lo de el platillo, la plataforma móvil y el traje de luz me dejó flipada.Ahora cuando escucho Exogenesis I se me pone la piel de gallina recordandolo.

    Sigo a Muse desde hace tiempo y me da mucha pena que salga gente ignorante diciendo que son un grupo para niñatas o que ya son comerciales solo porque tienen canciones en las películas de Crepusculo.Me parece muy injusto.Yo por lo menos a la mayoría de la gente a la que le decia que iba a un concierto de Muse , se quedaban con cara de tontos y no tienen ni idea de quien son asique tan comerciales no serán.

    Con muchas ganas de repetir la experiencia.

  17. pues gente, que suerte teneis yo como vivo en tenerife… he estado ahorrando medio año para ir al calderón a ver en directo por primera vez a los muse y he flipado, pero en colores, eh! y ahora leyendo las criticas veo quel concierto del palacio fue aún mejor…jooooder, pero si el miércoles fue todo perfecto, el sonido brutal, como cantan y tocan los pavos estos !mi madre¡ que maravilla, para una persona que no está acostumbrada a grandes conciertos en estadios de 50000 personas,no tengo palabras, mi chica me dijo que parecía un bobo con la boca abierta, es que no pude ni cantar un sólo tema, de verdad que estaba impactado más por lo que llegaba a mis oidos que por mis ojos, perfect,que si el set list tal y cual que si mucho efecto y tal pero como suenan estos pavos en directo, saludos

  18. Siguen siendo los mejores, pero estoy de acuerdo con que ahora son unos vendidos por mucho que algunos digan que no y que muchas de las niñitas que los siguen ahora son crepusculeras encandiladas por la rockera Supermassive Black Hole. Aun así, siguen demostrando que están en la cima y seguiran ahi por mucho, o al menos asi lo esperamos sus fans, entre ellos yo que los amo desde su magnifico Origin Of Simmetry^^

  19. Releyendo por xxxxx-ava vez (y van muchas) la crónica, he recalado en el detalle de "[…] Bliss (desmejorada), […]" y, por primera vez desde que te leo, hace ya bastantes años, he de decir: NO!!! No puedo estar de acuerdo con eso. Bliss fue, junto al público cantando el segundo estribillo de Plug In Baby, lo MEJOR del concierto. El simple hecho de que esté en el setlist deberia ser motivo de alborozo y regocijo, pero es que si además te la clavan en una versionaza de más de cinco minutazos, pues…… Desmejorada "las pelotas", como decía mi abuelo.

    Casi casi consigues que te perdiera el respeto, pero… no 😉

    Un abrazo.

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