– Festival de ayuda al cuerno de África ‘Rock & Tipo’ (2000) Estadio de La Peineta. Madrid

Crónicas

Lugar: Estadio de La Peineta. Madrid
Fecha: 6 julio 2000
Asistencia: 10.000 personas
Artistas Invitados: Dover, Hamlet, Los Suaves, Medina Azahara, La Polla, Ixo Rai!, Reincidentes, Porretas, Boikot, A Palo Seko, Super Skunk, Los Enemigos, Bad F-Line, Sober, Sonotones, Narco, Tako, Habeas Corpus, Melón Diesel, Ofunkillo, Beethoven R, Beholder.
Precio: 1.800 pesetas

La revista musical gratuita Los+Mejores Rock Magazine publicó todo un amplio resumen de la ya de por sí amplia jornada:

Cuanto más se acercaba, más sentía retumbar los cimientos. No podía confirmar quienes eran los culpables de tanto estruendo, pero podría ser cualquiera. A esa hora tal vez se tratara de Super Skunk, Sober, Sonotones, Beholder… pero vamos, que en realidad le daba igual. Lo verdaderamente importante del día es que tenía un pase de prensa, de backstage, y podría pasearse a sus anchas por todo el recinto peinetero, absolutamente desconocido para él.

Con su acreditación colgada del cuello, se sentía verdaderamente por encima del bien y del mal, el sheriff del lugar. Pronto comprobó que La Peineta es un lugar enorme, mucho más grande de lo que parece desde fuera, a pesar de tener sólo un graderío. Mientras el festival se desarrollaba, en las catacumbas del estadio grupos de chavales y chavalas practicaban todo tipo de deportes, como escalada y atletismo, junto a otros que no pudo concretar. Le pareció adorable que en tan pocos metros pudieran convivir, sin mezclarse, borrachos irrecuperables con deportistas convencidos.

Paseando, acabó en un sitio que parecía un bar. Era temprano, pero reconoció inmediatamente a Yosi, el vocalista de Los Suaves, haciéndose fuerte en la barra libre. Más caras conocidas estaban allí reunidas, aunque parecían más reposadas que el gallego. No le extrañó demasiado, en cualquier caso. Se fue del lugar procurando no olvidar el camino, puesto que sabía que acabaría regresando tarde o temprano, puesto que había descubierto el punto caliente de la noche.

Sin saber cómo, por fin llegó a la grada. Se sorprendió de ver el escenario prácticamente pegado a ésta, situado casi en la pista de atletismo, en lugar de en el fondo contrario. Evidentemente, no se habían vendido tantas entradas como estaba previsto. La Peineta tiene capacidad para unas 20.000 personas, como ya había comprobado en un concierto de Bruce Springsteen un año antes, pero en este ocasión apenas habría unas 5.000 a media tarde. Esperaba que conforme se fuera acercando la hora de los grupos más punteros la gente acudiría por fin.



Acabó dando con sus huesos en la parte posterior del escenario, la cual, debido a que éste estaba casi empotrado contra la grada, era todo el campo de fútbol. Allí campaban todos los músicos que no estaban en el bar (algo que se puede ver en el video anterior). De hecho, todos fluctuaban constantemente entre ambos puntos. Por allí tumbados estaban todos los Hamlet con amigos y amigas, los Dover, Evaristo de La Polla con su compañera y su hijito que apenas sabía andar… Uno de los puntos negros de la tarde fue que aunque se hizo una foto precisamente con Evaristo, esta instantánea jamás podrá ver la luz puesto que el autor acabó perdiendo la cámara en algún sucio lugar. Gran pena.

Esta noche le presentaron (de nuevo) a J. Molly, cantante de Hamlet, así como a otros músicos ilustres a los que más o menos admiración les profesaba. Estaba cerrando una especie de ciclo, puesto que una vez que había pasado al otro lado y podía mirar al público desde detrás de la valla, sabía que volver a ser uno más le resultaría difícil. Estaba disfrutando mucho de su poder, por encima de seguratas desagradables e inmaduros, codeándose con músicos, pipas, mánagers… Era un pequeño hombre codeándose con lo mejor (tal vez lo peor) del rock español, de tu a tu. También pudo charlar un poco con Txus, baterista de Mago de Oz. ¿Sobre qué? Bueno, eso da igual, seguramente sobre lo «mucho» que le gustaba su música (ya ves tu).

Disfrutó de los conciertos que quiso, sobre todo Dover y Hamlet, mientras que siguió sentado las evoluciones de Los Suaves, Medina Azahara y otros. Siempre con una bebida bien fría en la mano, gratis todo el tiempo, como correspondía a su recien descubierto nuevo y superior nivel. Cuando llegó el turno del costreo, con Reincidentes, Porretas, Boikot y A Palo Seko sobre el escenario, confirmó que el mejor sitio del mundo para seguir respirando era el bar, ya que era donde se estaba escribiendo la historia. Le fascinaba ver a integrantes de distintos grupos compadreando, dando gritos de queja cuando se acabó la cerveza, y jaleando a Yosi mientras éste hacía su número de borracho terminal en mitad de la sala. Ni el peor Charles Bukowski podría resultar tan patético. Estaría contento el hombre, aunque de cantar, como de costumbre, poco.

Precisamente en ese momento la noche ardió. El fin de la cerveza provocó el comienzo de las hostilidades. Botellas volando, gusanitos ardiendo, cocaína en el aire, puñetazos al azar. Como si de un ritual ancestral se tratara, la sala fue destruida sin miramientos por unos desconocidos que arrasaban con todo. ¡Eran los gorrones! Huyó, corrió por los pasillos y pudo ver de todo. Desde gabinetes de sado hasta un altar con fotos de miembros del PP de Madrid, un montón de documentación de Madrid 2012 tirada en enormes contenedores, e incluso persecuciones entre coches de barrenderos que provocaron varios heridos por atropello.

Comprendió rápidamente que debía largarse de allí para no ser engullido por la violencia gratuita que se apoderó del local. Nada más salir del recinto encontró la tranquilidad, era otro mundo, ajeno a la depravación del rocanrol. En el aparcamiento se encontró con los dos chicos de Dover, con los que conversó brevemente y les felicitó por su aportación a su noche, mientras todos obviaban las llamaradas y los alaridos. En el escenario seguían aporreando los grupos estos de rock urbano, que interesaban más bien poco al público menos calimochero. Tambaleante pero sonriente, ensanchado y crecido, emprendió el regreso a casa dejando atrás su vida de muchacho normal. Había pasado a ser inmortal.

De lo que allí ocurrió algunos medios se hicieron eco:

El Mundo
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4 thoughts on “– Festival de ayuda al cuerno de África ‘Rock & Tipo’ (2000) Estadio de La Peineta. Madrid

  1. que gracioso fue cuando tiramos las bolsas de agua a melon diesel y tuvieron que suspender el concierto. No fue una buena idea que un grupo popero tocara para un publico punki y rockero.

    1. Joder!
      Lo recuerdo como si fuese ayer. Fui con un amigo desde coruña, tambien con pases facilitados por una banda amiga, y lo pasamos como dios!
      Recuerdo lo de las bolsas de agua (caliente) a melón diesel… jajajjaja
      Que sorpresa haberme encontrado con ésto, tempus fugit!

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