1.699 pavos por una foto con Steven Tyler y Joe Perry (con los otros de Aerosmith es más barato)

Artículos

No sé lo que hacéis cuando os aburrís, supongo que ver movidas random en Netflix y todo eso, pero yo me dedico, por ejemplo y ahora, a curiosear las leoninas movidas de las entradas para grandes conciertos. Me resulta tan apasionante como acojonante y, a la par, absolutamente irreal.


No vamos ya a hablar de la jeta tremenda que es partir la pista en dos para que los de delante se dejen una pasta y los de detrás, otra gran pasta -en el caso de Aerosmith, 153 y 85, nada, regalao-, sino de toda la movida esta de los VIP.


Es un curro, ya lo sabemos. Pero, no sé. Aparte de lo que ya de por sí cuesta la entrada, quien quiera que lo sepa: Una foto con Steven Tyler y Joe Perry cuesta 1.500 pavos más 199,50 -jajajajaja- de gastos. Lo de la proporcionalidad de los gastos me apabulla de lo morro-cotudo que es.


A ver, malpensados: Que no es solo la foto. El ‘meet & greet definitivo’ con cantante y guitarrista incluye, aparte de entrada en la parte delantera de la pista o sitio numerado, un poster de edición limitada firmado por ambos, así como una foto en el escenario con «uno de los micrófonos icónicos de Steven y las guitarras de Joe». Y merchandising exclusivo.


¿Quién no querría hacerse una foto con un micrófono? ¿Quién no querría hacerse una foto con dos seres humanos que acceden a ello única y exclusivamente por dinero? Indudablemente, es un momento romántico como pocos. Y tristemente real, aunque también digo, eh, que quien lo quiera pagar ole sus huevos.


Lo que me parece infinitamente más jocoso y penoso es que si, por lo que sea, eres mega fan de los otros tres miembros de Aerosmith, estás de suerte. Porque una foto con Joey Kramer, Brad Whitford y Tom Hamilton vale solo 500 euros más 66,50 de gastos.


El hecho de que exista esta división, nos aclara las dudas sobre la opinión de los grupos en todo esto de los precios de las entradas y la división por poderío monetario. Claramente no solo están a favor, sino que lo fomentan. Y desconozco como funciona Aerosmith como empresa -en Bon Jovi son todos asalariados de Jon, por ejemplo-, pero de puertas para afuera, aún siendo lógico que todos queramos a Steven y a Joe más, esto queda mal.


Dentro del grupo hay músicos que valen más que otros. Indudable al ser los principales cantante y guitarrista e indudable porque cuando Joe Perry se piró en los ochenta Aerosmith pasó sus peores años. De aquello aprendió mucho Steven. A trabajar con gente que te pueda gustar más o menos… ¿os suena? Pues eso.


Como ocurre en cualquier situación en la vida, mientras todo esté claro, todo está fetén. Aquí solo clamo porque me sale así. Si al menos la zona delantera de la pista, la cara, fuera algo exclusivo, aún lo podría entender, aunque yo soy de la vieja escuela que gusta(ba) de hacer cola todo el maldito día y así estabas delante. Me cuesta creer que un concierto sea igual para los músicos si delante tienen a gente con ese nivel de entrega o a gente con la billetera llena. Pero así son las cosas.


Y curioseando un poco más, he descubierto otra cosa fascinante, en este caso con Guns n’ Roses. Ellos no se hacen fotos por dinero y me parece bien así. Me parece mucho mejor -y no hablaré de Bono (y The Edge y Adam Clayton y muy excepcionalmente Larry Mullen) que siempre sale a saludar a firmar y a hacerse fotos por la cara con los fans-. No hablemos de U2 hoy, aunque ya lo estamos haciendo. ¡Calladme!


Lo que me flipa de Guns n’ Roses en Sevilla en 2020 es que el VIP definitivo incluye, ojo, esto: «Camina entre bambalinas y pregunta a miembros seleccionados del equipo cómo es realizar una producción de este nivel». Esto es lo que se llama un planazo por, a ver a ver, 1.060 euros más 141 de gastos. Y como con los otros, esto, claro, te permite estar en la Pista A, en este caso con «acceso a plataforma».


Pero esto no acaba aquí, pues según la información de Live Nation, si pagas esta pasta puedes moverte «entre el área Pista A y la plataforma VIP durante toda la noche». No aclaran si puedes ir al baño a mear, lo cual me parece preocupable, pues no es descartable que una vez allí te encuentres con la dura realidad.


«Súbete al escenario antes del concierto para hacerte una foto con todos los instrumentos de la banda», apunta otro punto. A ver si no van a ser ni los de verdad, porque como alguien toque malamente la Les Paul de Slash, capaz es el pavo de salir y reventarte y eso que te llevas de recuerdo. Eso sí que es impagable. Una buena hostia: eso sí que no tiene puto precio.

Comparte
Tagged

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *