– Texas (1997) La Riviera. Madrid

Lugar: Sala La Riviera (Madrid)
Fecha: 28 abril 1997
Asistencia: 2.000 personas
Artistas Invitados:
Precio:
Músicos: Sharleen Spiteri (voz y guitarra), Johnny McElhone (bajo), Ally McErlaine (guitarra), Richard Hynd (batería) y Eddie Campbell (teclados).

Set list: Halo, Everyday Now, Breathless, Insane, Fade Away, Good Advice, I don’t want a lover, Put your arms round me, So Called Friend, Postcard, Alone with you, You owe it all to me, Say what you want, Black eyed boy / Tired Of Being Alone, Prayer for you, You’re all I need to get by

Juro y perjuro que hasta este día yo pensaba que los apretones, los sudores y las avalanchas eran cosa del mundillo del hard rock. Pero claro, meter a algo más de 2.000 personas en una sala llena a reventar debe hacer inevitable que los asistentes sufran ciertas apreturas. En esta foto, conseguida gracias a www.texas-heaven.com se puede apreciar el aspecto del lugar:

La revista musical Todas las Novedades comentaba así el conicerto:

El que Texas ha cambiado es evidente. Ya no estamos ante un grupo esencialmente rockero capaz de llenar el Palacio de los Deportes. Con su evolución y el tiempo, Texas ha conseguido mantener una gran porción de público acercándose al pop y al soul y convirtiéndose en un grupo de «easy listening» que poco tiene que ver con la banda de antaño. Con todo, sigue manteniendo fieles capaces de gritar durante un concierto entero, levantar las manos a las ordenes de los miembros del grupo, dar palmas sin cesar y reventar La Riviera hasta convertirla en impracticable.

En la actualidad, esta banda es poco más que una vocalista con banda: una vocalista impresionante y una banda irrelevante. Lo malo es que la vocalista exhibe sus posibilidades en un imposible intento de parecerse a una negra que corta el aire. Sharleen es blanca, lo quiera o no, y la mayoría de la voz que derrocha se pierde en alardes que, habitualmente, no tienen otro motivo que levantar los aplausos de los fieles, encantados todos. Es posible que yo fuera predispuesto al concierto de Texas. Minutos antes había visto a Dover realizar un showcase en Madrid Rock y la comparación se me hacía evidente: venía de ver a una vocalista que pone las cosas donde deben estar, que no desafinó nunca y que era capaz de imponerse a un par de guitarras en regla. En La Riviera me pareció que había enchufado el hilo musical y que, de vez en cuando, un montón de gente aplaudía hasta quemarse las manos. Entre temas antiguos y nuevos podrían destacarse una versión muy curiosa de I don’t want a lover (el primer single que hizo Texas en 1989 y que aquí quedó descolorido con tonos más bajos y ritmos más machacones), Put your arms around me, que puso la nota evidente de que Sharleen tiene una banda de lo más simple (aunque ella cante y domine al público a la perfección), o Say what you want, un tema que prácticamente cantó el público y que dejó claro que la gente fue a disfrutar montando su propio show en la pista. Otras piezas, como So called friend, Postcard o Alone whit you, mostraron el hecho de que Texas ha tendido hacia el pop melódico y solamente Owe it all to me dejó ver alguna distorsión a las que el grupo era tan aficionado a principios de los noventa. El concierto se cerró con Black eyed boy, en plena comunión con el público, y tuvo un par de bises de los cuales Prayer for you fue el más acertado.

Por su parte, Maurilio de Miguel en EL MUNDO lo vio un poquito mejor:

POP / TEXAS (***)
Una voz bien educada

HASTA siete temas nuevos incluyó el grupo escocés en el repertorio de su vuelta a Madrid. Un cancionero que nos trajo la quincena larga y que, sin embargo, no incluyó la pieza que da título a su nueva entrega fonográfica, White on Blonde. Texas se tomó su tiempo de canción a canción, dejándose querer y ovacionar por un público entregado, con lo que, al final, rondó las dos horas de concierto.
Aunque pueda recordarnos a ella, Sharleen Spiteri no es Chrissie Hynde. Con todo, buena parte del predicamento que tiene su voz, hecha de susurros, sostenidos y trémulos, se lo debe a la estilística que dejó en los anales la emblemática cantante de Pretenders. Es la suya una fórmula que con 15 años de verificación escénica sigue funcionando y que, además, hace de su quinteto algo más que un grupo capitaneado por chica.

Por lo demás, Texas acuña tanto el éxito de sus baladas como el de sus medios tiempos eléctricos, utilizando acordes básicos y con brillantina en el sonido. Ritmos a piñón fijo, cuerdas rasgueadas, detalles de melodía popera como el que reza Say what you want… No hay nada nuevo bajo el sol con la banda de Spiteri, aunque sí un trabajo bien hecho, que su vocalista corona cuando, como anteayer, sale a los bises a cantar sola, con los dedos sobre el teclado. So called friend y Owe it all to me se contaron entre las antiguas canciones del grupo que más coreó la gente. Y, cómo no, I don’t want a lover, incluso despojado del característico riff guitarrero que identificó y abanderó al grupo, a principios de los años 90. Ese tema que algunos conocen por la publicidad de cierta marca de cerveza.
En materia de nuevas composiciones, Sharleen Spiteri consiguió las palmas al internarse en el tiempo lento de la romántica Put your arms around me y dejó muestras de calidad interpretando Postcard.

En este punto, me gustaría recalcar que ninguno de los dos artículos recoge, incomprensiblemente, el que fue probablemente el mejor momento de la noche, cuando Sharleen atacó, ‘piano en mano’, el tema I’m So Tired of Being Alone, del gran Al Green, legendario icono del soul negro de los años setenta.

Por cierto, aquí un detalle de los papelotes que la banda tenía sobre el suelo del escenario para no olvidarse de las canciones que tenían previsto tocar. En esta nota falta la canción You’re All I Need To Get By, que fue añadida como un bis extra al final, a pesar de no estar incluida en la lista inicial.

Una buena web de fans: www.texas-heaven.com
Algo más oficial: www.myspace.com/texasglasgow